Tras varios años soterrada, se reabre la guerra entre fondos de inversión y ETF. Hasta ahora, los ETF que cotizaban en la bolsa española estaban considerados fiscalmente como acciones y no como fondos, es decir, no se les aplicaba retención, pero sus traspasos no estaban exentos de pagar a Hacienda.
Pero una consulta a la Dirección General de Tributos (DGT) por parte de una gestora extranjera que sí vende ETF en España sin que coticen en bolsa española, ha abierto la caja de Pandora. Hasta el punto de que Bolsas y Mercados Españoles (BME) está preparando una consulta a Tributos, solicitando que los ETF españoles también tributen como fondos de inversión, y no como acciones como hasta ahora.
El caso es el siguiente. Dicha gestora extranjera solicitó a la DGT que explicara si sus ETF registrados en CNMV, pero no cotizados en la bolsa española, debían tratarse fiscalmente como los ETF listados en BME, es decir, como acciones, o podían hacerlo con un tratamiento similar al que tienen los fondos extranjeros en la CNMV, que cuentan con un tratamiento fiscal similar al de los fondos de inversión españoles, siempre que cuenten con, al menos, 500 partícipes. La respuesta de Tributos, que en 2006 contestó a esta misma duda de Lyxor de una manera muy ambigua, no ha dejado esta vez lugar a dudas: los ETF no listados en bolsa española se considerarán fiscalmente como fondos, mientras que los listados en España seguirán tratándose como acciones.
Ese tratamiento era el que ya tenían los ETF que cotizan en bolsas europeas diferentes de la española, pero viene a ahuyentar cualquier duda que se pudiera tener al respecto, ya que no existía una respuesta tan clara como la que hay ahora. "Lo que ha hecho Tributos es simplemente corroborar esa situación y esa es una de las razones por las que, por ejemplo, iShares nunca ha negociado sus fondos en España. Nosotros vamos a hacer una consulta a Tributos para pedir la misma consideración que los ETF comunicados, ya que hay discriminación", apuntan fuentes de BME.
Un negocio del institucional
Esta discriminación fiscal, precisamente, unida al hecho de que la mayoría de inversores en ETF en España siguen siendo institucionales y a que tampoco las redes bancarias los comercializan activamente, explica también por qué ninguna de las grandes firmas de ETF que han desembarcado en España en los últimos años (Amundi, State Street o Vanguard, entre otras) hayan optado por cotizar sus ETF en la bolsa española, pese a que las comisiones de BME sean inferiores a las de muchas bolsas europeas.
Además, muchas de las que sí lo han hecho, como Lyxor o db Xtrac- kers, no han hecho otra cosa que reducir su oferta de ETF listados en España en los últimos años, hasta el punto de que, en la actualidad, Lyxor sólo ofrece 17 ETF en bolsa española (llegó a ofrecer más de 40) y db Xtrackers, uno. Esta dejadez del negocio explica también la fuerte caída en el volumen negociado que se ha visto en el efectivo, que solo en el último año se ha reducido a la mitad.
La consulta de BME a Tributos persigue, por tanto, que su ya escaso negocio no siga en descenso, ya que, como recuerda Juan San Pío, responsable de Lyxor ETF en Iberia y América Latina, "aunque es verdad que si listas en España no tienes retención, es mucho más importante el tema de la fiscalidad y es lógico pensar que si los brókeres aplican esas pautas en los ETF extranjeros van a penalizar al producto listado en España".

En manos de los brókers
Aclarada por parte de Tributos la fiscalidad que deben tener los ETF comunitarios, surge la duda de por qué ahora ningún inversor que compre ETF cuenta con la ventaja del traspaso fiscal, pese a que se podría haber aplicado desde hace años. La clave está en que las plataformas de los brókers nunca han estado preparadas para ello, ya que hasta ahora las órdenes que reciben de compra venta de ETF pasan por el canuto de las acciones y no cuentan con una plataforma que pudiera gestionar los traspasos. "Hasta ahora a los ETF no listados en España se les trataba como a los listados, porque los sistemas internos de los brókers no estaban preparados para implementar la traspasabilidad, pero esta noticia, unida a la entrada en vigor de la Mifid, podría traer un gran impulso a los ETF", apunta San Pío.
Además, hay que tener en cuenta que muchos de los brókers están en manos de entidades financieras y "hay mucho lobby de los bancos para que los ETF no tributen como los fondos", apuntan fuentes del mercado. No en vano, la comercialización de estos productos, con comisiones muy inferiores a las de los fondos de inversión, deja muy poco margen para el cobro de retrocesiones.