Bolsa, mercados y cotizaciones

Solo la renta fija pública salva un pobre semestre en la cartera de los inversores

  • Los perfiles defensivos retroceden un 0,84% en el año
  • El bono alemán sube más de un 1% en 2018 y el español casi un 3%
Foto: Archivo

No está siendo un semestre sencillo para acumular rentabilidad en las carteras. Casi todo gira en torno al 0%. A falta de dos semanas para acabar la primera parte del año, las bolsas europeas pierden un 1% -el Ibex cede un 2,7%- en un contexto en el que la guerra comercial sigue muy presente, mientras la pequeña alegría la da ahora la renta fija. Pese a que se asumía un año complicado por el cambio en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), la deuda pública a largo plazo logra aguantar en positivo, algo que tampoco consigue la mayoría de bonos corporativos.

La cesta de deuda de la zona euro que recoge el índice Bloomberg Barclays Euro Aggregate se mantiene totalmente plana en 2018, pero si se mira un indicador homólogo de papel soberano europeo el resultado es una ligera subida del 0,32%. Este avance responde a un alza en los precios de los bonos públicos, donde en muchos casos las ganancias son más abultadas. Con la deuda alemana a 10 años, por ejemplo, se obtiene un 1,1% por precio desde enero y con la española con el mismo vencimiento se gana casi un 3%.

No ha sido así durante todo el año. Con los bonos españoles a una década llegó a perderse un 0,46% a finales de mayo, cuando la formación del nuevo Gobierno italiano despertó los temores a una salida del euro y a una nueva crisis de deuda en la región. Pero la tranquilidad volvió a imponerse la semana pasada, después de que Mario Draghi, presidente del BCE, adelantase los planes de la institución para retirar su programa de compras de deuda soberana y corporativa en diciembre. Lejos de provocar una oleada de ventas en la renta fija, que se quedará sin el que ha sido en los últimos años su principal comprador, en el mercado calaron dos mensajes.

Por un lado, que aunque el BCE no imprimirá más dinero nuevo, seguirá reinvirtiendo lo que obtenga de los cupones y los vencimientos, por lo que el QE no acaba como tal. Y, por otro lado, la deuda no recibirá la presión del inicio de una subida de tipos "al menos" durante el verano, es decir, que se retrasa la expectativa que muchos descontaban antes. "Tenemos tipos de interés bajos por mucho tiempo aún en Europa. Esto equivale a decir que el repunte de rentabilidades que se han producido en los bonos este año (presionados por la subida de Estados Unidos) ha sido una buena oportunidad de compra y no el inicio del estallido de la burbuja de renta fija que muchos analistas vienen anunciando desde hace tiempo", apuntan desde Unicorp.

Los inversores compraron también la idea de "más tiempo" en la deuda corporativa, cuyos precio repuntan desde la semana pasada. No obstante, la cesta de bonos corporativos que recoge Bloomberg aún corrige un 0,34% en el año. Lejos, eso sí, de la caída del 3,2% que sufre a nivel mundial.

Aunque las familias españolas no invierten directamente a través de renta fija, ya que solo un 1,6% del ahorro financiero se encuentra en bonos, este activo sí que forma parte de la mayoría de fondos de inversión más conservadores, que es donde se concentra, además, el grueso de los inversores en España. De este modo, a cierre de mayo, los fondos de renta fija puros y los mixtos que dedican la mayor parte de su patrimonio reúnen casi el 25% de todos los partícipes de fondos en nuestro país, lo que se traduce en 2,7 millones de inversores frente a los más de 11 millones que canalizan sus ahorros a través de estos vehículos, según datos de Inverco.

Con el saldo de muchos índices europeos en negativo en lo que va de año y sin grandes rentabilidades en la deuda pública, salvo excepciones, como la española, los perfiles más conservadores son los que más sufren este semestre y los únicos en negativo en lo que va de año, con pérdidas medias del 0,84%, según Morningstar, que es lo que retroceden los fondos mixtos más defensivos que dedican como mucho un 30% de su cartera a invertir en bolsa.

A partir de ahí, a medida que un inversor se atreve a asumir más riesgo, el saldo en el año tiende a mejorar, aunque, en el mejor de los escenarios, la rentabilidad con la que deben medirse las carteras más agresivas, las que mantienen una exposición a la renta variable mínima del 65%, roza únicamente el 1%.

Los fondos, en pérdidas

A pesar de que la deuda pública europea es de las pocas que mantiene el tipo este año, con rentabilidades positivas gracias a las subidas de sus precios, los fondos que invierten únicamente en este activo no se escapan de los números rojos este ejercicio, en parte por el papel que juegan las comisiones. Así, los 69 productos al alcance del ahorrador en el mercado español pierden medio punto, de media, este año. De todos ellos, solo una decena de productos escapa de esta fotografía y, a diferencia de la mayoría, logra retornos positivos que van del 0 al 0,9%.

Invertir en un fondo que busca oportunidades en la deuda que emiten las empresas conlleva perder aún más. Existen más de cien fondos de este tipo en España y únicamente tres resisten en positivo desde enero, según datos de Morningstar, con rendimientos que oscilan del 0,16 al 0,61%. Pero son, no obstante, una rara avis, ya que esta categoría retrocede, de media, un 1,06% en el primer semestre del año. Más que el índice que agrupa esta deuda.

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