Bolsa, mercados y cotizaciones

Crecimiento o valor, los vinilos que mejor suenan dentro de cada estilo

Hace 50 años, Beatles y Rolling Stones se enfrentaban en las listas de éxitos. Ahora 'value' y 'growth' demuestran que para que una idea sea más fuerte es necesario un antagonista.

La batalla entre los Beatles y los Rolling Stones ha estado presente en el imaginario musical desde que ambas bandas cruzaron su camino en las listas de éxitos hace ya 50 años. Entonces, se definía al cuarteto de Liverpool como un grupo pop y se encuadraba a la banda cuyas raíces se situaban en los barrios londinenses como una banda de rock.

Más allá del debate sobre si esta rivalidad fue creada de manera ficticia por los medios de comunicación o existió también entre los componentes de ambos grupos, lo que está claro es que ambas bandas han supuesto una importante influencia en el estilo musical -y casi de vida- de varias generaciones. En el caso de la gestión también aparecen dos estilos contrapuestos como son el valor y el crecimiento. Los gestores value cada vez alcanzan más fama y van ganando cuota -aunque lentamente- en España y al otro lado del Atlántico el growth se ha convertido en el rey de la mano de una tecnología que ha llevado a los índices de Estados Unidos a máximos históricos.

Aunque no existen unas reglas fijas para distinguir una compañía growth de una que es value, sí que hay ciertos criterios que son aceptados de manera general y se miran variables como el historial de aumento del negocio y las perspectivas futuras, los múltiplos de la cotización y el dinero destinado a dividendo o a inversión. "Las acciones valor están encuadradas en sectores maduros, recurrentes, con mayor visibilidad, menor crecimiento en ventas y que en general tienen mayores barreras de entrada", señalan en Bankinter. "Mientras, las acciones de crecimiento son de empresas en fase de expansión. Se caracterizan por operar en mercados cambiantes, con mucha competencia pero son compañías que si triunfan de manera clara presentan un producto de gran valor añadido", concluyen en la entidad.

Desde los mínimos marcados tras el Brexit, el índice MSCI Europe Value -que agrupa a los títulos valor de la región- logra un rendimiento cercano al 29 por ciento, casi 11 puntos de rentabilidad más que la conseguida por su homólogo que aglutina a las firmas de crecimiento.

Igual que se puede disfrutar tanto de Hey Jude como de Sympathy for the Devil, ambos estilos de inversión, pero ¿cuáles son los vinilos que hay que elegir para sacar el máximo rendimiento a las dos formas de invertir?

Las mejores firmas 'value' de España

Al hacer una radiografía del mercado español, la lista de compañías valor es sustancialmente más larga que la de empresas que están enfocadas al crecimiento. Sin ir más lejos, el Ibex 35 agrupa los criterios más básicos para calificarlo como más inclinado al value que al growth: ofrece una rentabilidad por dividendo del 4,1 por ciento -la más alta de las bolsas de la eurozona-, las firmas del selectivo reparten de media a sus accionistas el 62 por ciento de sus beneficios y es el segundo índice más barato por PER (veces que se recoge el beneficio en el precio), con 12,9 veces. Pero, ¿cuáles son las mejores opciones para empezar a construir una cartera?

La estrella entre las empresas de la bolsa española que encajan en esta definición -según los índices de Stoxx y MSCI- es Merlin Properties. La compañía distribuye el 80 por ciento de su beneficio en forma de dividendo -ofrece una rentabilidad del 4 por ciento- y, a pesar del buen momento que vive en el inmobiliario, la propia empresa ha advertido que los tiempos del crecimiento a doble dígito del NAV están tocando a su fin. Sin em-bargo, los analistas siguen viendo valor en los títulos de la firma, que se revalorizan un 10 por ciento en el año. "Nuestra valoración implica un potencial del 15 por ciento. La compañía aporta una elevada visibilidad y su dividendo supone una protección ante un hipotético aumento de la inflación", explican en Bankinter.

La segunda mejor opción en este abanico de empresas es Acciona. El holding controlado por los Entrecanales ofrece aún un crecimiento anualizado del 4 por ciento en beneficio bruto entre 2018 y 2020. Además, cuenta con la clara opción de cristalizar parte de su valor mediante posibles desinversiones toda vez que sus ganancias cotizan con un descuento del 28 por ciento frente a su media histórica. "Durante los últimos años ha simplificado su porfolio de manera significativa. Y vemos este proceso con un catalizador clave para que pueda revalorizarse", señalan en el equipo de análisis de Goldman.

La tercera en la lista es CAF. La firma se está beneficiando de un buen momento de contratación de vagones a nivel global para ir incrementando su cuenta de resultados y recuperar unos márgenes que aún se encuentran en niveles deprimidos. Su margen neto tocó suelo en 2016 en el 2,7 por ciento y tras rozar el 3 por ciento el pasado año, se espera que este ejercicio lo incremente al 5 por ciento, su nivel más alto desde 2013 pero aún muy lejos de los picos precrisis de doble dígito. Todo esto le vale un consejo de compra.

Mientras, dos clásicos de la bolsa española que lucen sendas recomendaciones de compra completan el quinteto: Iberdrola y Banco Santander. Ambas son habituales en las carteras de los inversores -con 600.000 y 4 millones de accionistas, en cada caso- y también se cuelan entre los favoritas de los analistas con potenciales que en ambos casos superan el 10 por ciento. Además, el banco ofrece una rentabilidad por dividendo del 4,1 por ciento -en línea con el Ibex- y la eléctrica del 5,3 por ciento.

El 'growth' en España

Al buscar dentro del mercado en España, las compañías que se pueden encuadrar en el concepto growth escasean. A nivel global estas han arrasado durante los últimos años -con la tecnología como abanderada- y el motivo de este mejor comportamiento se encuentra en su escasez. "Hasta finales del año 2016 la recuperación económica era muy débil y continuamente decepcionaba las expectativas. Y los inversores recompensaban a estas compañías porque eran pocas y estaban preparados para apoyar y premiar a aquellos sectores que se percibían como capaces de cumplir con las expectativas de crecimiento", señalan desde Goldman. Bajo esta premisa, en el mercado español también cuesta encontrar compañías que encajen en este perfil con buena recomendación, pero todavía hay un pequeño reducto que ofrece una oportunidad atractiva al inversor.

La firma que mejor encaja en este concepto es, probablemente, Cellnex. El sector está inmerso en un proceso de concentración en Europa en el que la catalana pretenden convertirse en el principal player y comerse a sus rivales antes de que una gran compañía norteamericana la absorba. Con el ruido accionarial de fondo -Abertis controlaba el 34 por ciento de la compañía- los bajistas asedian a Cellnex -controlan el 9,5 por ciento del capital-, pero los analistas siguen confiando en ella. "Pensamos que es probable que sea una parte activa -y se beneficie- del proceso de consolidación en un mercado de torres fragmentado y poco maduro.

Y también que tiene margen para reducir costes en Italia y aumentar la ratio de alquileres, lo que debería llevar a un aumento del ebitda", explican en Barclays. Entre 2014 y 2017, casi ha duplicado su beneficio bruto y de cara a 2019 se espera un aumento cercano al 50 por ciento con respecto al resultado del pasado año, una cifra que podría engordar más al calor de las operaciones corporativas.

En esta lista también se cuelan dos hoteleras, como NH Hotel y Meliá Hotels. Esta última es la favorita entre los analistas, que le otorgan un recorrido al alza que se acerca al 20 por ciento hasta su precio objetivo. Durante los últimos años, la compañía ha logrado ir mejorando los resultados y los expertos esperan que continúe la mejora de sus cuentas: el beneficio por acción de la compañía crecerá un 25 por ciento hasta 2020 a un ritmo anualizado del 8 por ciento.

"Nuestra expectativa para el medio plazo, coincidiendo con la de la empresa, sugiere que los márgenes deberían seguir ampliándose, ganando consistencia y solidez", explican en Bankinter. En el caso de NH Hotel, sus movimientos han estado condicionados por el ruido corporativo que viene girando en torno a la empresa durante los últimos años. Más allá de esta oportunidad, la empresa parece lista para lograr otro salto en sus ganancias. En 2017 batió todas las expectativas y volvió a beneficio neto, con una ganancia de 31 millones. De cara a 2018 se espera que triplique este resultado y que los dos próximos años crezca por encima del doble dígito. "Como es obvio, la visibilidad para esos años es más reducida. Pero la previsible evolución favorable de la economía y la inercia de los hoteles reformados juegan a su favor", explican en Sabadell.

La cuarta y la quinta posición la ocupan IAG y Gestamp. La primera cuenta con una clara recomendación de compra y los expertos esperan un aumento de sus beneficios a un ritmo anualizado del 11 por ciento entre 2017 y 2020. Mientras, Gestamp es la única de todos los valores analizados que no cuenta con un consejo de compra -es un mantener-, pero tiene la historia de crecimiento más atractiva del mercado: su beneficio bruto ha crecido a un ritmo anualizado del 20 por ciento durante las últimas dos décadas. Ahora la firma fía la continuación de su historia de crecimiento a la externalización en el sector del automóvil, lo que, en opinión de los analistas, le permitirá aumentar el ebitda a un ritmo del 10 por ciento hasta el año 2020, hasta rozar los 1.200 millones.

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