
Tras un dato del Caixin de China en línea con lo esperado, las bolsas de toda Europa arrancaron la sesión con alzas, con el Ibex 35 llegando a apuntarse una subida del 1,9%, al verse impulsado por el sector bancario, hasta acariciar -se quedó a solo 0,4 puntos- los niveles previos al Brexit.
Sin embargo, un mal dato del ISM manufacturero en EEUU -se quedó en el 49,4, lo que indica contracción y, además, un registro 2,6 puntos por debajo de lo previsto por el consenso-, supuso un duro revés para el mercado y el Ibex cerró la sesión con un ascenso del 0,5 %, hasta los 8.763 puntos. Mientras, el EuroStoxx acabó con un retroceso del 0,2%, el Dax se dejó un 0,55% y el Cac acabó prácticamente plano.
Así, el índice español de referencia se queda a un 1,4% de recuperar los 8.885 puntos en los que cerró el 23 de junio que, según explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, es la línea que marca la reestructuración de la tendencia alcista. Asimismo, Cabrero advierte de que "se mantiene abierto el riesgo de que podamos asistir a una recaída en las bolsas antes de que las subidas puedan imponerse de un modo sostenido".
Para José Iván García, director de análisis y Estrategia de Kau Markets EAFI, "en un escenario que se aprecia relativamente caro, los datos macro no favorables dificultan la ruptura de resistencias".
Sin subida de tipos
Con la débil lectura del ISM, las expectativas de una subida de tipos en la reunión de septiembre se han enfriado sensiblemente y las probabilidades de una subida del precio del dinero este mes han pasado desde el 42% del viernes hasta el 30% al que retrocedió durante la jornada de ayer.
El dólar pasó de apreciarse un 0,3% frente al euro a depreciarse un 0,4% y la rentabilidad del T-Note descendió desde el 1,62% hasta el 1,56%. Mientras, en Wall Street el S&P llegaba a descender un 0,6% y perdía su soporte de los 2.168, si bien a media sesión los índices norteamericanos se daban la vuelta y recuperaban su suelo.
Para Ángel Pérez, analista de Renta 4, "es sintomático que la lectura se haya quedado por debajo de 50, ya que refleja que la economía no está tan bien como se esperaba".
Por su parte, el equipo de análisis de Citi considera que "una vuelta atrás en el índice manufacturero no era inesperada", pero destaca que "la magnitud de la caída sí ha sido una sorpresa". Y es que la anterior lectura era del 52,6%, con lo que el retroceso -de 3,2 puntos- ha sido el segundo mayor de los últimos cinco años.
"El descenso indica que los fabricantes todavía se enfrentan a un entorno difícil. El viento en contra del dólar, las expectativas más débiles de crecimiento global y la debilidad de los precios de las commodities todavía persisten", explican desde Wells Fargo.
Los datos de empleo
En cualquier caso, los datos que marcarán el momento en el que la Reserva Federal volverá a subir los tipos de interés serán los de empleo que se desvelarán hoy mismo. El mercado da una probabilidad del 59% a que esta llegue en el mes de diciembre, si bien el vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, insinuó la pasada semana que podría haber dos alzas del precio del dinero este mismo año.
Según la encuesta de Bloomberg, los analistas prevén que la tasa de desempleo caiga una décima, hasta el 4,8%, que los salarios suban un 2,5% interanual y que el cambio en el número de nóminas no agrícolas sea de 180.000.
"Un dato en el cambio de nóminas por debajo de las expectativas del mercado probablemente desplazaría las probabilidades de una subida de tipos en septiembre hacia el 0%, mientras que un dato fuerte (de entre 200.000 y 250.000 nóminas) no garantiza un alza", indican en UBS. Aún así, Mark Tinker, responsable de AXA IM Framlington Equities Asia, señala que "todos sabemos en nuestro fuero interno que la Fed no está situando los tipos de interés en relación a la economía, sino que todo se trata de los mercados financieros" y asegura que "un movimiento de la Fed es una valoración de los mercados, no de la economía".