
El sentimiento de los inversores para la zona euro se desploma hasta los -5,8 puntos en julio desde los -3,3 puntos de junio, según la encuesta elaborada por Sentix. El consenso del mercado esperaba que el índice volviera a terreno positivo con un repunte del 0,3%. De esta manera, el índice retrocede al nivel más bajo desde noviembre de 2014.
Ni la tregua comercial, ni el buen comportamiento de la renta variable en el último mes no convencen a los inversores, que se muestran más preocupados por el declive de la economía.
Los inversores son extremadamente pesimistas con Alemania. El subíndice de Alemania cayó a -4,8 puntos, el nivel más bajo en casi una década. "La alta dependencia de las exportaciones en China se está convirtiendo cada vez más en una carga y la disputa comercial se cierne como una espada de Damocles sobre la principal economía de la región", indica el director de la consultora Sentix, Patrick Hussy, que indica que "la recesión parece inevitable".
El experto recuerda que tras la reunión entre EEUU y China en la cumbre del G20 había dado algo de esperanza para parar el frenazo de la economía, pero a pesar de ello los inversores están "sentenciando a la economía".
La primera economía del euro atraviesa un duro momento por la profunda crisis del sector industrial, que se encuentra en el epicentro de las tensiones comerciales. Desde comienzo del año, el sector manufacturero se encuentra en una clara contracción con un descensos sostenido de los pedidos y del empleo.
Además, la poderosa industria del automóvil tampoco pasa por su mejor momento, presionada por la regulación sobre las emisiones de los motores diésel y la transformación del sector hacia el coche eléctrico.
La economía alemana ya esquivó la recesión a final de 2018 gracias a la demanda interna y el sector servicios. Sin embargo, la cada vez más profunda caída de la industria ha obligado al Gobierno a revisar a la baja las perspectivas de crecimiento.