
El clima de tensión que atraviesa el mercado europeo por el fuego cruzado entre EEUU y China a causa de la guerra comercial –a la que se ha sumado recientemente la Unión Europea– ha generado una inestabilidad ante la que los inversores han decidido deshacerse de la renta variable en el peor momento de lo que va de ejercicio, coincidiendo con el cierre del primer semestre del año.
Los inversores tratan ahora de interpretar los mensajes contradictorios que en las últimas horas se han lanzado desde la Administración Trump tras conocerse los presuntos planes del Ejecutivo para prohibir las inversiones de China en empresas tecnológicas estadounidenses. Primero, por las palabras del secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, asegurando que las restricciones irán más allá de China y después, la intervención del asesor económico de la Casa Blanca, Peter Navarro, saliendo a escena para minimizar el primer recado.
Pese al cierre mixto de ayer en Europa –sólo el Ibex y el Ftse Mib lograron escapar a las pérdidas–, los pronunciados descensos de las últimas semanas han llevado a la bolsa europea a quedarse a un 3% de los 3.260 puntos, su mínimo anual. Es decir, la zona de pánico donde por técnico, las bolsas –como termómetro adelantado de la economía– podrían estar descontando que ésta va a ser duramente castigada por la guerra de aranceles y que podría terminar en recesión. Un nivel que en el S&P 500 se encuentra algo más alejado, a un 7% y que suponen el soporte urbi et orbi de los mercados mundiales.
A falta de tres sesiones para cerrar el semestre, las principales bolsas continentales ahondan las pérdidas y se dejan, de media, un 3% en lo que va de año. El selectivo que más retrocede en este periodo es el Dax alemán –penalizado por la guerra comercial por su carácter exportador–, que cae algo más de un 5%, seguido del Ibex y el EuroStoxx 50, que corrigen en torno a un 4%.
Las caídas han llevado a todas las plazas a abaratarse por PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio) en este periodo entre un 6% y un 9%. El Ibex, que desde la crisis política por el 1-O en Cataluña ofrecía el menor multiplicador de beneficios de las bolsas de la zona euro, ya no es la más barata por esta ratio. Ahora se sitúa en las 12,3 veces, frente a las 13,2 veces en las que arrancó el ejercicio, según los datos recogidos por FactSet. Dicho de otro modo, en el caso de que las empresas del Ibex repartiesen sus ganancias entre sus accionistas, los inversores tardarían algo más de 12 años en recuperar su inversión a través de esos beneficios. El índice alemán se negocia a un multiplicador de beneficio más bajo, en las 12 veces.
Estimaciones sin deterioro
El motivo de que así sea es que, al mismo tiempo que ha sufrido la cotización del índice, el crecimiento del beneficio no se ha deteriorado. En el mercado español se espera uno de los mayores incrementos de beneficios de la eurozona este año frente a 2017, por detrás de la bolsa francesa, donde aumentarán alrededor de un 20 %. Según el consenso de mercado, las cotizadas españolas se embolsarán este año unos 47.676 millones de euros en concepto de beneficios, un 15% más que el año pasado.
El optimismo en las previsiones ha contribuido a que el índice se haya abaratado en los últimos 12 meses. Solo en el último ejercicio lo ha hecho en un 12,6%, al pasar de un PER de 14 veces que se pagaba hace un año, a las 12,3 que se requieren hoy. Las empresas que más aportarán a las ganancias del selectivo son Santander, BBVA, ArcelorMittal, Telefónica e Inditex, que esperan unas ganancias entre 3.500 millones y 7.800 millones de euros para este ejercicio, según las previsiones. Sin embargo, las compañías que más verán crecer su beneficio neto respecto al año pasado son los bancos, Gas Natural, IAG, Telefónica, Cie y Repsol, que aumentarán sus ganancias entre un 20% y un 60%.
"Pasado el verano se acabará entendiendo que el proteccionismo es un asunto bilateral entre EEUU y China, no un riesgo sobre el ciclo global", señalan desde Bankinter, que presentó ayer sus perspectivas para el tercer trimestre del año. Según los expertos de la entidad, los inversores deben acostumbrarse a este contexto de rentabilidades bajas, que consideran "normal" en el actual momento del ciclo. Así, defienden que en la última parte del año llegará la normalización en las bolsas, que ahora están bloqueadas ante la incertidumbre.
Por otro lado, critican que se haya extendido la idea de que el proteccionismo surge desde Estados Unidos y afecta a todo el mundo. "Está más bien dirigido a China, y aunque afecta a otros países, como a Europa, el impacto sobre el crecimiento no es muy importante".