Bolsa, mercados y cotizaciones

El bono de EEUU rebasa el 3,2% de rentabilidad y se acerca a una zona que puede desencadenar ventas masivas

  • El mercado solo tolera las subidas si son paulatinas y progresivas
  • Los inversores no tienen clara la ruta de la Fed para 2019

Este jueves la bolsa norteamericana revivió los momentos de pánico que ya atravesó en el mes de febrero por el repunte de la rentabilidad del T-Note. Con el interés del papel de EEUU por encima del 3,2% -en máximos no vistos desde 2011-, todas las alarmas se encendieron en el mercado y los analistas advierten de que en estos niveles la tolerancia al riesgo de los inversores podría estar al borde de tocar a su fin.

"En el arranque del año estudiamos los repuntes del bono americano y las subsecuentes caídas de al menos el 5% en bolsa. Encontramos que cuánto más gradual es la subida, más alto debe subir la rentabilidad para generar dolor en las bolsas. Y nuestro análisis sugiere que ahora estamos en una zona donde los tipos pueden desencadenar ventas masivas (sell-off)", explican desde UBS. Wall Street emite las primeras señales de alarma.

Desde los mínimos del mes de agosto, el rendimiento de la deuda norteamericana a 10 años ha repuntado en 40 puntos básicos, lo que ha provocado pérdidas por precio del 3,3%. "Pensamos que la combinación de unos datos de crecimiento muy sólidos, unas robustas ganancias de las bolsas, una subida del precio del petróleo y la mejora del crecimiento global han catalizado el movimiento", aseguran desde la entidad helvético.

¿Y a partir de ahora?

Una vez que el bono norteamericano se ha situado en la zona de alarma, la pregunta clave para los inversores radica en si seguirá con su escalada o si esta estará próxima a su fin en caso de que desate una ola de ventas en bolsa y los inversores busquen refugio en un bono que no ofrecía un interés tan alto desde hace 7 años.

"El repunte de los tipos y del dólar puede extenderse en el corto plazo, pero solo si hay tolerancia al riesgo. La otra alternativa es que siga subiendo pero que el crecimiento global también se sostenga y la deuda de otros países también aumente su interés", señalan en UBS, si bien creen que "es probable que la rentabilidad del bono americano toque techo en los próximos 12 meses y cuánto más alto nos movamos desde aquí, más cerca estaremos de alcanzar ese nivel".

Una de las principales variables que marcará el camino del bono norteamericano estará en el ritmo de subidas de tipos de la Reserva Federal. La entidad ha telegrafiado otro alza en el precio del dinero antes de que acabe el año -para situar los tipos entre el 2,25 y el 2,5%- y el mercado ya ha comprado que esta se producirá en septiembre. Menos claras están las perspectivas para el próximo año, para el que apenas se descuentan dos alzas de tipos.

"No nos sorprendería que el bono subiera un poco más en la primera mitad de 2019 (…), pero nuestra expectativa es que el rendimiento retroceda hasta el 2,5% en la segunda mitad del próximo año. Aunque el mercado espera que el banco central suba los tipos un poco más, pensamos que la Fed parará por las señales de que la economía se está ralentizando por debajo de su potencial. Y sospechamos que recortará los tipos de manera significativa en 2020 para prevenir una recesión", advierten en Capital Economics. 

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