
La excedencia forzosa de Francisco G. Paramés (La Coruña, 1963) ha terminado. El gestor ha vuelto a los mercados con la presentación de su libro Invirtiendo a largo plazo -que ya era un best seller antes de salir a la venta-, publicado por Ediciones Deusto y gestado en los dos años que han pasado desde que abandonó Bestinver.
Una salida del grupo inversor de Acciona que no estuvo exenta de polémica y que, de hecho, el propio gestor tilda de "brusca". Ahora vuelve a la industria y lo hace con su propia gestora, sin sus excompañeros de azValor, ya que asegura es "lo mejor" para seguir sus principios. Pero el equipo no es lo único que cambia con respecto a su anterior etapa. Tras sus últimos años en Bestinver con una exposición pírrica a bancos, ahora Paramés confiesa que, en España, están "abiertos" a invertir en el sector.
"Hacemos lo que nadie quiere y ahora ya se sabe que todo el mundo odia la banca", afirma en alusión a la filosofía value que profesa. La idea "no es descartable para nada, vamos a darle una vuelta, pero es uno de los sitios donde podemos pescar", defiende el gestor.
Pocos detalles más se conocen sobre su nueva firma, con sede en Madrid, que previsiblemente no nacerá "hasta principios del año que viene". Hasta entonces, "es posible que esté gestionando un fondo bajo el paraguas de otra gestora que nos está organizando todo. Y ese fondo pasaría a nuestra firma cuando esté lista. Eso nos permitirá avanzar en la gestión", explica Paramés. El anuncio, dice, se producirá "a corto plazo" y "el enfoque será de bolsa global".
Éste será uno de los "cuatro o cinco fondos que vamos a lanzar", los cuales tendrán réplica en Luxemburgo y entre los que se incluyen también planes de pensiones. Un proyecto que será "más abierto y accesible" que el que tenía en el pasado, en la medida, eso sí, de lo posible "teniendo en cuenta las restricciones que tiene nuestro estilo de inversión, porque solo puedes gestionar una cantidad limitada". Y aunque no da cifras, puntualiza que "desde luego, es inferior a lo que gestionábamos en Bestinver".
La firma aún es "anónima"
El nombre, que no quiere desvelar a la espera del registro en la CNMV, no tiene nada que ver con Ferreoli Invest, la sociedad que el Warren Buffett español registró hace un par de años y que se perfilaba como los nuevos pasos para poner en marcha su nuevo proyecto. No obstante, desvela que la denominación de éste "tiene connotaciones razonablemente personales".
Ya tiene prácticamente cerrado el que será su nuevo equipo: "Lo más importante", asegura. "En análisis hay menos de diez personas. Es una mezcla de gente conocida y otra no tanto, que he conocido en este tiempo", añade.
Se unirán a las gestoras independientes que han nacido en los últimos años y que, aunque todavía suponen una pequeñísima parte de la industria, aventajan en rentabilidad a los conglomerados financieros. Lejos de asustarle esta competencia, admite que está "encantado con ellas". "Cuanto más talento existe, mayores oportunidad de hacer bien las cosas", sostiene.
Su filosofía de inversión valor va ligada a la escuela austriaca, a la que dedica un capítulo de su libro y a la que tilda de "útil para estimar tendencias futuras". Básicamente, lo que hace es ofrecer un marco teórico de la economía que puede ayudar en el proceso de inversión de largo plazo.
Valores veteranos y de calidad
Paramés explica que "hay que invertir en activos reales. Está claro que hay que invertir en acciones, pero si se carece de conocimientos financieros mi recomendación es que se recurra a un fondo de gestión pasiva". Deja al margen la renta fija: "La gente está asumiendo un riesgo del que no es consciente".
En cuanto a las compañías en las que invertir, apunta a aquellas que son baratas, de calidad y a buen precio, "lo que no es fácil". También es clave "combatir los errores psicológicos y emocionales" porque, como explica, "la rentabilidad que logramos no solo depende de nuestro trabajo, sino también de la irracionalidad de los demás".
En cualquier caso, han sabido trasladar al cliente que "cuanta más volatilidad exista, mejores resultados lograremos en el largo plazo".
Para que una compañía entre en el radar de compra de Paramés debe tener, al menos, 15 años de antigüedad, de ahí que no se plantee invertir en ninguna de las grandes tecnológicas como Google o Facebook: "Cuanto más antigua es una empresa, más probabilidad tiene de sobrevivir y mejor rentabilidad obtiene". Tampoco sigue ningún criterio macro a la hora componer su cartera: "Nunca dedico tiempo en la oficina a ver lo que hacen los bancos centrales, lo veo por afición".
Parte de ese mantra se desgrana ahora en su primera publicación, en la que también desvela algunas de las razones que hacen tan gratificante la gestión: "En los momentos más emocionantes del trabajo, cuando te percatas de que alguna inversión puede ser muy atractiva y de que tus rasgos de personalidad te permiten ir a por ella (...), llega la famosa sensación de flow. No tengo dudas de que lo seguiré haciendo una larga temporada". explica. "Quizás hasta sienta la necesidad de escribir un segundo libro...", deja entrever en su autobiografía.