Bolsa, mercados y cotizaciones

Las firmas del Ibex ahorran 41.600 millones con el dividendo en acciones

  • Así retienen caja y elevan capital, pero diluyendo a muchos accionistas

No es plato de buen gusto para una compañía decidirse a suprimir el dividendo. Y menos en la bolsa española, donde las empresas tradicionalmente han premiado mucho la fidelidad de sus accionistas. Muchas cotizadas se han visto en esa tesitura durante la crisis, sin ir más lejos la propia Repsol, que pese a las pérdidas de 1.200 millones de euros que ha anunciado para 2015, ha decidido no cancelar su retribución. Para la petrolera, el dividendo no supone un problema gracias al gran invento para las empresas que introdujo la banca en España: el scrip dividend.

Esta fórmula, con la que buena parte de la remuneración se reparte en acciones, ha permitido a las compañías mantener sus pagos sin que saliera demasiado dinero de caja.

Las empresas del Ibex 35 se han ahorrado más de 41.600 millones de euros gracias a la política del script dividend en los últimos seis años, desde que Santander lo empleó por primera vez en noviembre de 2009. Para las 13 compañías del índice que han recurrido a esta modalidad de retribución, el pago en acciones les ha permitido entregar en efectivo menos de 15.000 millones en este tiempo, es decir, solo una cuarta parte de lo que habría significado abonar esos mismos dividendos en metálico, sin incluir papelitos.

La cifra sería todavía mayor si se tiene en cuenta que después de utilizar esta fórmula, el número de acciones de las compañías se ha multiplicado, por lo que ahora necesitarían incluso más dinero para distribuir los mismos dividendos. Y es que para entregar acciones con el scrip, las empresas emiten títulos nuevos. Por eso, al mismo tiempo que han retenido cash, han logrado inyectar capital. "El pago en acciones son pequeñas ampliaciones de capital encubiertas. Permite suavizar la salida de flujo por parte de las compañías y eso, en épocas de crisis, es una ayuda", señala Eva del Barrio, de Bankinter.

"Esta modalidad ayudó a que Iberdrola pudiera mantener el dividendo de 0,27 euros estos años, ya que el 50% de sus accionistas se acogió a las acciones, y eso suponía que la salida de caja se reducía a la mitad", explica la experta. Así, la eléctrica se ha ahorrado unos 5.000 millones de los 9.300 millones que suponía abonar en metálico los mismos pagos del script dividend.

Es solo un ejemplo, aunque los más llamativos son los casos de la gran banca. Para el Santander, pagar en metálico todas las entregas que ha repartido en acciones habría supuesto un desembolso de alrededor de 23.600 millones de euros -incluyendo solo las acciones nuevas que ha puesto en circulación por temas ajenos al scrip-. ¿Y cuánto dinero en metálico ha abonado desde 2009? Solo 4.550 millones. O, lo que es lo mismo, el banco ha retenido el 80%.

Fuera de la banca, Telefónica ha ahorrado 3.300 millones, pese a utizarlo solo tres veces, y Repsol, casi 3.000 millones.

Una aceptación irreal

Esto ocurre, en gran medida, por una cuestión: "La trampa reside en el hecho de que los accionistas reciben las acciones si no manifiestan que quieren recibir el efectivo. Me gustaría que alguna empresa lo planteara al contrario, recibir el efectivo a no ser que se especifique que se quiere recibir acciones", plantea Javier Barrio, de BPI. De ahí que el scrip, en teoría, tenga tan buena aceptación entre los accionistas.

Ahora bien, "no hay que olvidar que el scrip dividend tiene un efecto dilutivo importante de cara al futuro", como expone Victoria Torre, de Self Bank. Y aunque algunas empresas, sobre todo la banca, han anunciado su retirada, "posiblemente no veamos una eliminación total de esta opción, sino que se recurra a fórmulas mixtas para proteger las salidas de caja", opina Torre.

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