
Desde que Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos, cada vez han sido más las voces que se han alzado alertando de los conflictos de intereses que puede generar su posición como presidente del país más poderoso del mundo y su condición de hombre de negocio. Y uno de los más graves podría ser con Deutsche Bank, el atribulado gigante bancario alemán al que le unen lazos financieros y que está pendiente de sanción en EEUU por su papel en la venta de hipotecas basura. La intrahistoria para no dormir de la multa de EEUU a Deutsche Bank.
La última declaración en este sentido es la de un grupo de congresistas demócratas, que han advertido a investigadores federales que el magnate podría proporcionar un trato de favor a Deutsche Bank en su conflicto con el Departamento de Justicia, que podría imponer una multa de hasta 14.000 millones de dólares.
Solo Deutsche Bank presta a Trump
Según recoge The Wall Street Journal, la entidad alemana es el único gran banco de Wall Street que presta dinero al dirigente republicano. "Trump tendrá amplias oportunidades de tomar e influir en decisiones políticas que benefician sus negocios personales y sus intereses financieros", reza el documento recogido por el rotativo norteamericano.
De momento, uno de los grandes beneficiados de la victoria del magnate es el sector bancario, que se está viendo favorecido por el aumento de las expectativas de inflación, el consiguiente repunte de la rentabilidad de la deuda y las mayores expectativas de subida del precio del dinero.
Y, precisamente, entre las entidades europeas la segunda que más ha celebrado la llegada de Trump al poder ha sido Deutsche Bank. El banco alemán se apunta una revalorización de algo más del 15%, solo por detrás de Barclays, cuya subida roza el 16; y muy por delante del resto del sector que desde entonces se anota un 5%.
Los problemas de la entidad
Durante los últimos meses todo el sector en Europa ha estado en aprietos por los bajos tipos de interés, el débil crecimiento mundial y la creciente incertidumbre política y la alemana ha sido una de las entidades con más problemas.
Primero las dudas sobre sus CoCos hicieron que el banco se derrumbase en el parqué y más recientemente la amenaza de una multa de hasta 14.000 millones de dólares en Estados Unidos han pesado sobre la cotización del banco, unos problemas que, de momento, el mercado ha decidido pasar por alto.
La entidad alemana acumula todavía un 34% de caída en lo que va de año, pero al menos se ha alejado de los mínimos anuales en plenas dudas sobre su futuro (con especulaciones sobre rescate incluidas) y desde los que rebota casi un 50%.
Los casos de potenciales conflictos de intereses no se limitan a Deutsche Bank. Trump, el presidente más rico quie ha tenido el país con una fortuna de varios miles de millones de dólares (varía según quien la cuente) con intereses especialmente en el mundo inmobiliario. A pesar de que en campaña prometió que dejaría el control a sus hijos de su imperio, esta semana ha indicado que no se desentenderá del todo de sus negocios.
Las primeras dudas han surgido ya con su primer encuentro internacional con el presidente japonés, Shinzo Abe, al que acudieron su hija Ivanka y su yerno, quienes en principio manejarán los negocios del nuevo presidente.
Según un análisis realizado en marzo por el Journal, Deutsche Bank ha prestado al menos 2.500 millones de dólares a compañías ligadas al magnate desde 1998. Sin embargo, otros bancos de Wall Street, pese a que hicieron abundantes negocios con Trump en los 80 y en los 90, cortaron relaciones en parte por el heterodoxo estilo de gestión del empresario.