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La expectativa de rentabilidad de la deuda pública europea cae a la mitad

  • La renta fija se ha adentrado en un terreno desconocido para muchos

Tras el rally, el retorno esperado se sitúa ahora en el 0,76% frente al 1,23% de principios de año. El precio de este activo se ha disparado un 6,8% desde enero, más incluso que el del corporativo.

La renta fija se ha adentrado en un terreno desconocido para muchos, que dificulta predecir su comportamiento futuro. A la pregunta de si, pese a cotizar ya en zona de mínimos históricos, es posible llegar a ver la rentabilidad del bono español a 10 años en el 0%, un gestor respondía con tono escéptico que ya no se atreve a decir que no "porque todo esto me parece una locura". Sin previsión de subidas en el precio oficial del dinero a corto plazo, los inversores han llenado sus carteras de renta fija (se ve en que, en un año en el que sale dinero de los fondos españoles, los de deuda reciben 2.500 millones de euros, según Inverco). A ello ha ayudado que con toda se gana dinero este año y no poco. En el caso de la deuda pública europea, su precio sube más de un 6% este ejercicio, que va camino de ser el mejor desde 2014, cuando se logró un 8,8%. La consecuencia de este rally es que la expectativa de rentabilidad de este activo se ha reducido casi a la mitad en lo que va de año.

Después de años en los que lleva alertándose de que este activo apenas tiene recorrido, pocos se atreven a decir ya que la fiesta de la renta fija se ha acabado a tenor de los nuevos récords vistos en sus intereses en los últimos meses, propiciados por el giro que han tomado las políticas monetarias de los bancos centrales ante el miedo a una desaceleración económica a raíz de los coletazos que ha dado la guerra comercial. Sin embargo, la realidad es que el rendimiento que se puede esperar hoy de una cartera representativa de bonos emitidos por los gobiernos del Viejo Continente no ya llega ni al 1% (es del 0,76%), frente al 1,23% que alcanzaba en enero, según uno de los índices más seguidos de Bloomberg y Barclays para medir qué rendimiento se espera de la deuda bajo una serie de hipótesis que suele contemplar los peores escenarios.

Al margen de lo que se pueda ganar a través de la subida de sus precios, los intereses que ofrecen hoy los bonos son ya muy limitados en un momento en el que la deuda con rentabilidades negativas supera los 13 billones de dólares, según Bloomberg, el volumen más alto de la historia. Y si se incluye el efecto de la inflación, que se come parte de los rendimientos, "la rentabilidad real de la renta fija europea es negativa", recuerdan en Abante, donde encuentran "más riesgos que oportunidades". Aunque algunos expertos inciden en que aún puede producirse un aplanamiento en la parte larga de la curva ya que, en este momento, "muchos inversores institucionales, como los fondos de aseguradoras, no pueden invertir en bonos soberanos con un vencimiento superior a 15 años, pero el nivel reducido de los tipos podría ser un incentivo para hacerlo", indica Fabien de la Gastine, gestor de renta fija de La Française AM. "Esta es una de las razones por las que estamos convencidos de que la curva de los 10 a 30 años podría aplanarse", añade.

Un 0,76% en el corporativo

Las menores expectativas de rentabilidad no son exclusivas para la deuda pública europea. También son ahora más bajas en los bonos que emiten las empresas del Viejo Continente, cuyo precio ha repuntado otro 6,37% este año. Y si se amplía el foco a la deuda de este tipo global, las ganancias rozan el 8%.

Muy poco a ganar en renta fija
Muy poco a ganar en renta fija

Este segmento de la renta fija es uno de los pocos en el que gestores y bancos de inversión encuentran valor de cara a la segunda mitad del año. Sobretodo si entra en juego una nueva ronda de compras de deuda corporativa por parte del Banco Central Europeo (BCE), algo a lo que la institución no cerró la puerta en su última reunión, ya que, según los expertos, su mano compradora podría traducirse en un estrechamiento de los rendimientos todavía mayor al que se ha producido ya. Pero Jacobo Blanquer, consejero delegado de Tressis Gestión, alerta de que, aunque este tipo de deuda sí que puede seguir comportándose bien, "en la ecuación rentabilidad-riesgo, tiene más riesgo del que la gente percibe". En la misma línea, aunque Société Générale continúa viendo mucha liquidez en el mercado, "la baja rentabilidad de algunos segmentos podría traducirse en ajustes en las carteras de los inversores que de manera natural vayan a buscar mayores rendimiento de sus activos".

Con los números en la mano, alguien que comprase deuda corporativa europea hoy aspira a obtener retornos del 0,76% según los índices de Bloomberg y Barclays, el mismo que con un bono soberano. En enero, la expectativa de rentabilidad era mayor, del 1,58%, justo el doble.

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