Bolsa, mercados y cotizaciones

Stephen Guilfoyle: "El Brexit no es la principal amenaza sino la salud del sistema financiero europeo"

En lo que llevamos de año, el S&P 500 acumula una rentabilidad del 2,4%. Sin embargo, a pie de la Bolsa de Nueva York, los operadores se enfrentan a una segunda mitad del año que se promete trepidante. Al resultado del referéndum en Reino Unido a favor del Brexit habría que añadir las dudas suscitadas de nuevo por el estado de salud de la banca europea.

"El Brexit ha creado cierta incertidumbre pero, a lo que nos enfrentamos, es mucho mayor", señala Stephen Guilfoyle, director de operaciones del Deep Value Executions en la New York Stock Exchange. Al respecto, indica que, en Europa, la amenaza inmediata no llega por el Brexit sino la salud del sistema financiero. "Si miramos a la banca italiana, la deuda tóxica supone cerca de un 17% de todos los préstamos cuando en otros países es del 1,7%. Si miramos a Deutsche Bank, el banco alemán tiene una exposición de 50 billones de dólares al mercado de derivados. La deuda de EEUU es de 19 billones, por lo que esa cifra es extraordinaria", explica a elEconomista.es. "Estamos viendo cierto nerviosismo porque nos preguntamos qué pasará si dos o tres grandes bancos europeos llegaran a caer. Vamos a ver mucha volatilidad", matiza.

Estas declaraciones coinciden con las nuevas previsiones publicadas por Goldman Sachs, donde su estratega jefe para EEUU, David Kostin, mantiene su objetivo de 2.100 puntos para el S&P 500. Aún así, Kostin y su equipo advertían que aunque el indicador registre ese nivel a finales de año, en los próximos meses podríamos ver una corrección de entre el 5% y el 10%. Una idea con la que coincide Guilfoyle, aunque este aclara que la dirección general de la renta variable, si las valuaciones lo permiten, debe ser al alza. "Podríamos ver un nivel mucho más bajo al actual para el S&P 500 pero el inversor de a pie necesita ganar dinero y no va a lograrlo en la renta fija", explica.

Durante las últimas jornadas hemos visto una renovada presión en la rentabilidad de los bonos soberanos. Aquí en EEUU, el treasury a 10 años operaba el miércoles con una rentabilidad del 1,38% mientras en otros países, la rentabilidad de los bonos seguían ahondando en el terreno negativo. "Ciertamente es una molestia. El bono suizo a 50 años operó con una rentabilidad negativa durante la jornada del martes", justifica el director de Deep Value, quien volvió a incidir que tanto para el inversor de a pie y las pequeñas gestoras esta situación "acabará por forzar una mayor valuación para la renta variable en su búsqueda de rentabilidad".

Mientras tanto, como ya han apuntado algunos de los funcionarios de la Reserva Federal, como su vicegobernador, Stanley Fischer, o la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, los datos entrantes desde la última reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) han mejorado. "Hemos visto cierto optimismo recientemente, con el ISM del sector servicios y el manufacturero saliendo mucho mejor de lo esperado, especialmente en los nuevos pedidos", coincidía en manifestar Guilfoyle. Durante la jornada del miércoles conocimos como el Índice de Gestión y Abastecimiento del sector servicios (ISM, por sus siglas en inglés) tocaba máximos en 7 meses en el mes de junio al situarse en los 56,5 puntos. Previamente el mismo indicador para el sector manufacturero lograba el pasado mes máximos de los últimos 16 meses. En estos momentos, el indicador GDPNow que elabora la Fed de Atlanta estima que la economía de EEUU crece a un ritmo del 2,4% después de avanzar un 1,1% en los tres primeros meses del año.

"Todavía no tenemos inflación pero algunas de las cifras han mejorado. Ahora tenemos que esperar al dato de empleo del viernes, en que volverán a incluirse los 35.000 empleados de Verizon. Creo que veremos una creación cercana a los 180.000 empleos. Cualquier cifra cercana a los 200.000 será interpretado como algo muy positivo para el mercado, pero eso pondrá de nuevo a la Fed dentro del tablero de juego", considera el director y economista de Deep Value, que cree que en los 3 o 4 trimestres existe una posibilidad de cuatro de que EEUU sufra una contracción en su actividad económica.

Precisamente, y hablando de la Fed, a pie de parqué no existe demasiadas expectativas de que Janet Yellen y los demás miembros del FOMC vayan a subir tipos en los próximos meses. "Los futuros sobre los tipos de interés sólo indican probabilidades de un 8% de una subida de tipos este año y sólo un 33% de posibilidades de una subida en 2017, por lo que la Fed tiene las manos atadas en estos momentos", ponía de manifiesto Guilfoyle, recomendando el oro como activo para protegerse de la volatilidad y recoger una rentabilidad medianamente decente. "Acumula subidas del 30% en el último año", recalca diciendo que los que desaconsejan este activo se basan en comparaciones históricas y no tienen en cuenta que el contexto actual no se caracteriza por la normalidad. "El Banco de Japón se va a ver obligado a intervenir en algún momento, el Banco Popular de China está intentando devaluar su divisa, Mario Draghi va a tener que continuar comprando bonos y todo lo que pueda, Mark Carney tendrá que virar a una política expansiva y las manos de Yellen están atadas. Por lo que el oro no caerá de forma brusca a corto plazo", determina el director de Deep Value.

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