El de las eléctricas ha sido tradicionalmente el sector estrella para los inversores que buscan compañías defensivas y una rentabilidad por dividendo alta. Pero durante los últimos meses firmas como EDF, E.On o Engie han tenido que rebajar la retribución a sus accionistas, otras como la germana RWE se han visto obligadas a cancelar su dividendo y Gas Natural, en una extraña pirueta, ha vuelto al scrip.
Y es que los bajos precios están castigando los beneficios de las compañías del segmento, algo que todavía podría empeorar. "La descarbonización y la caída en los costes de las renovables no solo deprimen los coeficientes de carga [el cociente entre la energía generada por una central y la que podría generar a pleno rendimiento], los precios de la energía y el diferencial en las horas valle de consumo, también ponen en cuestión el sistema de precios de la electricidad y del CO2", aseguran en Exane BNP Paribas.
En esta situación, la retribución que ofrecerán el próximo año las quince grandes compañías de dos sectores mucho más volátiles como el asegurador y el bancario es, a precios actuales, más atractiva que la que abonarán las quince grandes eléctricas del Viejo Continente. En concreto, el consenso prevé que los dividendos de la banca renten un 6,1 por ciento en 2017, los de las aseguradoras un 5,7 y los de las utilities un 5,6 por ciento.
Además, según el análisis del banco suizo UBS, el sector de las eléctricas es el segundo con más probabilidades en el Viejo Continente de que se produzcan recortes en los pagos, solo por detrás del energético. De este modo, las posibilidades ascienden hasta el 41 por ciento, frente al 18,7 por ciento que le otorgan a que se cercenen los pagos en las firmas financieras.
El consenso de mercado espera que las quince grandes utilities europeas recorten su dividendo en un 1,6 por ciento este año de media y que el próximo año lo hagan en un 0,6 por ciento. Sin embargo, la mayor rentabilidad ofrecida por la banca y las aseguradoras no solo viene por un aumento de los pagos de estos y el recorte en las eléctricas, ya que también se fundamenta en un comportamiento divergente en el parqué. En los últimos doce meses el sector bancario ha sido el que más ha sufrido en Europa -con una caída de más del 38 por ciento-. Por su parte, el de las aseguradoras ha experimentado un retroceso del 22 por ciento, frente al 16 por ciento que han descendido las eléctricas.
Los retos de banca y aseguradoras
En una época en la que los modelos de negocio de todos los sectores están cambiando, la banca y las aseguradoras no se libran de esta situación. En los últimos días el Banco Santander ha anunciado que cerrará 450 oficinas y que esta medida afectará a 1.200 empleados y el pasado jueves Francisco González, consejero delegado de BBVA, apuntaba que a largo plazo sobrará el 75 por ciento de su red de oficinas en España.
"Es probable que las entidades sigan siendo relevantes, ya que la mayoría de las firmas fintech todavía dependen de la infraestructura ya existentes de los bancos, pero están en riesgo de dejar de ser intermediarios de algunos clientes y ser considerado meros proveedores de infraestructuras", apuntan desde Citi. Mientras, en el caso de las aseguradoras, los analistas creen que pueden encontrar una oportunidad en la digitalización, pero que no todos serán capaces de aprovecharla.
"Creemos que la oportunidad es tan grande como la amenaza, al menos en el corto plazo. Las aseguradoras han sido mal dirigidas en los últimos años y ahora necesitan innovar para sobrevivir", explican desde UBS. En este sentido, aseguran que la transformación digital "redefinirá los seguros del automóvil y que las casas inteligentes crearan nuevas oportunidades en el mercado y evitarán siniestros" y creen que "el tamaño importará más que nunca, ya que solo algunos tendrán la capacidad de realizar las inversiones necesarias".
Precisamente, según los datos de S&P, el mercado de fusiones y adquisiciones en el sector alcanzó los 150.000 millones de dólares en 2015, una cifra récord. "Aunque compradores, vendedores y bancos de inversión parecen haberse tomado un respiro, consideramos que la ola de acuerdos continuará, aunque a un ritmo más lento, en 2016", aseguran desde la agencia de calificación.
En este contexto, se antoja fundamental saber elegir qué valores son los adecuados para invertir dentro del sector. "El crecimiento del dividendo por acción continuará impulsando el rendimiento superior del sector, pero esperamos una mayor diferenciación entre los pagos de alta y baja calidad", apuntan desde Bernstein.
De las quince mayores aseguradoras cinco cuentan con una recomendación de compra: Axa, Prudential,Aegon, Allianz y NN Group. Por contra, solo Hannover Ruck es una venta.
Entre los consejos de compra, la mejor opción es la francesa, que forma parte de la estrategia de elMonitor. Además de contar con la recomendación más sólida ofrece la retribución más atractiva entre los semáforos en verde del segmento. Uno de los catalizadores que la compañía tiene por delante es el día del inversor y desde JP Morgan creen que, con las perspectivas actuales, "hay una oportunidad de trading a corto plazo".
Mientras, la segunda mejor opción es Prudential, que también está en elMonitor. Si bien es cierto que ofrece el dividendo menos suculento de las cinco aseguradoras que son un comprar, sus pagos son los que más crecerán entre 2015 y 2017, un 16 por ciento.
"Creemos que Prudential es el verdadero valor de crecimiento entre las grandes del sector asegurador. Aunque los vientos en contra pueden golpear al negocio en cualquier periodo, el crecimiento subyacente del mismo debe tener la mayor relevancia en periodos de tiempo más largos", aseguran desde Barclays. De hecho, entre 2016 y 2018 se espera que el beneficio neto de las aseguradoras se eleve un 9,2 por ciento, frente al 19 por ciento previsto para la británica.
Una de las preocupaciones del mercado con respecto al sector en Reino Unido es el impacto potencial del Brexit en sus cuentas -el 26 de junio tendrá lugar la votación-. Sin embargo, en el caso de Prudential solo el 38 por ciento de su beneficio procede de las islas, y, según apuntan desde Citi, "podría beneficiarse de una libra más débil". De hecho, en lo que va de 2016 la moneda británica cede un 4,5 por ciento frente al euro y un 9 por ciento frente al billete verde.