El Ibex 35 ha terminado la sesión con alzas del 0,81% hasta los 9.406 puntos, logrando alejarse del soporte de los 9.270. El volumen de la sesión ha sido de 2.852 millones de euros. Así las cosas, el selectivo español ha conseguido sobresalir en una jornada en la que las bolsas europeas han cerrado con tono mixto. BBVA ha vuelto a ser la nota negativa entre los grandes valores de la bolsa española; el banco ha corregido un 0,99% hasta los 6,127 euros por título.
Acerinox ha encabezado las subidas con alzas del 4,45% hasta los 13,39 euros por título, ArcelorMittal ha rebotado un 2,86% y CaixaBank un 2,94%. En el lado opuesto se encuentra IAG, la aerolínea ha retrocedido un 2,04% hasta los 5,607 euros por acción, mientras que BBVA ha caído un 0,99% y Merlin un 0,97%.
A pesar de la vuelta de las subidas, los expertos de Ecotrader siguen recomendando prudencia y más cuando otros índices europeos, como el Mib 30 italiano, el Cac 40 francés y el Eurostoxx 50 han perdido soportes análogos a los 9.270 puntos del Ibex 35.
No obstante, del mantenimiento de los 9.270 puntos depende que no se confirme un claro agotamiento alcista que abriría la puerta a que tomara cuerpo una corrección hacia los 9.000 puntos.
"Para que a corto se aleje este riesgo es preciso que veamos un cierre por encima de la primera resistencia que presenta en los 9.430 puntos, que es la que ha frenado durante las últimas tres jornadas los ascensos en el selectivo español", según Joan Cabrero, director de Estrategia de Ecotrader.
Al margen de la renta variable, el rendimiento del bono español a diez años toca el 1,7%, su nivel más alto desde febrero de 2016, después de que ayer ya repuntara con fuerza, hasta el 1,679%. Así, el Tesoro ha pagado la presión sobre la deuda española en la emisión de 4.314 millones a largo plazo.
En la agenda del día, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo subió en enero en 57.257 desempleados respecto al mes anterior (+1,5%), su segundo menor repunte en un mes de enero desde 2004.
En el plano empresarial, CaixaBank ha obtenido en 2016 un beneficio neto de 1.047 millones de euros, un 28,6% más que el año anterior, un resultado que se apoya en la mejora de los ingresos, la reducción de los gastos y los menores extraordinarios, y que supone rebasar los 1.000 millones de ganancias por primera vez desde 2011.