
Spotify ha debutado este martes en Wall Street, uno de los estrenos más esperados del año. Bajo el ticker SPOT, el servicio de música ha debutado con un precio de 165,90 dólares por acción, lo que supone una capitalización bursátil de 28.700 millones de dólares. La compañía caía rápidamente un 4% a los diez minutos de cotizar en el NYSE.
Se trata de un estreno bursátil atípico ya que la compañía sueca llevó a cabo un operación pública de venta directa, donde los grandes bancos de inversión no han gestionado y mimado el precio de la acción de la empresa. Tampoco se emitirán nuevos títulos adicionales a los cerca de 183,85 millones de acciones de Spotify en circulación. Telia vende su participación en la plataforma.
Según la documentación presentada ante la Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), Spotify ha visto cómo sus acciones han cotizado en el mercado privado en un rango que ha oscilado entre los 48,93 dólares y los 131,88 dólares, una diferencia de alrededor del 155%. El pasado mes de febrero, el servicio de streaming de música contaba con una valoración en el mercado privado de alrededor de 20.000 millones de dólares, según informó la propia compañía a los reguladores.
Aún así, algunas casas de análisis eran incluso mucho más optimistas. RBC Capital Markets contaba con un precio objetivo de 225 dólares mientras que otros colocaban su meta en los 200 dólares. Si se toma como referencia estas metas, la capitalización bursátil de Spotify habría alcanzado los 41.400 millones de dólares.
La compañía, liderada por Daniel Ek, realiza su debut en un momento en que la marea bursátil anda algo crispada, especialmente entre compañías que como Spotify son consideradas unicornios tecnológicos, es decir, su valor en el mercado secundario supera los 1.000 millones de dólares. Dropbox, que se lanzó a cotizar en bolsa el mes pasado acumula ya una rentabilidad del 5,3%, pero muchos no pueden olvidar como Snap, la matriz de Snapchat, ha perdido un 45,2% de su valor desde su estreno el año pasado.
Como ocurre con otras visionarias, véase Tesla, Spotify no es rentable en un momento en que sus inversores someterán a la sueca a un mayor escrutinio sobre sus costes, especialmente en temas de los royalties y derechos que la compañía paga tanto a discográficas como artistas. Como ya han hecho otras unicornios similares, la empresa se ha curado en salud y ha puesto sobre aviso a sus futuros accionistas asegurando que quizás nunca logre dejar atrás las pérdidas.
De cara al presente año fiscal, Spotify espera ingresar entre 4.900 millones y 5.300 millones de euros, lo que supone un debilitamiento del crecimiento en sus ventas, que el año pasado avanzaron un 39%. Para el primer trimestre de 2018, el servicio de streaming proyecta unos ingresos de entre 1.100 y 1.150 millones de euros, lo que supondría un incremento de entre el 22% y el 27% con respecto al mismo periodo del año precedente.
Spotify espera que sus pérdidas se reduzcan este año hasta situarse en un rango de entre 230 y 330 millones de euros. El año pasado, la financiación de su deuda incrementó las pérdidas operativas de la compañía hasta los 378 millones de euros.