Bolsa, mercados y cotizaciones

El euro y la política marcarán el porvenir de la bolsa europea

El año que dejamos atrás puede considerarse como algo "decepcionante" para las plazas europeas, que han cerrado lejos de los máximos anuales. Sin embargo, tanto los mercados asiáticos como los americanos han vivido un ejercicio excelente con subidas medias entre el 20 y el 30%.

De hecho, Wall Street, la Bolsa de Indonesia, la de Vietnam (también el Ftse 100 de Londres), cerraron el año en máximos históricos. El MSCI de Bolsas emergentes subió un 34% durante 2017 en su mejor año desde el 2009.

Europa empezaba el año como una de las apuestas favoritas por parte del conjunto de analistas, cuestión que, a decir verdad, tampoco era una gran novedad. Durante los primeros meses de 2017, los índices europeos llegaron a subir con mucha fuerza, destacando el buen comportamiento de los bancos (tras un horroroso 2016) lo que contribuía a colocar al Ibex 35 a la cabeza de los ascensos en el Viejo Continente.

Pero entonces, ¿qué ha ocurrido para que el final del año haya sido tan distinto? Yo destacaría dos cuestiones principales. La primera: la subida del euro. En enero de 2017, hace exactamente un año, el euro/dólar tocaba niveles de 1,03, y prácticamente ningún analista dudaba de que no se tardaría demasiado en ver al par por debajo de la paridad, para acabar el año entre 0,85 y 0,90. Las promesas económicas de Trump (que traerían un sonado repunte de la inflación) y su animadversión hacia las políticas monetarias laxas de la Reserva Federal contrastarían con el mantenimiento de las políticas expansivas por parte del Banco Central Europeo, ya que la inflación en la Eurozona seguía sin dar señales de aparecer.

Pero no fue así. Los problemas políticos de Trump comenzaron a debilitar al dólar, mientras que el euro no padecía de las amenazas políticas que se cernían en Europa. Y el distinto sesgo de ambos bancos centrales (que sí que se ha mantenido sin grandes sorpresas), no ha tenido el efecto previsto en el par, que ha terminado el año superando niveles de 1,20. De hecho, ha sido el peor ejercicio para el Dolar Index desde 2003.

Así que la subida del euro ha restado un claro potencial a las bolsas europeas. Hasta el punto que si observásemos el comportamiento de los índices europeos en dólares, las subidas no hubieran desmerecido a las de los índices americanos.

Inestabilidad política

La segunda cuestión que ha penalizado a Europa de manera más visible han sido las distintas elecciones y las amenazas de inestabilidad política que hemos padecido. Empezando por el temor de que en las elecciones francesas Marine Le Pen pudiera hacerse con el poder, siguiendo por la negociación del Brexit, continuando con la dificultad de formar Gobierno en Alemania tras el resultado electoral, y hasta por supuesto, la inestabilidad que ha generado el procés catalán. Y en las últimas semanas del año, debemos sumar la nueva convocatoria electoral en Italia, que tendrá lugar el 4 de marzo, y en la que el populista Movimiento 5 Estrellas se sitúa a la cabeza.

Todos estos acontecimientos han penalizado en algún momento del año a los mercados europeos, que veían como cuando uno de estos problemas quedaba atrás, aparecía otro que, curiosamente, no afectaba a la divisa de la misma forma.

Sigue la atracción

Los fundamentos de los mercados europeos siguen siendo claramente atractivos, y las valoraciones justifican mucho más las compras en Europa que en EEUU.

Del universo de acciones cubierto por AlphaValue en Europa, obtenemos los siguientes resultados: PER medio para 2018 de 15,4 veces (con la cobertura española situándose a la cola, con PER de 12,6), una rentabilidad por dividendo media para los próximos 18 meses del 3,51%, un ratio precio/valor en libros a 18 meses de 1,73 (1,35 para la cobertura española) y un potencial conjunto de subidas a 6 meses vista del 5,79% (12,23% para la cobertura española).

Por sectores, IT hardware, telecos, semiconductores, alimentación y farma están entre nuestros favoritos. Pero, de nuevo, Europa tendrá que enfrentar estos sólidos argumentos fundamentales al mal momentum que atraviesa, y a la debilidad estructural y al mayor riesgo que presenta frente a otros mercados.

Posiblemente el comportamiento del euro y el factor político vuelvan a marcar el rendimiento de los mercados europeos este año.

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