
El presidente Donald Trump ha vuelto a culpar a la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) del actual desplome del mercado diciendo que está "fuera de control" por su política de subida de tipos. Además, ha lanzado una sería advertencia al presidente de la institución: "no lo voy a despedir, pero la Fed lo está haciendo muy mal".
Trump ha comenzado a jugar con el presidente de la Fed, Jerome Powell, a El Aprendiz, su último programa de televisión en el que despedía a los concursantes de su empresa. Por segundo día consecutivo ha criticado a la Reserva Federal por su política monetaria. Pero esta vez ha ido más lejos y ha lanzado un mensaje público a Powell: "No le voy despedir", como si le diera una oportunidad, pero ha dejado claro que el banco central de EEUU se está equivocando en subir tipos de interés.
Como buen promotor inmobiliario el paraíso está en una economía con tasas de interés bajas, donde endeudarse apenas cueste dinero. Y el propio Trump lo reconoce. "Las decisiones de la Fed me perjudican personalmente", ha dicho en un encuentro con periodistas en el Despacho Oval. El presidente mantiene un crédito de 300 millones de dólares con Deutsche Bank vinculado a interés variable.
Y también impacta negativamente a su Gobierno y su plan fiscal que buscaba una expansión económica en plena campaña electoral. La subida de tipos de la Fed implica meter en cintura a la economía para que no termine recalentada creciendo por encima de sus tasa naturales.
"La Reserva Federal está fuera de control y lo están haciendo mal", ha dicho el mandatario, después de afirmar ayer que "está loca", tras el desplome registrado en Wall Street. El presidente ha argumentado que el ascenso de tipos "no es necesario" y que tiene más conocimiento de tipos que la propia Fed.
El presidente de la Fed puede ser revocado por el presidente de EEUU, según los reglamentos de la institución
El presidente de la Fed puede ser revocado por el presidente de EEUU según los reglamentos de la institución, al igual que el resto de miembros. Pero la ley es bastante ambigua para que pueda producirse un despido directo al antojo de Trump.
Las críticas de Trump son un sorprendente giro a las prácticas y costumbres de sus antecesores recientes. Los presidentes durante más de dos décadas habían evitado los comentarios públicos sobre la política monetaria de la Fed como una forma de demostrar respeto por la independencia de la institución.
Antes del encuentro con periodistas, el principal consejero económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, aclaró tras las declaraciones de ayer que Trump nunca había "criticado" o "injerido" en la estrategia de la Fed. "Sólo da su opinión como una persona que está informada", declaró.