Motor

Los conductores españoles volvemos a apretar el acelerador. Ojo con todos los radares que vigilan la velocidad

  • La DGT selecciona los puntos vinculados con los excesos de velocidad, especialmente los tramos con más accidentes, para ubicar sus radares móviles
  • En los últimos datos del Ministerio de Transportes, de 2021, sobre la velocidad en las carreteras se detecta que los conductores vuelven a ir más deprisa en autovías y autopistas

Los conductores españoles volvemos a apretar el acelerador. El porcentaje de coches que supera el límite legal de velocidad vuelve a ser el mismo que antes de la entrada en vigor del permiso por puntos, hace 15 años. La DGT incorpora, cada vez más, diferentes tipos de radares para vigilarnos.

Según los últimos datos del Ministerio de Transportes, sobre la evolución en la distribución de la velocidad, esta vuelve a recuperarse y a alcanzar cifras hasta ahora no registradas desde que el permiso por puntos entró en vigor en 2006, según nos alertan desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

En autovía, más conductores que superan los 120 km/h

La evolución que se desprende de los excesos de velocidad registrados en autovía son muy significativos, y así lo hemos comprobado en la tabla publicada por el citado Ministerio.

En el año 2004, el porcentaje de turismos que circulaba en España a velocidades entre 121 y 140 km/h fue del 19,10 por ciento, cifra que volvió a crecer un año después, en 2005, al 20,08 por ciento.

Pero en 2006 entró en vigor el Permiso por Puntos y la situación cambió por completo. Ese año, el porcentaje de turismos detectado por la DGT que circuló entre 121 y 140 km/h descendió al 15,81 por ciento, y así lo ha estado haciendo hasta 2021.

En ese año, el porcentaje de coches que circuló con velocidades entre 121 y 140 km/h se incrementó al 19,20 por ciento, es decir, a cifras anteriores a la puesta en marcha del permiso por puntos.

Y a más de 140 km/h ocurre lo mismo

El porcentaje de los turismos que circula a más de 140 km/h en autovía también ha seguido la misma tendencia: antes del carné por puntos se movía en cifras altas, como el 8,61 por ciento de 2002 o el 9,09 por ciento de 2003. Cuando llegó 2006 el porcentaje descendió al 3,87 por ciento, llegando a incluso no superar el 2 por ciento durante los siguientes años. En 2021 el salto ha sido significativo, volviéndose a registrar cifras similares a las de el año de entrada en vigor del carné por puntos, con un 3,61 por ciento.

Qué tipo de radares vigilan nuestra velocidades

El radar fijo, el radar de tramo y el radar móvil suelen ser los más conocidos entre los conductores, pero la DGT cuenta con muchas más armas para vigilar y controlar la velocidad al volante del coche.

Radares fijos

El radar fijo es un tipo de radar de velocidad situado en un punto fijo de la carretera. Se suele ubicar en pórticos y están señalizados. Una antena emite una señal, esta 'rebota' contra el vehículo en movimiento y regresa a la antena. La variación producida en la frecuencia de la onda permite al radar calcular la velocidad del vehículo en ese instante. Son equipos automáticos, no precisan operador. La prueba de la infracción va por fibra óptica al centro de gestión de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Además de los pórticos, también hay cabinas instaladas en un lateral de la vía.  Pueden ser radares y cinemómetros láser. Estos últimos 'disparan' varios haces de luz transversales a la calzada. Cuando un vehículo en movimiento los interrumpe, el dispositivo calcula su velocidad.

Radares móviles

El radar móvil se ubica dentro de un coche de la Guardia Civil, o bien camuflado o sobre un trípode junto a la vía, y en cualquier caso siempre debe ser operado por un agente, anuncia en RACE. Funciona tanto con el vehículo en movimiento como en parado, por lo que es difícil de localizar.

La ventaja de este tipo de radares de velocidad es el factor sorpresa, así que no siempre podrás saber el lugar en el que están ya que durante el día puede pasar por varias localizaciones. Si no están dentro de un coche mientras circula, estos radares pueden estar en lugares escondidos como los arcenes o las cunetas.

Radares de Tramo

El radar de tramo controla la velocidad media de los vehículos entre dos puntos. Los conductores debemos mantener durante dicho tramo una velocidad similar o inferior a la máxima permitida.

El mecanismo de los radares de tramo es el siguiente:

El primer panel tiene una cámara por carril que funciona con iluminación por láser-led (imperceptible para el ojo humano). Esta cámara graba la matrícula y la hora a la que pasa cada vehículo (los equipos están sincronizados por satélites GPS).

Una vez que el coche recorre el tramo, que suele ser de entre 3 y 5 km, un segundo panel vuelve a captar la matrícula y es entonces cuando el sistema calcula el tiempo que ha tardado el vehículo en recorrer esa distancia. De esa forma, se comprueba la velocidad media.

Foto-rojo

Este tipo de radares los utilizan los ayuntamientos para controlar quién se pasa un semáforo en rojo. Se utilizan como prevención de atropellos y accidentes entre otros coches. Se coloca una cámara a 25 metros del semáforo de forma que en la fotografía que se haga salga tanto la luz del semáforo como la matrícula y la ubicación del coche.

En ese momento se realizan dos fotos: en la primera se aprecia en qué color está la luz del semáforo antes de que pase el coche, y en la segunda se ve la luz del semáforo después de que el coche lo sobrepase. Si el rojo está presente en las dos fotos habrá sanción.

Veloláser

Empezaron a estar operativos en la DGT en el año 2019. Mide solo unos 50 cm por lo que lo pueden llevar las motos de la Guardia Civil, no sólo los coches. Destaca por la tecnología láser que utiliza, por su pequeño tamaño y porque es inalámbrico. Es un radar difícil de detectar por el conductor (se les reconoce como 'radares invisibles').

Se pueden instalar en un guardarraíl, en un pórtico, en un vehículo, en una cabina lateral, en un trípode, en un vehículo…, y es capaz de controlar vehículos circulando hasta 250 kilómetros por hora. Funciona de día y de noche y detecta la velocidad de los vehículos en dos carriles de circulación en uno o dos sentidos. Se suelen ubicar en carreteras antes que en autopistas o autovías.

En cascada y antifrenazo

Detectan a los conductores que intentan evadir la multa al reducir momentáneamente la velocidad al avistar un radar fijo, pero también tienen como objetivo sancionar a aquellos que vuelven a acelerar una vez pasada la zona de vigilancia.

Los radares en cascada funcionan colocando dos o tres cinemómetros móviles algunos metros después de un radar fijo de forma que, cuando el conductor vuelva a acelerar tras el radar, este exceso de velocidad quede registrado en el radar, por lo que será sancionado.

Los radares antifrenazo consisten en lo contrario que los de cascada. En este caso se trata de una variante de los radares fijos en los que se coloca un cinemómetro unos metros antes del radar, lo que permite detectar si el conductor iba a más velocidad antes de frenar al llegar al radar fijo.

Pegasus

La DGT tiene 13 helicópteros para vigilar el tráfico, controlando el comportamiento y la velocidad de los conductores, aunque sólo dos de ellos tienen el radar Pegasus que sirve para multar desde el aire. Las infracciones más frecuentes: pisar líneas continuas, exceder los límites de velocidad y no mantener la distancia de seguridad entre vehículos), según los datos de la DGT.

Gracias a dos potentes cámaras, una panorámica y otra con un gran teleobjetivo, el helicóptero puede fotografiar con nitidez la matrícula del vehículo infractor a 300 metros de altura y a una distancia de un kilómetro.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky