
Con una rentabilidad del 6% en enero, las recientes ventas experimentadas por el S&P 500 han despertado fantasmas del pasado entre los inversores y operadores más veteranos. No es para menos. Durante los 12 años desde 1950 en que este indicador ha acumulado una ganancia de más del 5% en el primer mes del año, sólo 1987 registró caídas a lo largo de los once meses posteriores. De ahí que algunos intenten buscar síntomas que aventuren cierta similitud en el mercado actual.
Sin embargo, entre los grandes bancos y mesas de inversión todavía parece no cundir el pánico. "Al contrario que por aquel entonces, la rentabilidad acumulada está respaldada por las revisiones de los beneficios por acción", señala David Kostin, estratega jefe de Goldman Sachs, en un informe a sus clientes. "Un PIB más fuerte, el incremento en los precios de las materias primas y un dólar más débil que nuestro escenario base podrían incluso extender nuestras proyecciones más allá de la meta de los 2.850 puntos (en referencia al S&P 500).
Lejos de achantarse, Kostin y su equipo hablan incluso de los 3.000 puntos para este índice bursátil, lo que implicaría una rentabilidad del 9%. Según indican desde Goldman, el aumento de los tipos de interés evitará la expansión del PER por encima del actual 18. Al mismo tiempo, las recompras de acciones y la demanda de los hogares respaldan este contexto, aunque desde el banco reconocen que "los datos de posicionamiento táctico son preocupantes". Es por ello que algunos inversores podrían usar opciones para mantener la exposición a posibles alzas y, simultáneamente, limitar el riesgo.

Por su parte, Sam Stovall, estratega jefe de CFRA, recuerda como el S&P 500 tocó techo por partida doble el pasado 26 de enero, cuando se situó un 7% por encima de su media de las últimas 50 sesiones y un 14% por encima de las últimas 200. "Si corrige de nuevo a su media de las últimas 50 jornadas bursátiles se posicionará como la corrección número 57 durante un mercado alcista desde la II Guerra Mundial", explica. De acuerdo a sus datos, una corrección de este estilo, según la media histórica, implicaría una caída del 7% que podría tardar en materializarse alrededor de 38 días. Posteriormente, serían necesarios alrededor de 46 días para volver a recuperar las pérdidas. "El viaje de ida y vuelta tardaría una media de 84 días", aclara.

Sin embargo, no todos son tan optimistas. Durante una entrevista en la CNBC, Tony James, director de operaciones del gigante de capital privado, Blackstone, no descartó que la renta variable americana entre en una tendencia bajista este años. "El mercado está completamente valorado bajo toda norma histórica", apuntó. "Creo que fácilmente podríamos ver una corrección de entre el 10% y el 20% en algún momento este año", aclaró.
En este sentido, James consideró que la reforma fiscal aprobada el pasado 22 de diciembre por los legisladores republicanos y que rebaja el impuesto de sociedades hasta el 21% además de incentivar la repatriación de beneficios en el extranjero, no llega en el momento adecuado. "No estoy seguro de que necesitemos este tipo de estímulos en estos momentos", manifestó haciendo hincapié en que si "estamos preocupados sobre los tipos de interés y la inflación, este tipo de estímulo es lo que forzará una subida de tipos".
La tensión en los mercados coincide además con el cambio de mando en la Reserva Federal. Jerome Powell juró el lunes su cargo como presidente de la Fed comprometido a garantizar la transparencia del banco central estadounidense así como seguir garantizando la estabilidad financiera conseguida durante casi una década. Powell dijo sentirse "honrado" por la responsabilidad heredada de mano de su predecesora, Janet Yellen.
"Para comenzar mi mandato, quiero enfatizar mi compromiso de explicar todo lo que estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo", aseguró. "Mis colegas y yo en la Reserva Federal pondremos todo de nuestra parte para servir a nuestro país con objetividad, independencia e integridad", añadió.
El presidente de la Fed hereda una economía en pleno empleo, con la tasa de paro en el 4,1% durante cuatro meses consecutivos, y donde la inflación comienza a despuntar, si tenemos en cuenta la subida de los salarios a la hora experimentada en enero. Powell también hizo referencia a la banca, justo después de las nuevas medidas impuestas por la Fed a Wells Fargo. "Nuestro sistema financiero es mucho más fuerte y resistente que antes de la crisis financiera hace una década. Pretendemos que siga siendo así", sentenció.
Yellen ofreció una entrevista a CBS donde aseguró antes de finalizar su carrera de 14 años en la Reserva Federal, que las valuaciones del mercado son un motivo de preocupación. "No quiero decir que son muy altas pero quito decir altas", incidió al hacer referencia al ratio entre los precios y los beneficios, que se sitúan "en la parte más alta de las referencias históricas". La ex funcionaria de la Fed también reconoció que el sector inmobiliario comercial "es bastante alto". "Ahora bien, ¿es esto una burbuja o simplemente valuaciones demasiado altas?", se preguntó Yellen quien consideró que es difícil de determinar y por ello sea fuente de preocupación.