
Además de la lluvia, la calima y la nieve que la borrasca Celia y el polvo en suspensión del Sáhara han provocado, varias zonas están sufriendo fuertes vientos, con rachas que superan los 90 kilómetros por hora en puntos del centro y el este del país.
Más allá de los daños que pueda ocasionar sobre la vegetación o el mobiliario, conviene estar precavido si se va a coger el coche.
Por ello, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) ofrecen una serie de consejos y recomendaciones con los que conducir de la forma más segura posible en este tipo de condiciones.
Lo primero, según el organismo, es identificar la intensidad del viento y su dirección. "Para ello, habrá que fijarse en la vegetación, banderas o mangas de viento habituales en las zonas más propensas a estos episodios. De esa manera, sabremos de dónde viene y su intensidad, lo que nos permitirá estar preparados", explica Tráfico. Si el viento golpea el coche lateralmente, es probable que se tenga que aplicar una suave presión en el volante en dirección opuesta al viento para mantener la trayectoria.
Menos velocidad, más firmeza
Por lo general, existen dos grandes consejos que, del mismo modo, aplican a otras circunstancias adversas: reducir la velocidad y sujetar el volante con firmeza. Así, se evitará en la medida de lo posible que el coche se mueva de manera brusca. Además, se advertirán mejor los posibles obstáculos que el viento puede dejar sobre la carretera.
Los giros bruscos se suelen dar cuando, de repente, aparecen y desaparecen obstáculos que cortan el paso del viento. Ahí, es fundamental poder corregir a tiempo la dirección con una leve presión (anteriormente mencionada) sobre el volante que corrige la trayectoria.
Fundamentalmente, se dan en tres contextos: al cruzarse o al adelantar vehículos voluminosos, como camiones o autobuses; al atravesar una zona junto a un edificio o edificación, y a la entrada y salida de un túnel.
Existen otros consejos mediante los cuales se puede favorecer la aerodinámica y, así, mejorar el agarre del vehículo sobre el asfalto. En este sentido, no se recomienda colocar bacas ni baúles sobre el vehículo, ya que pueden no aguantar la presión y salir volando.
Algo parecido ocurre al colocar un remolque, ya que el vehículo acoplado restará estabilidad al conjunto. Si no queda otro remedio, la solución pasará por reducir aun más la velocidad.