
"Somos la mejor casa en el peor de los vecindarios", reconoce a este periódico Alan Valdes, socio de Silverbear Capital, para justificar como, independientemente de lo que ocurra hoy en las urnas, a la bolsa americana todavía le queda brío para un último empujón de cara a fin de año.
Con un ojo puesto en el Capitolio, donde las principales mesas de inversión digieren ya un bloqueo legislativo, con una Cámara de Representantes liderada por los demócratas y un Senado en manos republicanas, eso sí, con una mayoría simple como hasta ahora, el pulso político que se avecine en Washington no resta protagonismo al músculo del consumidor estadounidense.
"Las elecciones legislativas no importan tanto a los mercados" señalan desde DoubleLine Capital, gestora de las estrategias US Total Return Bond de Nordea AM y US Bond Opportunities, donde inciden que durante el próximo año los inversores se centrarán mucho más en el curso de la política fiscal y monetaria, los beneficios empresariales y la política comercial.
De hecho, según explica Jay H. Bryson, economista de Wells Fargo Securities, al margen de lo que ocurra en la jornada electoral, "es improbable que los recortes de impuestos promulgados a fines del año pasado se deroguen o se amplíen significativamente". Recordemos que la reforma tributaria aprobada el pasado 22 de diciembre de 2017, junto con la relajación regulatoria han sido los motores que han acumulado una rentabilidad del 26% para el S&P 500 desde las elecciones presidenciales.
"A menos que la economía comience a desacelerarse notablemente, también somos escépticos de que las estrellas se alineen para otro aumento de gasto discrecional tan grande como el que aprobó el Congreso en el primer trimestre de este año", aclara.
Incluso si las urnas dieran a los demócratas pie para emprender algún tipo de juicio político contra el presidente de EEUU, Donald Trump, la volatilidad en el mercado sería relativamente limitad. La posible destitución del presidente será difícil de alcanzar ya que requeriría la participación de muchos republicanos, ya que se requieren al menos 66 votos en el Senado. Además, en 1998, cuando Clinton fue sometido al proceso de impeachment, el impacto en los mercados fue casi inexistente.
Los consumidores estadounidenses, ¿al ataque?
Independientemente de su militancia demócrata o republicana, los ciudadanos enfrentan la recta final de 2018 experimentando el mayor repunte salarial en casi una década mientras el consumo personal avanzó un 0,4% en septiembre y medio punto porcentual un mes antes. Paralelamente, con un 74% de los componentes del S&P 500 habiendo presentado ya sus cuentas del tercer trimestre, se estima que el crecimiento del beneficio alcanza ya el 24,9%, es decir, la segunda mayor marca desde el tercer trimestre de 2010.
Es importante tener en cuenta que en menos de tres semanas arranca la temporada de rebajas festivas, con el conocido como Viernes Negro, que espera acumular un desembolso de hasta 720.890 millones de dólares entre noviembre y diciembre, es decir, un avance del 4,8% con respecto al año pasado. "Gracias a una economía sana y una fuerte confianza del consumidor, creemos que esta temporada continuará reflejando el crecimiento que hemos visto durante el año pasado", concluye Matthew Shay, presidente de la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés).
Al mismo tiempo, la debacle bursátil del mes de octubre ha reducido las valoraciones del S&P 500 a un precio más razonable, con un múltiplo de 14,8 con respecto a los beneficios del próximo año, "el nivel más bajo en más de 2 años", destaca Christopher Dhanraj, director de estrategia de BlackRock. "Unos precios más razonables son una herramienta eficaz para que los inversores vuelvan de nuevo a la mesa", recalcaba en un informe distribuido entre sus clientes.
A la espera de que Walmart, Macy´s, Target y otras minoristas den a conocer sus cuentas correspondientes al tercer trimestre, Amazon, la mayor minorista online del país, dejó un sabor amargo con la presentación de sus cifras, especialmente con las proyecciones para los tres últimos meses del año, donde se incluye la temporada de rebajas. Las ventas del cuarto trimestre aumentarán entre un 10% y un 20%, hasta los 72.500 millones de dólares, mientras que los analistas esperan alrededor de 73.900 millones de dólares.
Si se materializasen los números que baraja la de Seattle, Washington, estaríamos hablando del crecimiento trimestral más bajo para Amazon desde al menos el inicio de 2016, ya que, en los últimos cuatro trimestres, las ventas de la compañía fundada y capitaneada por Jeff Bezos, crecieron entre un 29% y un 43%.
Es cierto que la inflación salarial, como el revés arancelario instigado por la Casa Blanca o las subidas de tipos de interés prometen mermar los márgenes de beneficio para las compañías estadounidenses, sobre todo de cara a finales de año. Sin embargo, desde Goldman Sachs, el equipo de estrategas liderado por David Kostin, mantiene su objetivo para el S&P 500 para finales de año en los 2.850 puntos, lo que supone un incremento del 4,5% desde los niveles actuales.
La Casa Blanca 'perjudica' a su partido
Históricamente, el partido en control de la Casa Blanca, en este caso los republicanos, han perdido una cantidad significativa de escaños en el Congreso durante las primeras legislativas del presidente en cuestión, en este caso Trump. Desde 1910, la pérdida media ha estado al menos 38 escaños, en las 16 de las 18 elecciones en las que el partido político en el Despacho Oval ha sufrido derrotas en las elecciones de medio término. Aún así, las bolsas suelen beneficiarse después de que los ciudadanos acudan a las urnas. Según estima Sam Stovall, director de inversiones de CFRA, que la media histórica indica, pero no garantiza, que un tercer trimestre favorable suele estar seguido por una rentabilidad de alrededor del 7,1% en el cuarto trimestre en los años de elecciones legislativas en el país. Dejando las elecciones a un lado, Stovall destaca que, desde los 90, la bolsa americana ha agraciado a los inversores con una revalorización del 5% de media durante el último trimestre del año, con resultados positivos en un 82% de las ocasiones.