
Hace 120 años, concretamente el 26 de mayo, surgió uno de los índices más prestigiosos del mundo, el Dow Jones. Este selectivo, nacido de la mano de los periodistas norteamericanos, Charles Dow y Edward Jones, es uno de los principales termómetros de los mercados, pero su singular método de cálculo le ha granjeado algunos detractores.
Y es que el Dow Jones sólo tiene en cuenta el precio de los títulos de las compañías para calcular el peso de éstas en el selectivo. Por ello, la empresa más grande del mundo, Apple, no pasó a formar parte de este índice hasta el pasado año, ya que los 'guardianes' del Dow Jones argumentaban que sus más de 600 dólares por acción podrían desvirtuarlo (la firma se incluyó en el Dow Jones en 2015 tras llevar a cabo un 'split', desdoblamiento de títulos).
Eso sí, el objetivo del Dow Jones es ser un reflejo de la actividad industrial del país, por lo que está formado por las treinta empresas más representativas de la economía de Estados Unidos.
En este contexto, si el IGBM se calculase como el selectivo estadounidense, las compañías que tendrían más peso serían CAF, Aena y Barón de Ley, ya que los precios de sus acciones son los más elevados del mercado español. En el caso de la primera, el valor de sus títulos supera los 290 euros, mientras que en el de las otras dos, el precio sobrepasa los 100 euros.
Así, el grupo con mayor ponderación actualmente, Banco Santander, saltaría al puesto 68 con sus poco más de 4 euros. Igualmente, Telefónica e Inditex que pesan más de un 10% y 9%, respectivamente, se irían a los puestos 43 y 12.
Por ello, el sistema de cálculo del Dow Jones cuenta con detractores que dudan de su representatividad para medir la evolución del mercado de valores estadounidenses. Y es que en la mayoría de índices (Ibex 35, S&P 500, Dax...) la ponderación de las empresas es proporcional a su tamaño en bolsa y a su 'free float' (capital circulante).
A este respecto, los valores con mayor peso en el índice estadounidense son 3M, que con 148 dólares supone el 6,5%, Goldman Sachs, con un 6% gracias a sus 139 dólares, e IBM que pondera un 5,7% al tener un precio de 131 dólares. Por su parte, Apple, que capitaliza casi el doble que las anteriores compañías juntas, se sitúa en el puesto 13.
¿Qué hace falta para formar parte del Ibex 35?
En principio, hablar del Ibex 35 es hacerlo de las 35 empresas más líquidas del país. Para formar parte del selectivo, la capitalización tiene un peso relevante, aunque no es el único criterio.
El Comité Asesor Técnico (CAT), que suele hacer cambios en junio y diciembre, exige que el valor de una compañía sea, de al menos, el 0,3% del Ibex en el periodo de control (el semestre que transcurre entre una reunión y otra) por lo que también es importante el 'free float', ya que solo se tiene en cuenta el capital que circula libremente en bolsa. Aunque, eso sí, el criterio más relevante es el volumen negociado.
