Bolsa, mercados y cotizaciones

El euro alcanza máximos de tres años y frena el arranque de 2018 en las bolsas

  • Ataca el cambio intradía más alto de 2017, en los 1,2092 dólares
  • Retoma una tendencia alcista que podría llevarle a los 1,23
Foto: Archivo

Aunque Europa arranca el año como uno de los mercados favoritos de los bancos de inversión, una de las principales preocupaciones para la región es la fortaleza del euro. La divisa comunitaria ha empezado el año prolongando el rally de finales de 2017 y llegó a tocar ayer durante la sesión los 1,208 dólares, lo que suponen niveles no vistos en un cierre desde diciembre de 2014. No obstante, al cierre de las bolsas europeas logró aliviar esta presión hasta los 1,204.

Así, el euro atacó el cambio intradía más elevado de todo el año pasado, los 1,2092 dólares que marcó el pasado mes de septiembre. Y ha logrado romper el rango en el que llevaba moviéndose durante los últimos cinco meses, comprendido entre los 1,16 y los 1,2 dólares. Ahora, el par se encuentra cerca de la resistencia creciente que presenta en el máximo intradía de 2017, que es el origen de la fase de consolidación que desarrolla durante los últimos meses.

Si las subidas consiguen batir esta resistencia, "se confirmaría la reanudación de su tendencia alcista de los últimos meses", advierte Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader. Una tendencia "que podría buscar objetivos iniciales en los 1,23 dólares por euro", concreta.

Esta escalada se dejó sentir ayer en el mercado de renta variable. El EuroStoxx 50 bajó un 0,39% en la sesión, hasta los 3.490,19 puntos; mientras el Ibex 35 consiguió cerrar con un alza del 0,35%. "Comenzamos el año 2018 en las bolsas europeas con ciertas dudas, aunque el Ibex se mantiene todavía por encima del nivel de los 10.000 puntos. Los inversores están aparentemente preocupados por la reciente nueva fortaleza del euro frente al dólar y también está afectando el incremento de la tensión en Irán", explican desde Unicorp Patrimonio.

A ello se unió, además, la publicación de los boyantes datos del indicador de actividad industrial de la zona euro, que se ha disparado hasta máximos de más de 20 años tras acelerarse durante el pasado mes de diciembre hasta los 60,6 puntos. Algo que también dio alas a la divisa comunitaria.

Precisamente, ésta cerró el año pasado su mejor ejercicio en 15 años, tras revalorizarse un 14% frente al billete verde. Y fue la divisa del G-10 más fuerte, gracias a que la economía europea comenzó a despegar en la segunda mitad del año y se instalaron las dudas en el futuro de la Reserva Federal americana (Fed), tras confirmarse la salida de Janet Yellen y el nombramiento de Jerome Powell, sobre cómo se va a gestionar las siguientes subidas de tipos. Ni siquiera ha servido de estímulo para el dólar que la reforma fiscal de Donald Trump haya entrado en vigor.

Así, la fortaleza del euro provocó en Europa una brecha entre los pequeños y los grandes valores, ya que penaliza a las compañías exportadoras, porque sus productos pasan a ser menos competitivos en los mercados internacionales. De esta forma, mientras que el EuroStoxx Small se revalorizó un 19,87% el pasado año, el EuroStoxx 50 solo ganó un 6,49%.

Más músculo que Wall Street

En cualquier caso, los grandes bancos de inversión se muestran halagüeños en sus perspectivas para 2018. "Aunque somos alcistas con la moneda única, no creemos que la divisa sea un viento en contra demasiado fuerte", inciden desde Credit Suisse. Según recuerdan en el banco helvético, "la recuperación está produciéndose gracias a la demanda interna, por lo que es mucho menos sensible a las variaciones del euro".

Los expertos señalan a Europa como la favorita para 2018. Y lo hacen apoyándose en una mejora de los beneficios, unas condiciones económicas positivas, una capacidad de mejora sustancial en márgenes, un calendario del Banco Central Europeo (BCE) muy marcado y una valoración atractiva frente a sus comparables.

A día de hoy, las firmas de la eurozona cotizan a un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 14,5 veces. Esto supone un descuento de apenas un 1% con respecto a la media histórica del 14,7%. Esta rebaja podría no parecer muy suculenta, pero la perspectiva cambia cuando se tiene en cuenta que el multiplicador de ganancias del S&P 500 estadounidense se sitúa en las 18,4 veces. Así, los beneficios del Viejo Continente se compran un 21% más baratos, cuando históricamente esta rebaja ha sido de algo más del 6%.

Para 2018 los expertos esperan un incremento de las ganancias del 6% en la región, un nivel inferior al 11% estimado para EEUU. Sin embargo, a largo plazo el recorrido de Europa es mucho mayor. El Viejo Continente está un 33% por debajo de su beneficio histórico, mientras que Wall Street lo ha superado. "Aunque sea por composición sectorial, consideramos que este gap debería tender a reducirse en cierta medida", aseveran desde Renta 4.

Otro punto a favor de Europa es el atractivo de su retribución al accionista. La rentabilidad por dividendo estimada para el EuroStoxx de cara a 2018 se sitúa en el 3,3%. Esto contrasta con el 2% que ofrece el S&P 500.

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