Bolsa, mercados y cotizaciones

El pacto de la OPEP para recortar la producción de petróleo augura más inflación y subidas de tipos

  • "El Banco Central Europeo (BCE) pueda anticipar el tapering"
  • Los analistas estiman que el equilibrio llegará a mediados de 2017

El mercado reaccionó ayer con entusiasmo a la decisión de la organización de los países exportadores de petróleo (OPEP) de recortar la producción de crudo, algo que impulsó el precio del barril hasta los 50 dólares. De entrada, si se mantienen las alzas de precios en los mercados, es de esperar que el coste se traslade a las gasolineras y repercuta, por tanto, en la inflación.

Desde Unicredit sitúan el precio del barril en 60 dólares para finales de 2017, lo que significaría un incremento del 20% con respecto al nivel actual. Además, prevén que el aumento en los precios de la energía continúe ejerciendo presión sobre la inflación general, "con un IPC en la eurozona probablemente por encima del 1% a principios del año que viene".

Esto, a su vez, podría presionar las políticas de los bancos centrales haciendo que "el Banco Central Europeo (BCE) pueda anticipar el tapering (retirada de los estímulos) o reducir las compras de bonos", explica Miguel Ángel Bernal, coordinador del departamento de investigación del IEB. Y, "si esto se traduce en una subida del Euríbor, a España no le vendrá nada bien por el elevado endeudamiento de las familias", añade. Además, hay que tener en cuenta que el aumento del precio del crudo se verá trasladado al bolsillo de los consumidores: "Su economía diaria es muy sensible a los movimientos del petróleo, este incremento les deja menos renta disponible para comprar otros artículos", justifica.

En un terreno más lejano, España podría ver cómo aumenta su factura por la importación del oro negro, al ser un país dependiente energéticamente del exterior: "En gran parte, el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) ha venido por la caída del precio del petróleo. Ahora podría restarnos incluso crecimiento", advierte Bernal.

¿Oportunidad para EEUU?

Para Daniel Lacalle, director de inversiones de Tressis, lo más importante ahora es "tener cautela", ya que la historia nos ha demostrado que estos acuerdos "luego se incumplen". Por eso, considera que "el principal beneficiario será el fracking en EEUU, que inmediatamente aprovechará para aumentar volúmenes". Hace referencia, sobre todo, al permiso que le da a Irán para que pueda aumentar la producción. E insiste en que el recorte a 32,5 millones de barriles llega después de haber aumentado la producción a máximos en 30-33 millones.

El desequilibrio entre la oferta y la demanda de petróleo que generó EEUU con el auge del fracking ha sido el responsable de la caída de los precios de los últimos dos años. La demanda no era capaz de superar a la oferta, debido a los torrentes de crudo que había introducido en el mundo el gigante norteamericano. Según Lacalle, los analistas más optimistas estiman que, con este acuerdo, el equilibrio del mercado se generaría en el segundo semestre de 2017.

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