Bolsa, mercados y cotizaciones

La cautela de la Fed complica el beneficio de la banca de EEUU

  • Podría verse una caída del 10% en los beneficios del primer trimestre
En la imagen, Janet Yellen.

Desde el inicio de 2016, la banca estadounidense y el sector financiero americano parecen haber desentonado ante el incremento de los riesgos y la volatilidad en los mercados. Desde el colapso en los precios del crudo hasta el incremento de la rentabilidad del high yield pasando por las dudas generadas por China y otros grandes emergentes, estos devenires han frustrado la rentabilidad de la industria, que acumula pérdidas del 8% en lo que llevamos de año.

Hasta la jornada del miércoles, cuando la Fed optó por telegrafiar al mercado que sólo subirá tipos en dos ocasiones este año, los expertos de Bank of America, Goldman Sachs o Wells Fargo indicaban que Janet Yellen y los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) moverían ficha en tres ocasiones en 2016. Una convicción que se hizo trizas nada más conocer las nuevas proyecciones del banco central estadounidense, que sitúan los tipos de interés en el 0,9% a finales de este año. Las consecuencias no se hicieron esperar.

Mientras el mercado vitoreó la cautela de la Fed con un tímido rally que se extendía durante la jornada del jueves y llevaba al Dow Jones a registrar su primer balance positivo en lo que llevamos de 2016, el sector financiero recibió con caídas el mensaje de la Fed. "Hay que ser cautos con los bancos porque hasta ahora, con el proceso de normalización en marcha, eran el único sector de la economía que podría beneficiarse de una subida de tipos de interés", explica Fred Cannon, director global de análisis de Keefe, Bruyette & Woods.

Los bajos tipos seguirán lastrando al sector bancario, que ha borrado más de 22 puntos en el S&P 500 en 2016, más que cualquier otra industria. Liderando estas caídas destacan firmas como Citigroup, Bank of America o Goldman Sachs. Si el hecho de que la Fed modere su hoja de ruta supone una piedra más en el zapato de muchos bancos, los vaivenes vividos en los dos primeros meses de 2016 aventuran un primer trimestre decepcionante.

Desde Crédit Suisse advertían este jueves que Goldman Sachs podría ver cómo los ingresos procedentes de su negocio de banca de inversión podrían caer un 32% en el trimestre con respecto a los niveles registrados hace un año. La semana pasada, Citigroup también avisó a sus inversores que espera que los ingresos procedentes de banca de inversión caigan un 25%, mientras que los derivados de sus operaciones de trading prometen recortar hasta un 15%.

El mes pasado, JP Morgan preparaba a sus accionistas para una caída del 20% en sus operaciones de inversión. El banco aclaraba además que las pérdidas relacionadas con el sector energético, asediado por la caída en los precios, podrían alcanzar los 2.800 millones de dólares, de los cuales 600 millones podrían registrarse en el primer trimestre de este año. Un problema también extendido entre otras entidades, como Wells Fargo.

La caída en los ingresos procedentes de sus operaciones de banca de inversión, así como unos márgenes de crédito y préstamos más ajustados han hecho que los analistas consultados por Bloomberg estimen una caída del 10% en los beneficios del primer trimestre de 2016. Para el conjunto del año se espera un incremento del 2,8% frente al 9,4% previsto hace seis meses. Cifras que siguen poniendo presión sobre los grandes bancos a este lado del Atlántico.

De todas formas, Jim Sinegal, analista de Morningstar, aseguraba que "los balances de la banca estadounidense son muy sólidos" e incidía en que "los vientos en contra para Citigroup o Bank of America están completamente descontados en el precio de su acción". El jueves conocimos que los inversores de Citi y JP Morgan podrán votar a la hora de considerar si ambos bancos deberían reducir su tamaño y limitar su negocio.

Golpe a las ganancias de los grandes

Los tipos por los suelos en un periodo largo de tiempo estrechan los márgenes del sector al dificultar el negocio tradicional de la banca. Según Berenberg, los márgenes de la banca japonesa retrocedieron un 30% en 10 años una vez que los tipos habían estado bajos durante 4.

Así, las perspectivas de ganancias de las principales entidades de EEUU, ya golpeadas por su exposición al sector energético, se han resentido. Las previsiones de beneficio de Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y JP Morgan han caído un 12% en 6 meses y se espera que ganen 62.000 millones, un 1,7% menos que en 2015.

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