El impacto ambiental que provocan los vehículos privados sobre los entornos urbanos, así como la contaminación acústica y el espacio que 'roban' al peatón, son aspectos sobre los cuales la población cada vez tiene más sensibilidad.
Además, el gasto que conlleva usarlos y mantenerlos, además del de adquisición, hace que muchos prefieran escoger otras opciones más económicas, como el carsharing. Sin embargo, la mayoría de conductores no cambiaría su vehículo privado por coches compartidos.
Según datos del Observatorio Cetelem, configurados a partir de las respuestas de 2.200 encestados, solo tres de cada diez usuarios sustituiría su vehículo propio por los servicios de carsharing, motosharing, carpooling, ridesharing y alquiler de coche o moto a particulares.
Más apoyo entre los jóvenes
Esta opción, todavía minoritaria, es más secundada por el público más joven, con un apoyo del 35 % y del 34 % entre los grupos de edad de 18 a 24 años y de 25 a 34 años, respectivamente.
Para estos usuarios, el no tener que realizar un gran desembolso para adquirir un vehículo o el no atarse a un alquiler de largo plazo son las principales razones por las cuales prefieren este tipo de servicios.
Sin embargo, entre el grueso de la población esta percepción está muy dividida: el 51 % de los españoles no cree que este tipo de servicios sea más económico que tener un vehículo en propiedad, mientras que el 49 % opina que sí.
En este sentido, el 49 % de los españoles cree que este tipo de servicios es la mejor solución de futuro para el medio ambiente y la mejora de la calidad del aire de las ciudades, destacando de nuevo por encima de la media los grupos de edad de 18 a 24 años y de 25 a 34 años, con un 57 % y un 55 %, respectivamente.
