
El fin de ciclo para las denominadas Faangs (Facebook, Apple, Amazon, ahora Netflix y Google, hoy Alphabet) era uno de los riesgos previstos para este 2018. Uno de los cisnes negros que vaticinó el mercado mucho antes de que el presidente de EEUU, Donald Trump, iniciara su cruzada contra Amazon.
Es lo que los expertos de Natixis calificaron a comienzos de año como "la desilusión por la revolución tecnológica", basada en compañías que podrían dejar de ser vistas como "las creadoras de valor y de disrupción en el mercado" ante un previsible cambio en el sentimiento tanto de sus propios consumidores como de los inversores.
Tres meses más tarde sus problemas se pueden cuantificar. El escándalo de la venta masiva de datos por parte de Facebook y los intentos de regular la fiscalidad de las compañías tecnológicas en la Unión Europa se suma al menor impacto que, según el consenso, tendrá la reforma fiscal implementada por la Administración americana este mismo año, que rebaja de manera oficial la tasa efectiva –que no real- a las sociedades del 35% al 25%. "Desde un punto de vista macroeconómico, no solemos centrarnos en sectores particulares, pero la cuestión es que estas grandes compañías tecnológicas se han convertido en una parte importante de los mercados y en un catalizador del sentimiento inversor. A lo largo de 2017, las cinco mayores tecnológicas fueron responsables de entorno al 40% del aumento de la capitalización en el índice Nasdaq", apuntan desde Barclays en un informe en el que señalan a este sector como uno de los riesgos "que deben monitorizar los inversores en los próximos meses". Este martes, precisamente, está previsto que un nuevo miembro se incorpore al grupo de las Faangs con la salida a bolsa de Spotify.
En este contexto, desde el 1 de enero los analistas han mejorado un 9,8% su previsión de ganancias para las 20 mayores firmas del S&P 500, excluidas las Faags, hasta cerrar el ejercicio con un beneficio neto conjunto de 264.250 millones de dólares. Esta mejora multiplica por tres la que experimentan, de media, Facebook, Apple, Amazon, Alphabet y Microsoft, cinco de las seis mayores compañías por capitalización del selectivo americano junto al holding de Warren Buffet, Berkshire Hathaway. El consenso ha elevado un 3,1% su previsión de beneficio para ellas en 2018, hasta los 140.280 millones de dólares.
La brecha en las estimaciones se reduce ligeramente de cara a 2019 para cuando las previsiones han mejorado en el trimestre un 9% para los gigantes del S&P 500 –hasta los 283.460 millones de dólares- frente al 5% de subida que han experimentado en el caso de las tecnológicas –hasta los cerca de 161.000 millones de dólares-. Esta "desilusión" es especialmente clara en el caso de Alphabet, la única compañía de entre las 20 grandes del índice estadounidense que ve caer sus previsiones de cara a los tres próximos años. El consenso recogido por FactSet ha rebajado un 0,6% su estimación de beneficio neto para este ejercicio, hasta los 29.165 millones de dólares; un 1% en 2019, cuando rozará ganancias de 34.500 millones; y otro 0,5% en 2020, hasta los 40.778 millones de dólares.
Facebook, la firma que atraviesa una situación más crítica tras el escándalo desatado por la filtración de datos, es, sin embargo, la que experimenta un aumento mayor en sus estimaciones que alcanza el 8,8% este año –cuando ganará 21.566 millones de dólares- y un 8,1% de cara a 2019 –con un beneficio que superará los 26.400 millones de dólares-. Ambas darán una primera aproximación al mercado a finales del mes de abril con la presentación de sus cuentas. Abrirá el fuego Netflix, en sus segundos resultados como cotizada, el próximo día 16; seguida de Alphabet el 23, el día 25 será el turno de Facebook; un día más tarde Amazon y el primero de mayo llegarán las cifras de Apple.
Pérdidas de 375.000 millones
Desde el pasado 16 de marzo, día en el que se dio a conocer la venta masiva de datos de la red social a Cambridge Analytica, las cinco mayores tecnológicas cotizadas han perdido en bolsa 374.600 millones de dólares. Sus caídas motivaron que el índice tecnológico Nasdaq 100, el único que aguantaba con ganancias el año, pasara, como sus homólogos, al terreno de las pérdidas en el año, más aún tras dos sesiones de abultadas caídas en Wall Street. Facebook, Apple, Amazon, Microsoft y Alphabet han pasado de tener un valor de mercado de 3,719 billones de dólares a 3,344 billones a cierre de la sesión del lunes, lo que ha supuesto perder parte de su peso en el S&P 500 hasta representar el 14% de su capitalización total –frente al 15% de hace dos semanas-.
Amazon es quien sufre las mayores ventas, a pesar de no ser la que más capitaliza. En total, la compañía capitaneada por Jeff Bezos se ha dejado 96.671 millones de dólares desde entonces, casi una quinta parte de todo el valor del Ibex 35; lo que es el equivalente al 13% de su valor de mercado. Y lo ha hecho, en los últimos días, prácticamente a golpe de tuit de Donald Trump. Entre exclamaciones –como es costumbre en el presidente- el inquilino de la Casa Blanca abrió fuego contra Jeff Bezos el pasado Jueves Santo a través de su cuenta de Twitter al asegurar que "a diferencia de otras empresas, Amazon paga poco o ningún impuesto en EEUU, usando el sistema postal como sus propios repartidores". Y esa es la cruzada, precisamente: el uso que Amazon hace del Correos americano. Esto llevó a la acción de la firma a caer un 5,21% este lunes –primera sesión en la que cotizaron estas declaraciones tras el festivo del viernes-.
Este mismo martes Donald Trump ha vuelto a cargar contra el gigante de la distribución en la misma línea.
I am right about Amazon costing the United States Post Office massive amounts of money for being their Delivery Boy. Amazon should pay these costs (plus) and not have them bourne by the American Taxpayer. Many billions of dollars. P.O. leaders don't have a clue (or do they?)!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 3 de abril de 2018
"Estoy en lo cierto si digo que Amazon cuesta al sistema postal de EEUU ingentes cantidades de dinero por hacer de su repartidor. Amazon debería pagar un extra por estos costes y no que recaigan sobre el contribuidor estadounidense", afirmó en su cuenta personal de Twitter. Fuentes próximas a la Casa Blanca recogidas por Bloomberg aseguran, sin paliativos, que Trump ha abierto "una guerra" contra Amazon. Otra de ellas apunta, de hecho, a la tendencia que tiene el presidente de "obsesionarse" recurrentemente "con cosas y ahora su obsesión es Jeff Bezos", confiesa.