Motor

Esta es la forma de controlar el coche al circular por una zona con nieve o placas de hielo

Comienza a llover en gran parte del país y en algunas zonas precipita en forma de nieve. Además, ya sea de una forma u otra, el frío aumenta la probabilidad de encontrar placas de hielo en la carretera, sobre todo en las vías más altas y remotas. Por ello, conviene saber cómo reaccionar al volante ante estas condiciones.

El primer consejo y el más evidente es evitar coger el coche en estas circunstancias. En el caso de que el viaje sea inevitable, es aconsejable que la conducción sea lo más suave posible y que se deje más distancia de seguridad de la habitual respecto al coche de delante. Así, ante algún imprevisto, será más fácil evitar el impacto frenando el vehículo o maniobrando para esquivarlo.

En caso de que la carretera esté nevada, es preferible evitar circular siguiendo las rodaduras que dejan otros vehículos. Aunque pueda parecer lógico seguir el camino que otros han marcado, estas estelas son zonas ideales para la formación de hielo.

Otro consejo de utilidad en el caso de que el vehículo se encuentre estacionado a la intemperie es evitar rociar los cristales con agua caliente para que desaparezca el hielo de los cristales. En este otro artículo recomendamos qué hacer para retirar el hielo del parabrisas de forma segura. También, conviene revisar el estado del vehículo antes de emprender la marcha (como para cualquier otro viaje).

Las ruedas, como elemento que pone en contacto la vía con el vehículo, son otro elemento a tener en cuenta. Desde el blog de la compañía de reparaciones, accesorios y piezas para automóviles, Norauto, consideran esencial disponer de cadenas para evitar que el vehículo patine. Estas pueden ser de acero (las más clásicas) o textiles (más fáciles de poner).

Cómo actuar al pisar hielo

Si bien la nieve es peligrosa, el hielo supone otra amenaza para la conducción, con la particularidad de que es más difícil de advertir. Por ello, resulta igualmente útil tener nociones sobre cómo conducir sobre este tipo de terrenos, extremadamente resbaladizos y antiadherentes.

En asfaltos con nieve o hielo, lo más recomendable es emplear marchas largas. Estas evitan que las ruedas deslicen y pierdan tracción, reduciendo el peligro de perder el control del vehículo. A pesar de que, de forma instintiva e impulsiva, activemos la primera o la segunda marcha, se deben evitar para que el coche no patine.

"Aunque usar la cuarta o la quinta marcha pueda parecer contradictorio porque son las que ponemos para ir a gran velocidad, debes saber que son las menos potentes, por lo que no hacen girar las ruedas de forma tan rápida y brusca como las marchas cortas, de manera que se reduce el riesgo de perder tracción", explican desde el blog de la compañía.

No obstante, puede resultar complicado conducir con esta relación de marchas para quien nunca se ha visto en esta situación.

https://www.eleconomista.es/motor/noticias/11563463/01/22/Estos-son-los-consejos-de-la-DGT-si-vas-a-conducir-por-la-noche.html

"Para arrancar, en caso de estar estacionado en una zona cubierta de nieve y con presencia de hielo, es posible que las ruedas derrapen si intentas poner la primera marcha. En este caso, debes meter directamente la segunda y soltar el embrague muy poco a poco y con suavidad", argumentan.

Una vez iniciada la marcha, se recomienda introducir la cuarta o la quinta marcha para evitar el deslizamiento. Y a partir de ahí, se debe cambiar de marcha lo menos posible. "Ten en cuenta que al reducir la marcha, el "freno motor" puede hacernos perder el control del coche, ya que las ruedas empiezan a girar a un ritmo distinto y pierden tracción, así que siempre que se pueda hay que evitarlo o hacerlo de forma muy cuidadosa", argumentan desde el blog de Norauto.

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