
Rafael Valera, CEO de la gestora Buy&Hold, charla con elEconomista sobre sus inversiones en renta fija. El gestor resume el año 2018 y ofrece sus perspectivas para el año que viene. Su recomendación: "Hay que ir en contra del rebaño".
¿Cómo resumiría el año 2018 ahora que está a punto de acabar?
Lo resumiría como un año muy complicado para la gestión, en todo tipo de activos, tanto la renta fija como al renta variable.
¿Esperaba que fuese tan difícil en renta variable?
No. Pensaba que iba a ser un año bueno en renta variable, como pensaba todo el mundo, o al menos un año razonable en renta variable. Esperaba un año en que los tipos de bonos soberanos iban a subir, y no han subido nada. Al revés, casi en el único sitio en el que se hubiera ganado dinero era en el 10 años alemán, cuando todo el mundo decía de tener cuidado con las duraciones, que, al final, no han sido nada peligrosas. Esto demuestra, una vez más, que los análisis macro se equivocan, y son dificilísimos de hacer previsiones. Entonces, esto que nos hace reafirmar la idea nuestra de stock picking, buscar cosas que tengan valor, que su valor intrínseco sea superior al precio que nos marca, y luego, ser pacientes. En un entorno de tipos negativos es conveniente ver las cosas con un poco más de perspectiva.
¿Cómo arrancan 2019? ¿Qué perspectivas tienen?
Arrancamos con una cartera extraordinariamente barata. En renta fija nos pagan unas rentabilidades de más del 5%: En el fondo mixto, con algo más de riesgo, nos vamos a rentabilidades cercanas al 7%, en el entorno de inflaciones bajísimas es una barbaridad (1,7% la ultima en España).
Y luego, seguimos vendidos de deuda publica española y alemana. A niveles totalmente irracionales desde nuestro punto de vista, en un país donde la deuda no ha disminuido en los últimos seis años, y donde se ve que hay un problema con las pensiones importante, que ya nos lo estamos encontrando. La deuda a 1,40% es francamente de difícil sostenimiento. Ahora que se habla de que ha habido en renta variable la subida de tipos en EEUU, un ajuste en valoraciones que ha llevado a una bajada de valoraciones en las ratios PER.
Desde luego si en algún sitio vemos alguna burbuja, o de verdad una inflación tremenda es en los gobiernos. El BCE, su balance ha crecido hasta un tamaño de 40% del PIB de Europa. Para la Fed que también creció mucho, subió hasta el 20%. Nos hemos ido al doble. Eso no sabemos como se va a desarrollar, pero preferimos estar cortos, vendidos de estos bonos, aunque nos esté costando en la valoración ahora. Hacer previsiones está muy bien, pero al final nosotros sí creemos que el mundo va a crecer.
No sabemos exactamente cuanto, y eso es bueno para las empresas. A nivel mundial. Con este entorno de tipos hay que seguir en activos de riesgo. Hay gestores que son unos artistas y a mejor consiguen estar fuera y luego entrar justo en el momento, pero ahora me cuesta ver una razón de peso por la que hay que estar fuera. Estados Unidos no tiene paro. Parece que van a seguir creciendo. Australia lleva creciendo 15 años. A lo mejor los ciclos ahora son un poquito más largos. Al final, ahora, con estas rebajas, es el momento de invertir. En las bolsas es diferente a las rebajas, ya que cuando empiezan, no va nadie. Es un poco absurdo pero es así. Y es justo cuando las oportunidades surgen. Ahora mismo en firmas automovilísticas, que tienen unas valoraciones que parece que vamos a ir todos en carro, y que no se venderán coches. La única que ha subido es Tesla.
¿Cree que el BCE va a ser el gran protagonista en 2019 para los mercados?
Pues, absurdamente, yo creía que todo eso el mercado se adelanta, en teoría. Pero realmente no se ha adelantado nada. El mercado no está descontando que hay una retirada de estímulos. También Draghi dice que va a estar ahí siempre, parece que hasta cundo se vaya del BCE va a seguir comprando bonos. Desde luego cuanto más caen las bolsas más suben los bonos de gobierno. Hay un flight to quality, que a mi me parece un poco absurdo, porque que la gente se está refugiando en deuda española a 10 años. Prestar a un país con unas dificultades de desapalancamiento tremendas. Se está demostrando que a los gobiernos les cuesta un montón recortar el gasto, que es muy difícil. Aquí la estructura de estado no deja de crecer. Bueno, pues nos financiamos al 1,40% y si caen las bolsas la gente compra eso, porque dice que ahí está protegida.
Creo que hay que mirar un poco más adelante. En febrero de 2016 vivimos una situación súper parecida. Fue más tremenda, porque el 10 años alemán se fue al -0,50%. Las materias primas cayeron porque China no iba a crecer. El petróleo se puso a 40 dólares porque parecía que ya nadie iba a consumir petróleo. Las cosas no son ni blancas ni negras. Ahí, cuando aparece el miedo, que ahora quizá todavía no ha aparecido del todo, es el momento de comprar. Hay que ir en contra del rebaño. Nosotros ahora tenemos unas carteras que hemos girado bastante a compañías de mayor calidad, porque están francamente baratas. Empresas muchas de ellas con mucha caja, y en sectores con grandes crecimientos. Tecnología, por ejemplo, nos parece que va a seguir habiendo un gran crecimiento. Con estas caídas nos han dado oportunidades de entrar en firmas como Amazon, reforzar las posiciones de Facebook, que han tenido recortes importantes. Y luego automovilísticas que están francamente a precios regalados, como Volkwsagen. Otras también lo están. Hemos elegido al final calidad: VW y BMW.