
Quien esté dispuesto a asumir el riesgo y a especular puede hacer el agosto en Dia en pleno mes de abril, en las 22 horas y media de cotización que restan para que se acabe la opa sobre la compañía. El próximo martes, 30 de abril, LetterOne cerrará el periodo de aceptación de su opa, lanzada a 0,67 euros, y con la que está teniendo muchas dificultades para recabar el apoyo necesario. Y este es el riesgo que hay que asumir. Si Mikhail Fridman, fundador del holding que quiere comprar Dia, fracasa en su intento, el accionista puede perderlo todo. De lo contrario, si la opa sale adelante reportará a quien compre ahora ganancias del 15,5% en tan solo tres días, después de acumular otras tres sesiones consecutivas de caída, que han llevado a la acción a los 58 céntimos, tras dejarse en la semana un 10,8%.
El mercado está descontando que, cuanto menos, LetterOne está encontrando dificultades para lograr un respaldo mínimo del 35,51% del capital de Dia que necesitaría para sacar adelante su opa. Y hay quien ya ha visto la oportunidad de sacar ventaja de esta situación. Durante la sesión del jueves, la acción llegó a caer un 4,6%, hasta marcar un mínimo en los 0,57 céntimos, pero hubo quien compró y al cierre recuperó los 0,58 euros. Lo mismo sucedió el miércoles, cuando los títulos de Dia llegaron a perder un 7% en una sesión, en la que cerró, finalmente, un 4% a la baja.
Este jueves era el último día en el que LetterOne podía haber elevado el precio de su oferta, aunque el holding siempre negó que fuera a hacerlo. Para ello, a comienzos de semana valoró cada título de Dia a 0,22 euros, en base a las estimaciones elaboradas por una selección de casas de análisis, casi un 70% menos que lo que Fridman está dispuesto a pagar.
Objetivo: el minorista
LetterOne volverá a reunirse el viernes en Madrid con minoritarios de alto nivel (aquellos que cuentan en su poder con, al menos, el 0,2% del capital de la firma) para intentar lograr que acudan a la opa. "La sensación que tenemos es que están encontrando serias dificultades para lograr el nivel mínimo de aceptación", apuntan personas conocedoras de la situación.
El principal escollo al que se enfrenta Fridman para hacerse con Dia sigue siendo el precio ofrecido, de 0,67 euros, que no logró la consideración de "precio equitativo" por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El año previo al anuncio de opa, el precio promedio de Dia se situó un 640% por encima, en los 4,96 euros, según datos ofrecidos por Bloomberg. Si se incluye el periodo de la opa, el precio medio cae hasta los 1,49 euros, todavía un 122% superior.
"La dificultad principal sigue siendo el precio", reconocen fuentes próximas a las negociaciones. Los minoritarios de Dia se calculan, a falta de información oficial por parte de la compañía, en unos 40.000 inversores, que tienen en su poder algo más del 20% del capital. Y convencerles es clave para LetterOne, al menos a una parte de ellos, porque de lo contrario necesitaría que prácticamente todos los fondos internacionales dijeran sí a su oferta, algo que, tradicionalmente, sucede, ya que los grandes inversores institucionales suelen acudir a este tipo de operaciones asumiendo el precio que se ofrece. En su poder tienen, aproximadamente, el 40% de la cadena, mientras que los fondos nacionales cuentan con cerca del 10%.
Western Gate, del luso Luís Amaral y propietario de alrededor del 2%, ha confirmado que no acudirá, siguiendo los pasos de Naturinvest, de la familia Bontoux-Halley, exsocios de referencia de Carrefour, y dueña del 3,261%.
El problema es que muchos de estos fondos, españoles o no, asumen importantes minusvalías en sus carteras, porque son mayoría los que se han quedado pillados en Dia durante el último año, frente a una minoría que entró a comienzos de este año con la acción en mínimos y que, lógicamente, piensan acudir a la opa.
El lunes y martes de la semana que viene serán claves. LetterOne insiste en que la mayor parte de las aceptaciones se producirá a última hora. Fuentes próximas a la compañía no dan credibilidad a las informaciones que circulan en el mercado y que apuntan la posibilidad de que la opa no salga adelante el 30 de abril. Cuestión aparte es que lo haga con más o menos dificultades.