La subida del precio de los combustibles ha afectado a la inmensa mayoría de conductores españoles. Así lo evidencia el informe Impacto de la crisis energética en los desplazamientos en coche, elaborado en abril por el Observatorio del Real Automóvil Club de España (RACE), según el cual el 27 % de los conductores se ha visto "muy afectado" por la subida de precios, un 47 % "bastante" y un 23% "poco".
Además, un 57 % afirma que ha tenido que reducir su consumo debido al aumento de los precios, especialmente a lo que se refiere a ocio, combustible o viajes. En este sentido, el barómetro ha visto cómo antes del incremento de los precios el 46 % de los encuestados afirmaba tener planes para viajar en Semana Santa, mientras que en abril el porcentaje ha bajado hasta el 31 %.
Para quienes van a mantener en pie sus planes de viajar por carretera, conviene recordar una serie de consejos con los que poder ahorrar el máximo combustible posible.
Antes de salir de viaje
Existen métodos que permiten ahorrar gasolina o diésel incluso antes de emprender la marcha. Si se colocan los bultos en el maletero de forma ordenada, tratando de que los más pesados se sitúen al fondo, en la parte delantera, se repartirá mejor el peso. Si por el contrario se acumulan en la parte trasera, puede generarse una inclinación del vehículo que disminuya la adherencia del eje delantero. En consecuencia, el coche puede ofrecer una mayor resistencia al aire, elevando el consumo de combustible.
Otro tópico consiste en revisar el estado del vehículo antes de iniciar el viaje, prestando especial atención al estado de los filtros y, sobre todo, al nivel de presión de los neumáticos. "La falta de presión provoca que el vehículo ofrezca mayor resistencia a la rodadura, por lo que el motor tiene que desarrollar más potencia para poner y mantener en movimiento al vehículo", explican desde Norauto. Cabe recordar que si se va a incrementar el peso del vehículo, con más ocupantes o más equipaje del habitual, conviene modificar la presión de los neumáticos conforme establece cada fabricante.
Por último, es recomendable evitar las horas con más tráfico. Para esta Semana Santa, la DGT ha diseñado una campaña mediante la cual indica las horas del día a las que se prevén más aglomeraciones en las carreteras.
Una vez iniciado el viaje
Ya en marcha, hay consejos útiles para reducir el consumo del vehículo. O mejor dicho, para no elevarlo más de lo necesario.
Todo lo que tiene que ver con mejorar la aerodinámica del vehículo nos permitirá ahorrar unos litros al finalizar el trayecto. Si no vamos a emplear elementos auxiliares externos, como la baca, cofres de techo o un remolque, lo mejor es desacoplarlos y dejarlos en casa. Y en carretera, es conveniente circular con las ventanillas subidas, ya que si están bajadas provocan una mayor oposición al movimiento del vehículo, incrementando el consumo en un 5 %.
Sin embargo, ventilar el coche con el climatizador del coche también provocará un consumo extra de combustible. "Conducir sin aire acondicionado representa un 30% de ahorro en ciudad y un 15% en carretera", recuerdan desde Norauto. Por ello, desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomiendan mantener la temperatura interior en torno a 21 y 24 grados.
Estilo de conducción suave
Este es el consejo más sencillo pero, a la vez, el más efectivo. Evitar aceleraciones y frenadas bruscas y anticiparse a la circulación para decelerar en lugar de frenar producirán un ahorro en el consumo del vehículo. Mantener una conducción eficiente puede suponer un ahorro de 100 euros al año a los conductores españoles, según cálculos de la aseguradora tecnológica Hello Auto.
Para conseguirlo, se puede soltar el acelerador al aproximarnos a una curva, de tal forma que podamos tomarla sin peligro aprovechando la desaceleración del vehículo en lugar de emplear el freno. En atascos, se pueden adoptar marchas más largas para evitar la posibilidad de que se produzcan acelerones.
En el caso de que el vehículo disponga de un sistema de control de crucero, conviene activarlo siempre y cuando se transite por carretera. Así, la conducción será más estable, sin aceleraciones ni frenadas inoportunas.
Según indican desde Norauto, "reduciendo la velocidad 10 kilómetros por hora, ahorras de media (según el vehículo) alrededor de un litro de gasolina cada cien kilómetros". Por ello, conviene circular a una velocidad moderada y asumir que el viaje será algo más largo. "Cuando se conduce a 120 km/h en lugar de 130 en autopista, solo se pierden 4 minutos cada 100 kilómetros", ejemplifican.
Si en un atasco intenso o en un semáforo de larga duración se va a detener el vehículo, es recomendable apagar el motor si la parada es de más de un minuto. Los sistemas Start-Stop pueden hacer esta labor por nosotros. De lo contrario, se puede hacer de forma manual girando la llave.