
El apetito por la deuda soberana, en especial por la periférica, ha llevado a la renta fija europea a terreno positivo en el año, con la que se gana de media un 0,5 por ciento. El bono americano se mantiene constante en el entorno del 2,85% la semana previa a la reunión de la Fed.
La amenaza de una guerra comercial auspiciada por Estados Unidos volvió a cobrar fuerza tras conocerse que su presidente, Donald Trump, estudia aprobar aranceles específicos a China para las importaciones del sector tecnológico y de telecomunicaciones. La incertidumbre por el proteccionismo y la perspectiva de moderación de la inflación llevó a los inversores a buscar cobijo en la renta fija, alentados también por el último mensaje del BCE, en el que Draghi aseguró que los futuros ajustes que pueda acometer la entidad en sus políticas serán predecibles y moderados con vistas a facilitar la convergencia de la inflación.
La combinación de estos factores ha llevado a relajar la rentabilidad de los principales bonos de referencia en el Viejo Continente hasta los niveles previos a la corrección que lastró a las bolsas en febrero. En concreto, la rentabilidad del bund cedió hasta el 0,57%, su nivel más bajo de las últimas siete semanas, después de que llegara a tocar el 0,76 el 2 de febrero. Por su parte, la rentabilidad del bono español a diez años cotiza en la zona de mínimos de 2018 y ofrece un interés del 1,37%.
Saldo anual de la deuda soberana
Este viraje hacia el mercado de deuda ha llevado a la renta fija europea al terreno positivo en el año, con el que se gana por precio, de media, un 0,5%. Desde el 1 de enero son los bonos periféricos los que ofrecen las mayores rentabilidades. España, Portugal e Italia siguen generando ganancias a los inversores de en torno al 2%, 1,8% y 0,3% respectivamente. El papel germano arroja unas minusvalías por precio del 0,9%; seguidas del 0,3% que cae el francés.
El bono norteamericano a diez años se mantiene constante en el entorno del 2,85% la semana previa a la reunión de la Fed, en la que ya se descuenta una subida de tipos, hasta el rango de entre el 1,5 y el 1,75%.
En renta variable, los índices europeos cerraron la semana al alza impulsados en la sesión del viernes por la banca en la primera cuádruple hora bruja del año, pero no consiguieron batir los máximos de la última corrección –los 12.600 puntos del Dax y, sobre todo, los 3.476 puntos del Eurostoxx 50– cuya ruptura permitiría ver un claro patrón de giro alcista. El Ibex, que avanzó un 0,7%, fue el índice más alcista, seguido del italiano, que repuntó un 0,4%. El EuroStoxx 50 y el Dax rebotaron un 0,5 y un 0,3% respectivamente, mientras el Cac sumó un 0,1%. El único selectivo que cedió fue el Ftse 100, que cayó un 0,8%. A media sesión del viernes, los principales índices de Wall Street terminaban la semana con caídas. El Dow Jones cedía un 1,2%, el S&P 500 descendía un 1 % y el Nasdaq perdía un 0,9%.
De regreso al selectivo español, ACS fue la compañía más alcista tras revalorizarse un 9,4% al calor del acuerdo alcanzado con Atlantia para repartirse los activos y el poder en Abertis. También destacó Inditex, cuyas cuentas de 2017 fueron avaladas por los inversores y avanzó más de un 7%. Por el lado de las caídas, el más bajista fue Indra, que corrigió un 5%. Dia y Mediaset se dejaron más de un 3%; y Abertis y Cellnex –implicadas en el acuerdo por la opa conjunta– retrocedieron más de un 2%.