
La bolsa española no fue una excepción a los descensos de las principales plazas europeas y el revés de este martes llevó al Ibex 35 a nuevos mínimos de 2016, en los 8.726 puntos. En un contexto de mercado muy negativo para la renta variable en el que las pérdidas anuales del selectivo rondan ya casi el 13% y nueve valores cotizan en mínimos de 2018, lo cierto es que las caídas del martes fueron inferiores en España, que solo cedió un 0,6%. La firma más bajista fue Cie, que se dejó un 4,4% arrastrada por el mal comportamiento de las automovilísticas tras los malos resultados que reportó Renault y la resaca del segundo profit warning (rebaja de estimaciones) en cuatro meses de Daimler la semana pasada.
El sector bancario sigue en el foco de los inversores y lo seguirá siendo, al menos, hasta el 5 de noviembre, cuando se conozca la decisión del Tribunal Supremo. Pero las dudas han llevado a todos los bancos del Ibex 35, con la excepción de Bankia, a cotizar en mínimos anuales. Una lista negra en la que también se encuentran ArcelorMittal, Meliá, Técnicas Reunidas e Indra. Los valores financieros soportan pérdidas en el año cercanas a un 30%, sólo superadas por las que sufren Dia -que se desploma un 83%-, y Mediaset -que se deja un 35% en el ejercicio-.
La abrupta caída del selectivo español en los últimos 10 meses se ha traducido en un veloz abaratamiento por su multiplicador de beneficios y un aumento de su rentabilidad por dividendo, lo que convierte al índice en el más atractivo por fundamentales.
Por cada cien puntos de caída, el índice regala al inversor una rentabilidad extra por dividendo de cinco puntos básicos
Si a comienzos de año se pagaban 13,2 euros por cada euro de ganancias de las firmas del selectivo, hoy se abona un 17% menos, 10,9 euros. Así, la bolsa española no se compraba tan barata desde agosto de 2012, justo después de la crisis de deuda europea. Aunque hoy se abona un 10% más que en el momento en que Draghi se comprometió a salvar el euro, la rentabilidad por dividendo ha seguido el camino inverso. En lo que va de año ha florecido desde un 3,9% hasta el 4,3% actual.
Por cada cien puntos de caída, el índice regala al inversor una rentabilidad extra de cinco puntos básicos (cien puntos básicos equivalen a un punto porcentual). Un rendimiento que se disparará hasta el 5% en 2020, según las previsiones que recoge FactSet; todo esto, en un escenario en el que no se prevé una caída de los beneficios empresariales.