Wall Street sigue transitando por el camino de la amargura y no logra mantener una senda de estabilidad que contente a los inversores. La jornada, sin grandes datos económicos de relevancia, destacó por el desplome del precio del barril de petróleo.
Al cierre de las operaciones, el Dow Jones de Industriales se dejó un 0,4% hasta los 25.286,49 puntos, mientras el S&P 500 perdió un 0,15% hasta los 2.722 enteros y el Nasdaq Compuesto acabó plano hasta las 7.200,88 unidades.
El sector energético retrocedió un 2,39% y lideró las pérdidas, seguido de lejos por el sanitario (-0,68%) y el de los bienes de consumo básicos (-0,37%), mientras que los mayores avances fueron para el financiero (0,59%), el industrial (0,45%) y el de los servicios públicos (0,35%).
ExxonMobil, la mayor petrolera estadounidense, tuvo la mayor caída entre los treinta valores del Dow Jones con una pérdida del 2,29%. También sufrieron retrocesos notables su rival Chevron (-1,74%) y empresas de otros ámbitos como Boeing (-2,11%) o Pfizer (-1,34%). Del otro lado, Intel (1,59%), American Express (1,29%) y Proecter & Gamble (0,83%) registraron los mayores avances. Apple, que ayer había perdido más de un 5% por dudas sobre la demanda del nuevo iPhone, se dejó hoy otro 1%.
En otros mercados, el petróleo de Texas descendió a 55,69 dólares el barril y, al cierre de Wall Street, el oro bajaba a 1.202,6 dólares la onza, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años retrocedía al 3,143% y el dólar perdía terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,1286.