Bolsa, mercados y cotizaciones

Paracaídas para invertir en bolsa reduciendo el riesgo

Érase una vez un mercado en el que bastaba contratar un depósito sin riesgo para poder obtener una rentabilidad anual del 5%. Pero la crisis llegó, y con ella la bajada de tipos de interés hasta niveles del 0% y la negativa de la banca, cada vez más sometida a las estrictas normas de solvencia, a seguir dando depósitos extratipados. El cuento de invertir en renta fija sin riesgo para obtener rentabilidades atractivas ha acabado. Colorín, colorado. Ahora no hay experto que no defienda que el sitio donde estar, el que tiene potencial para maximizar la rentabilidad de una cartera es la renta variable, sobre todo si no es un inversor a largo plazo.

De hecho, las previsiones que maneja Pioneer Investment para la próxima década para las diferentes clases de activos muestran que la única inversión que puede dar rentabilidades del 4% anual en los próximos diez años es la renta variable. "En un entorno en el que los tipos de interés están en mínimos históricos, las rentabilidades bursátiles ofrecen un sostén incuestionable", apunta Augustin Picquendar, gestor de fondos en DNCA Investments.

Y es que no solo se trata de que la rentabilidad de los bonos sea ahora mínima sino que además hay riesgo de que los que ahora invierten en renta fija acaben ya no solo no ganando dinero sino perdiéndolo. "Si la inflación crece según lo esperado la situación empeoraría para todos los inversores cautelosos porque sus ya reducidas ganancias en el mercado de bonos se convertirían en inexistentes a causa de la inflación", advierte Stefan Kreuzkamp, CIO de Deutsche Asset Management.

Que hay que asumir riesgo para obtener mayores rentabilidades está claro pero existe la opción de invertir en bolsa reduciendo el riesgo y esa es la alternativa que defienden los expertos para los inversores con mayor aversión a la volatilidad que reina ahora en el mercado.

Además, hay varias vías para hacerlo aunque la más sencilla es hacerla a través de fondos de inversión ya que tienen la gran ventaja fiscal de que los traspasos están exentos de pasar por Hacienda por lo que, en caso de que la situación bursátil se estabilice o empeore, el inversor podría traspasar su fondo a uno de mayor riesgo o menor, según las circunstancias.

Fondos mixtos flexibles

Una de las opciones más defendida por los expertos consultados por Inversión a Fondo es la de recurrir a fondos mixtos de carácter flexible. "Es una forma de tener posiciones en renta variable con un riesgo inferior aunque hay que tener en cuenta que en estos productos el retorno y el riesgo también viene por la parte de la renta fija", apunta David Sánchez, analista de fondos de Andbank. A este respecto Javier Monjardín, director de análisis de Tressis, recomienda fijarse en si el fondo en cuestión "invierte o no en derivados, la duración para evitar las más largas, que tenga una volatilidad de entre el 3 y el 4% con exposiciones a mercado de entre el 30 o 40% y que sean muy activos a la hora de mover sus carteras". De momento, en lo que va de año los productos mixtos flexibles que mejor lo están haciendo en el año son Merch Opportunidades, con un retorno del 23% en este complicado 2016 y Bankinter International Fund SICAV Flexible Multi-Asset EUR, con avances del 19 %. Desde Profim, José María Luna, cita algunos más entre sus recomendaciones como son Cartesio X, Echiquier Patrimoine, Belgravia Epsilon, Abante Pangea, Sycomore Partners o M&G Dynamic Allocation.

Un paso más en la escala de riesgo sería incluir un fondo que invierta el cien por cien de su cartera en renta variable pero con un cierto sesgo defensivo, dentro de lo poco defensiva que es la renta variable en términos generales. A este respecto, los fondos que incluyen en sus denominaciones los términos low volatility o minimum variance serían buenas opciones ya que, como explica Sánchez "invierten en compañías pocos volátiles. En estos casos nos tendríamos que fijar en el proceso de inversión que sigue cada producto y en cómo miden la valoración y el potencial de las compañías donde invierten". En este grupo se incluyen también los tan exitosos ETF de estrategias smart beta y dentro de este universo destacan los fondos cotizados de mínima volatilidad acumulan 11.800 millones de dólares en suscripciones, superando así el anterior récord anual de 11.600 millones de dólares alcanzado en 2015, según los datos de Ishares.

Otro clásico a la hora de reducir el riesgo en cartera aún invirtiendo en renta variable son los productos que siguen criterios de valor a la hora de invertir -que invierten su patrimonio en compañías infravaloradas por el mercado y con negocios estables-. Además, en la mayoría de los casos entre esas compañías suelen incluir a aquellas que bonifican a los inversores a través de dividendos. "En la actualidad los dividendos europeos están dando rentabilidades del 3,5% y los americanos del 2% y esos son niveles atractivos teniendo en cuenta los tipos de interés pero no todo vale ya que hay que fijarse en el pay out que dan las compañías y en que los dividendos sean sostenibles", apunta Morjardín. De momento, de los cientos de fondos valor globales a los que tiene acceso el inversor español los que mejor lo están haciendo en el año son las clases en dólares de Oppenheimer Global Focus Equity Fund y JPMorgan Global Dividend Fund, con rentabilidades en 2016 del 10 y 13 % respectivamente.

Por último, también están ganando adeptos los productos que siguen una gestión alternativa cuyo objetivo es obtener rentabilidades positivas independientemente del contexto de mercado. "Hay muchas alternativas diferentes pero una buena opción son las estrategias equity market neutral ya que tienen una exposición a mercado de cero porque invierten en acciones a largo y corto", apunta Alejandro Allona, analista senior de Inversis. De hecho, tal está siendo su éxito que llevan 21 meses consecutivos recibiendo entradas de dinero, lo que les deja en Europa como los segundos fondos, por detrás de los de renta fija, que más suscripciones reciben.

Inversión directa y segura

Más allá del universo fondos, otra opción para construir una cartera de renta variable estable que escape de la inestabilidad actual es elegir compañías poco correlacionadas con el mercado. Es decir, que presenten una beta baja. Esta estrategia se recomienda en contextos de elevada volatilidad porque con ellas se aminora la posibilidad de perder.

En la práctica, una empresa con una beta de 0,5 respecto al Ibex 35 significa que, en caso de caídas, la acción caerá la mitad que el principal selectivo de la bolsa española y que, en caso de subidas, avanzará el doble. Bajo esa lógica, el inversor que quiera estar en bolsa pero prefiera minimizar los vaivenes del mercado deberá buscar compañías que en el último año se hayan movido menos que el principal selectivo español.

Según FactSet, es el caso de las utilities, Aena, Viscofan y Cellnex -las dos últimas acaban de entrar en el Ibex en sustitución de OHL y Sacyr-. Todas ellas poseen una beta inferior a 0,55. Por el contrario, los títulos de la banca, los de ArcerlorMittal, Mapfre o ACS se encuentran entre los más volátiles.

Pero si se amplía el foco más allá del Ibex 35, en la bolsa española existen más empresas que cumplen con el requisito de estar menos correlacionadas con el mercado. De las que tienen al menos 1.000 millones de euros de capitalización, Euskaltel y Logista son las que mejor protegen de posibles caídas y además ambas darán este año pagos con los que se puede aspirar entre un 3 y un 4% de rentabilidad.

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