Salvados por la campana. Sólo el tañido final del timbre que marca el fin de la sesión bursátil pudo detener la caída sin freno que dominó Wall Street en la sesión del miércoles. Cuando a media sesión parecía que las pérdidas se estabilizaban, la volatilidad de la última hora de negociación hundió aún más a los principales selectivos.
Al cierre de la sesión bursátil, el Dow Jones de Industriales se dejó un 3,15% hasta los 25.603,08 enteros, perdiendo más de 800 unidades en el día y viendo ya lejanos los días de la semana pasada en que se buscaba romper por primera vez la barrera de los 27.000 puntos tras encadenar dos jornadas cerrando en máximos históricos. Se trata de su peor sesión bursátil desde la fuerte caída de febrero.
Por su parte, el S&P 500 se dejaba un 3,28% hasta los 2.785,75 enteros, encadenando su quinta jornada consecutiva a la baja, lo que supone su peor racha desde noviembre de 2016. Además, cae por debajo de su media móvil de los últimos 50 días, uno de los indicios que hablan de una tendencia bajista.
El tecnológico Nasdaq Compuesto vuelve a ser un día más el más perjudicado, con un descenso del 4,08% hasta los 7.422,05 puntos y se anota su peor jornada desde junio de 2016. En las últimas cinco sesiones supera el 7,5% de caída.
De hecho, algunas de las grandes firmas han sufrido pérdidas considerables. Netflix lideró las caídas del Nasdaq 100 con un 8,38%, seguida de NVIDIA, con un 7,48%. De los cien valores, sólo tres lograron concluir en positivo. Otras de las grandes de las tecnología también han entrado en el pozo, como Amazon (-6,15%), Apple (-4,63%), Twitter (-8,47%), Alphabet (-5,06%), Microsoft (-5,43%) o Facebook (-4,13%).
El resto de los sectores también acabaron en rojo, encabezados por el de las comunicaciones (-3,94%), el de los bienes no esenciales (-3,74%), el energético (-3,59%), el industrial (-3,47%) y el financiero (-3,04%). Solo bajó moderadamente, menos del 1%, el de las empresas de servicios públicos (-0,53%), vinculado a la reciente alza en la rentabilidad de la deuda pública.
La rentabilidad del bono estadounidense a diez años ha renovado sus máximos. En particular, el rendimiento del Tresaury ya alcanza el 3,242%. Sin embargo, bajaba ligeramente hasta 3,19 al cierre de Wall Street. El bono a 30 años, por su parte, marcó su máximo de cuatro años.
En la agenda del día, el índice de precios a la producción bajó dos décimas en septiembre al 2,6% interanual, por debajo de lo esperado. En términos mensuales, el índice de precios a la producción subió un 0,2% mensual frente al descenso del -0,1% de agosto.
En otros mercados, el petróleo de Texas bajó hasta 73,17 dólares el barril y al cierre de Wall Street, el oro repuntaba a 1.197,20 dólares la onza y el dólar perdía terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,152 dólares.
Las bolsas asiáticas acusan la inestabilidad
En Asia este escenario no ha pasado desapercibido. El Nikkei de la bolsa de Tokio cerró hoy con una caída de 915,18 puntos, un 3,89%, hasta situarse en 22.590,86 enteros. El segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 62 puntos, un 3,52%, hasta 1.701,86 unidades.
Los inversores asiáticos también siguen preocupados ante el temor de que la tensión comercial entre Estados Unidos y China afecte a las ganancias corporativas, lo que provocó que se extendieran las solicitudes de venta.