
Un vehículo con defectos en sus sistemas de seguridad, como lo son sus frenos, su suspensión, su dirección o sus neumáticos, tiene más probabilidades de provocar o sufrir un accidente. De ahí que desde la DGT se ponga tanto empeño en que no haya máquinas en circulación sin este certificado en regla.
Sin embargo, es difícil establecer en qué medida influye esta circunstancia sobre la accidentalidad. Según datos de la DGT y analizados por a Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), en los últimos meses ha aumentado el número de vehículos involucrados en siniestros viales que no tienen la ITV en vigor.
Mientras que en 2019 hasta el 10 % de los turismos involucrados en siniestros con fallecidos o heridos tenía la ITV caducada, en 2020 este porcentaje aumentó hasta el 17 %. En el caso de las motocicletas, pasamos del 12 % al 15 %, y en camiones de hasta 3.500 kg la relación es aún más elevada, pasando del 15 % hasta el 33 % en el 2020.
"Los vehículos según van pasando los años de circulación comienzan a tener defectos, por lo que, con independencia de su debido mantenimiento, resultan necesarios los controles como los que realizan las estaciones de ITV para detectarlos y poder corregirlos. La función de la inspección técnica es esa: garantizar que los vehículos estén en buenas condiciones para circular, durante toda su vida útil, tanto desde el punto de vista de la seguridad como del medio ambiente", señala Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV.
A más antigüedad, mayor riesgo
De los datos de la DGT también se desprende la relación que existe entre la antigüedad del vehículo implicado en un siniestro con el estado de su inspección técnica. A mayor edad, mayor porcentaje de vehículos con la ITV caducada en el momento del siniestro vial.
De acuerdo con datos oficiales, la antigüedad media de los turismos implicados en accidentes mortales en vías interurbanas durante el 2020 fue de 12,9 años; una cifra que asciende a 14,9 cuando se refiere a aquellos en los que se desplazaban las víctimas mortales.
Al comparar los mismos indicadores con el año anterior, vemos que la cifra aumentó: en el caso de los vehículos implicados en accidentes con fallecidos, la cifra en el 2019 era de 12,1 años; mientras que, en el caso de los vehículos en los que viajaban los fallecidos, era de 14,5 años.
Estas cifras deben preocupar más aún en un país como España, que cuenta con uno de los parques automovilísticos más antiguos de Europa. Con una edad media superior a los 13 años, posee más de un año por encima de la mayoría de los países del continente.