
Quince meses después, los especuladores vuelven a posicionarse en contra del euro en su cruce con el dólar. La última vez que los contratos bajistas de futuros no comerciales sobre la divisa común superaron a los alcistas fue en el arranque de mayo de 2017, justo antes de que el socioliberal Enmanuel Macron espantara al fantasma del populismo de la eurozona con su victoria ante la ultraderechista Marine Le Pen en las elecciones presidenciales de Francia. Entonces, el euro se intercambiaba por 1,09 dólares, un 5% por debajo de los 1,15 dólares en torno a los que se mueve actualmente. Distintas voces advierten ya de que este nivel no es un objetivo descabellado.
Desde aquel simbólico triunfo del europeísmo de Macron, los inversores con afán especulativo y los fondos de cobertura -hedge funds- acompañaron la escalada de la divisa común, que llegó a intercambiarse por 1,25 dólares el 1 de febrero de este año -máximo no visto de finales de 2014-, elevando su apuesta alcista sobre el euro paulatinamente, hasta convertirla en la mayor de la historia el 17 de abril de este mismo 2018.
Poco después, la divergencia entre la Reserva Federal (Fed) -que desplegó en marzo un detallado plan de subidas de los tipos de interés-, y el Banco Central Europeo (BCE), -que no los tocará hasta, por lo menos, después del verano de 2019-, y las ínfulas proteccionistas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se hicieron visibles en el mercado de divisas, donde el dólar arrancó un rally alcista que es actualmente de cerca del 7% frente al euro.
Mientras, el número de los contratos bajistas sobre la moneda en el mercado de derivados de Chicago fue menguando -ver gráfico-, hasta que el pasado martes se quedó por debajo de los alcistas -concretamente hay 1.789 contratos más a favor del dólar-, apuntando a mayores caídas del euro, a pesar de que en los últimos días ha rebotado desde el mínimo anual que marcó en los 1,134 dólares el 14 de agosto.
"El euro avanzó este martes frente al dólar por quinto día consecutivo recuperándose del suelo anual de la semana pasada y, sin embargo, según los mercados de derivados, este rebote de la moneda común podría ser tan sólo temporal, puesto que el ratio entre las opciones de compra y venta sobre el par euro/dólar indica un precio más bajo", reconoce el equipo de analistas de Monex Europe.
"Es demasiado pronto para poner fin al rally del dólar", coinciden en JP Morgan Asset Management, donde explican, según recoge Bloomberg, que "el billete verde se ha fortalecido en los últimos meses al convertirse en refugio por las tensiones comerciales, por el mayor crecimiento de la economía de Estados Unidos y por el mejor rendimiento de la renta variable de Wall Street".
"Trump le ha metido tal chute de vitaminas a la economía norteamericana que está muy fuerte y hace que la Fed tenga que subir los tipos de interés -para evitar un repunte inesperado de la inflación-, lo que atrae a los inversores hacia el dólar", observa el estratega de mercados Víctor Alvargonzález, quien detalla que "el principal motor de la divisa estadounidense es el incremento del precio oficial del dinero", ya que, según aclara, "genera un diferencial de tipos favorable al colocar capital en dólares".
Por otro lado, "cada vez que va a más la guerra comercial, va a más la cotización del dólar", añade el experto. Sin duda, es un factor clave que ha estado y está detrás del resurgimiento del billete verde. "El uso que está haciendo Washington de las sanciones económicas y de los aranceles como un arma de política exterior se está extendiendo a los mercados de divisas", aseguran, también, desde el equipo de análisis de ING.
"La guerra comercial incrementa la fortaleza del dólar", continúan desde la gestora de JP Morgan. "La divisa norteamericana está actuando como cobertura contra el riesgo de un conflicto arancelario abierto", concluye Víctor Alvargonzález.
El riesgo populista
Además, la debilidad extra mostrada por el euro tiene su origen en el mismo riesgo populista que Macron parecía haber ahuyentado en mayo de 2017. "Los inversores vuelven a estar preocupados por la situación política", advierte la firma de inversión AFEX, que recuerda el discurso antieuropeo del Gobierno de Italia, que "aprovechó la catástrofe del puente de Génova para resaltar la austeridad a la que había sometido la Unión Europea al país y aplicar así un plan de infraestructuras que estará entre los 33.000 y los 50.000 millones, equivalente a entre 2 y 3 puntos del PIB del país, lo que desafiaría los parámetros del Tratado de Maastricht sobre el déficit público en relación al PIB, y que además piensa contar con el apoyo del BCE para que continúe con su programa de recompra de activos".
Por último, la semana pasada, la divisa comunitaria se vio lastrada por la crisis de la lira turca y por el temor de que se multiplique en otros mercados emergentes, como el del rand sudafricano, el rublo ruso o el peso mexicano. El propio BCE expresó su preocupación por el estado de los bancos en España, Italia y Francia debido a su exposición a Turquía y otros países que podrían verse contagiados.
"El euro se enfrenta a muchos problemas, mientras que el dólar se está fortaleciendo, ya que la Fed está en un ciclo de alza de tipos y los recortes de impuestos de EEUU están impulsando la economía y los mercados de acciones. Como inversor, ¿dónde colocaría su dinero? En la eurozona, con tasas de interés negativas y muchos problemas por venir o en Wall Street, con tipos crecientes y una economía en auge. Lógicamente, las probabilidades sugieren que veamos un euro/dólar más bajo en el corto y en el medio plazo", finaliza AFEX.