Bolsa, mercados y cotizaciones

El coste de cubrirse de un repunte del euro alcanza un 3%, máximos de 2014

  • Los brókeres se comen el interés del bono a 10 años de EEUU
  • Al inversor europeo le renta más un bono alemán que proteger la divisa

El coste de cubrir el impacto del tipo de cambio con futuros sobre el cruce entre el euro y el dólar se sitúa en máximos de los últimos cuatro años ante la expectativa de que la moneda común repunte frente al billete verde en el medio plazo, impactando negativamente en las cuentas de las compañías de la eurozona más exportadoras y dolarizadas y en las rentabilidades de los inversores y gestoras con parte de su cartera de activos financieros en divisa estadounidense.

El precio de estos derivados con vencimiento trimestral se sitúa alrededor del 3% para coberturas a un año, según la media de los datos de los brókeres que reúne Bloomberg. Esta cifra no se alcanzaba desde noviembre de 2014 -ver gráfico- en esta referencia. "Una mayor demanda de coberturas de los diferentes agentes económicos expuestos al billete verde ha incrementado los costes de realizar esta operación financiera al ampliarse el diferencial entre el precio al que se compran los futuros que cotizan sobre el par y el precio al que se venderán en el plazo correspondiente", explica Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis.

El euro retrocede casi un 6% desde los 1,25 dólares a los que llegó a intercambiarse en enero de este año -volviendo a niveles de noviembre de 2014- y ya cotiza en mínimos no vistos desde diciembre de 2017, por debajo de los 1,18 dólares. Esta depreciación ha sido recibida con entusiasmo por las empresas europeas más dolarizadas, las cuales de media se están comportando mejor en bolsa que los índices de referencia y a las que los analistas han ido incrementando las estimaciones de beneficio para el presente ejercicio en las últimas semanas.

Sin embargo, cada vez son más las voces en el mercado que advierten de que el euro recuperará parte o todo el terreno perdido con el billete verde en el medio plazo, provocando el impacto contrario. Es precisamente este riesgo el que ha disparado la demanda de coberturas, elevando el coste.

Gestionar este riesgo "tiene que ser una preocupación siempre", observa José Morales, socio de EY y profesor del IEB, quien apunta, eso sí, que para hacer una buena cobertura del cruce euro/dólar primero hay que preguntarse "si la pérdida máxima por el impacto del tipo de cambio es tolerable". "Y si compensa hacerlo o no", añade Tomás García Purriños, de Morabanc.

De hecho, en este momento, incluso después de que el bono soberano de Estados Unidos a 10 años haya superado definitivamente la barrera psicológica del 3% de rentabilidad, el coste de cubrir el riesgo divisa para un inversor de la eurozona se come este interés. "Ante costes de cobertura en el 3%, al inversor de la eurozona le son más atractivos los activos en euros, aunque el Bund alemán ofrezca una rentabilidad del 0,64%", reflexiona Ignacio Perea, experto de Tressis.

Al mismo tiempo, Álex Fusté, economista jefe de Andbank, remarca que precisamente tras haberse alcanzado el 3% en el papel norteamericano -por primera vez desde 2014 ocurrió en abril de este año-, "se desencadenó una reacción de manual en el mercado de divisas, con el índice dólar -mide la evolución del billete verde en sus cruces más negociados- llegando a avanzar casi un 4,4%, ya que muchos inversores de países emergentes vieron y ven en esos niveles de interés en dólares unas condiciones suficientemente favorables".

Los datos macroeconómicos, clave

También han sido claves en este escenario los últimos datos macroeconómicos conocidos -más positivos en Estados Unidos que en el Viejo Continente-, la expectativa de un mayor ritmo de subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) y el regreso de la incertidumbre política a la eurozona. "Lo que está pesando más en las últimas jornadas es el caos político en Italia, con el Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte negociando un programa de gobierno euroescéptico y económicamente expansivo", apunta desde Afex.

Pese a este contexto en el corto plazo y a la naturaleza imprevisible del mercado de divisas, hay un consenso bastante amplio en el mercado, tanto por los fundamentales como por su aspecto técnico -ver apoyo-, que sostiene la hipótesis de que el actual cruce está desequilibrado y que el euro está infravalorado a los niveles de hoy.

Las estimaciones de los analistas que recoge Bloomberg apuntan a que el par cerrará el año en 1,26 y alcanzará 1,30 al final del ejercicio siguiente. En la misma línea, los inversores y fondos que negocian los futuros que cotizan sobre el cruce del euro con el dólar con afán especulativo -no comercial-, en el mercado de derivados de Chicago, tienen su posición neta en el entorno de máximos desde que estallara la crisis en 2007. Es decir, son alcistas para la divisa comunitaria.

comentariosicon-menu0WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedin
arrow-comments