Bolsa, mercados y cotizaciones

Un año después de su mínimo histórico, el bono español deja pérdidas del 7%

  • La rentabilidad de la deuda alcanzó el 0,88% el 30 de septiembre de 2016
  • Doce meses después, la deuda periférica de Europa es la más hostigada
Foto: Dreamstime.

Mañana, 30 de septiembre, la rentabilidad del bono español a diez años cumplirá un año desde que registró los mínimos más bajos de su historia, en el 0,88%. Unas semanas antes, a principios de septiembre de 2016, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, había anunciado que el organismo que dirige mantendría los tipos de interés en el 0% "por un largo período" y también seguiría adelante con la compra de deuda mensual hasta marzo de 2017, ampliando el plazo "si fuese necesario". En efecto, fue necesario y, aunque se redujo la intensidad hasta los 60.000 millones de euros al mes a partir del pasado abril, desde los 80.000 millones previos, el QE continúa en marcha hasta nuevo aviso -el 24 de octubre el BCE podría anunciar cambios al respecto-. Sin embargo, en septiembre de 2016, el mercado ya empezaba a especular con los escenarios que podría abrir el BCE entonces: adquirir menos deuda, retirar todos los estímulos, etc.

Para los expertos, los precios que se vieron entonces son irrecuperables ante la expectativa de que el BCE acabara subiendo los tipos de interés en 2018-2019. Desde sus mínimos históricos, el bono español genera pérdidas del 7% por precio (cuando este cae, la rentabilidad sube), aunque el italiano aún lo supera, con unas minusvalías cercanas al 9% desde agosto de 2016, mes en que registró la rentabilidad más baja de su serie histórica. Todos los grandes mercados de renta fija en Europa acumulan pérdidas desde sus mínimos, también los títulos de deuda soberana de Alemania que retroceden en torno al 6,2%.

El récord de financiación también ha tenido su efecto cascada y ha beneficiado a empresas como Telefónica, que llegó a financiar en el mercado un bono a 15 años por debajo del 2%. Ferrovial lo logró al 0,375% a 6 años y Enagás a solo el 0,75% a una década (ver gráfico).

Una nueva etapa en renta fija

La rentabilidad de los títulos de deuda soberana está por encima del 1% desde hace un año, cuando los inversores exigieron el menor interés a España por financiarse a largo plazo. El papel a diez años marcó máximos anuales en marzo, cuando la rentabilidad alcanzó el 1,9%, y ayer el bono se quedó cerca del 1,63%.

"Vamos a estar por debajo del 1,63% porque las bajas expectativas del IPC subyacente nos están castigando", explica Gonzalo Ramírez Celaya, director de Renta Fija y Estructurados de Tressis.

El principal agente que ha movido el mercado de renta fija de la eurozona durante los últimos años ha sido el Banco Central Europeo (BCE) y todo apunta a que todas las miradas estarán fijadas en Draghi durante los próximos meses.

El giro en el mercado de bonos desde mínimos se produjo a medida que mejoraban las expectativas de inflación -el mandato de Mario Draghi es situar la inflación cerca pero por debajo del 2%- y los inversores ponían en precio una subida de tipos.

Según los datos de Bloomberg, los mercados llegaron a descontar un alza del precio del dinero en la primera mitad del año que viene, si bien ahora la retrasan hasta finales de este año o el arranque de 2019. En cualquier caso, supone un cambio de tendencia con respecto a las estimaciones de hace 12 meses, cuando solo se hablaba de un posible aumento del programa de compras de la entidad capitaneada por el banquero italiano.

Aunque en sus últimas apariciones Draghi ha restado importancia a la apreciación del euro, los analistas advierten que la fortaleza de la moneda también jugará su papel a la hora de decidir el ritmo al que retira los estímulos.

"La fortaleza del euro y la tenue inflación subyacente implican que el riesgo se inclina a que el calendario del tapering [retirada paulatina de las compras] sea más lento", señalan en UBS. Por su parte, en Bank of America explican que "aunque la cuantía en la que reduzcan las compras no supondrá una gran diferencia, acabar con el programa podría tener un efecto puntual al alza en el nivel del euro".

Presión alcista de EEUU

"Cuando reaparece la inflación y desaparecen los estímulos del BCE, lo normal es que se vuelva a niveles de equilibrio", señala Enrique Lluva, director de renta fija de Imantia. No obstante, matiza, "el BCE se encargará de que el movimiento no sea abrupto y la reducción de tenencia de activos será paulatina".

Jorge Ceballos, responsable de distribución de renta fija de Beka Finance, coincide en que la economía europea está creciendo, pero apunta que el mercado de renta fija ha estado "bastante parado" y que "el bono no ha cedido nada a pesar de Cataluña y está en los movimientos normales del mercado". Ceballos cree que en Estados Unidos  "la presión al alza en los cortos plazos -como el bono a dos años- presionará a toda la curva y eso afectará a Europa".

Tras las elecciones en Alemania, hay voces que avisan de la llegada de un perfil más duro a la sede del banco central en Fráncfort, pero el analista de Beka Finance opina que "sea del color que sea (lo que ocurra en Estados Unidos) presionará al siguiente gobernador del BCE".

Sobre cuándo llegará un aumento del precio del dinero en Europa, Celaya ve la fecha en 2019. "A día de hoy, los futuros a 3 meses del Euríbor están en negativo hasta principios de 2019", explica el directivo, que ve una correlación del alza de tipos con los futuros. "La mayor subida de tipos puede afectar al déficit de los Estados", concluye. "Los que no hayan hecho reformas, tendrán problemas de financiación y mayor déficit".

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