
Los expertos lo tienen claro, a pesar de que el Ibex 35 ha cerrado el peor mes de enero desde el año 2010 (tras caer un 7,3 por ciento), todavía puede recuperar el saldo positivo en el año. Así lo cree el 87 por ciento de la treintena de expertos que ha respondido a la encuesta elaborada por elEconomista, en la que solo cuatro de ellos se muestran en contra de la mayoría.
El resumen del mes de enero no tiene un claro culpable, sino más bien unos cuantos. El mal dato de PMI de China trajo consigo la volatilidad a los mercados, haciendo que el Ibex 35 arrancase 2016 con su peor sesión bursátil en dos décadas. A ello se unió, un día después, una nueva devaluación del yuan por parte de su Banco Central, que afianzó el temor a que la ralentización del crecimiento en el gigante provoque una recesión global -además de contagiar al resto de emergentes, con el peso que Latinoamérica tiene en las empresas del Ibex-. El descalabro del petróleo, por debajo de 30 dólares, y la crisis de la banca italiana, que ha arrastrado a la española, no han hecho sino poner la guinda al pastel.
Sin embargo, todos estos argumentos no son suficientes para llevarse por delante el resto del año en los parqués, y eso a pesar de que enero define la tendencia anual de la bolsa española en un 70 por ciento de las ocasiones (a enero bajista, año bajista). En primer lugar, porque aún queda mucho tiempo "y pueden pasar muchas cosas", advierte Victoria Torre, responsable de análisis y producto en Self Bank. Además, para Rafael Collada, de M&G Valores, "la evolución de la bolsa actual no contempla los beneficios de las empresas". Algo que remarcan desde Société Générale: "El beneficio por acción crecerá este año en mayor medida, ya que estimamos un incremento del 10 por ciento en España frente al 7 por ciento en Europa".
Lo sostienen las buenas previsiones que hay para la economía. "Los datos macro muestran ritmos de recuperación moderados que se mantienen tanto en España como fuera, algo que afecta también a las grandes empresas españolas", comenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. Y es que, en opinión de José Lizán, de Auriga, "hay una gran brecha entre la macro y la micro con respecto a las cotizaciones actuales, pero creemos que a lo largo del año se cerrará".
En este sentido, la opinión de la mayoría es que las caídas "son excesivas". Así lo cree Natalia Aguirre, analista de Renta 4, que añade que "deberíamos ver una recuperación de las cotizaciones una vez se constate que el ciclo económico global no está tan mal y, por tanto, los beneficios empresariales seguirán creciendo y las valoraciones son atractivas".
Todo con el respaldo de los bancos centrales a la economía, ya que "el BCE ha prometido medidas expansivas para marzo y el Banco Chino también está aplicando políticas monetarias expansivas, lo que ayudará a calmar los mercados internacionales así como a mantener niveles de crecimiento a pesar de la desaceleración", puntualiza Luis Lorenzo, de Dif Broker.
En lo que respecta a la situación de Latinoamérica,"no esperamos nuevas sorpresas. Ya está descontada la recesión en Brasil, y no vemos factores que amplíen la prima de riesgo de este área geográfica", afirma Estefanía Ponte, de BNP Paribas.
En cuanto a los efectos negativos del precio del petróleo, Miguel Ángel Paz, director de gestión en Unicorp, considera que "no tiene sentido que la caída de los precios del petróleo deriven en una recesión en Europa". También ve una recuperación del crudo Jorge Lage, de CM Capital Markets: "El mercado ha sido demasiado negativo con la economía china; además, el precio del petróleo tenderá a recuperarse en la segunda parte del año. Prevalecerá el sustento del BCE en Europa con un euro ganando ventaja competitiva. España encauzará su incertidumbre política".
Pero no todo es optimismo en el parqué. Aunque las voces positivas lideran las previsiones, los acordes disonantes tampoco faltan en esta encuesta. La ausencia de un inquilino seguro en la Moncloa, la exposición exterior o los datos que llegan desde China son algunos de los motivos que aumentan las reticencias de los analistas. "La situación de la economía real no se está reflejando en la economía financiera", lamenta Ernesto Getino, de Getino Finanzas. Tampoco ve un final feliz para la bolsa Alfonso de Gregorio, de Gesconsult, que cita Brasil, los bancos, la regulación de las eléctricas, la construcción o el petróleo como los principales lastres del parqué. Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, coincide con los motivos anteriores y, además, añade "el conflicto de déficit con Bruselas, la secesión catalana, el estancamiento y la deflación europea, el referéndum de Reino Unido y las implicaciones que este tendrá para Europa".
La frontera de los 10.000
La tierra prometida del mercado español se ubica en la zona de los 10.000 puntos. No todos los analistas consultados por elEconomista tienen claro que vaya a llegar a este nivel, pero el promedio se aproxima a esta cifra. El Ibex parece que se ha estancado en el desierto desde finales de 2015 y no consigue progresar, vista la caída del 7,63 por ciento de enero.
Los expertos confían en que, a medida que avance el año, el selectivo español recupere los niveles previos a las tormentas de los últimos meses. "Estamos empezando a conocer los resultados de cierre de 2015, que de seguir la tendencia positiva de publicación de los últimos trimestres, servirán de apoyo a la renta variable", comenta Anabel Laín, gestora de inversiones de Ibercaja Gestión. Laín es una de las más optimistas y ve posible que el mercado español conquiste los 11.000 puntos, aunque "la incertidumbre actual hace muy improbable que en estos primeros meses se aproxime a ese nivel". Otros, como Société Générale, confían todavía más en el Ibex y visualizan el cierre en los 11.500 puntos.
No obstante, las previsiones están por debajo de esta zona. El rango entre los 10.000 y los 10.800 puntos se presenta como un escenario que no descartan los analistas de ATL Capital, SelfBank o Auriga. José Lizán, gestor de carteras de Auriga, sostiene que "un nivel de 10.500/10.750 sería valorar el Ibex de forma correcta con los beneficios por acción que estimamos para el conjunto de 2016".
El actual escenario político es una de las principales reticencias que encuentran los expertos a la hora de apostar por una fuerte subida del Ibex. "Sin conocer el Gobierno que estará al frente del país en los próximos meses, es imposible saber dónde estará el mercado español a finales de año. Lo mejor que podemos decir hoy en día es que, ante esta elevada incertidumbre política, lo mejor, de momento, es no estar en bolsa española", argumenta Félix González, de Capitalia Familiar, que no se atreve a dar una cifra exacta. Ignacio Cantos, de ATL Capital, lo secunda: "el contexto político va a influir y mientras no se aclare, la situación será un freno para el Ibex". Aunque no todos dan tanta importancia a la falta de Gobierno. "La situación política se resolverá antes o después por lo que no esperamos gran influencia. No nos atrevemos a dar una cifra exacta, pero por encima del cierre de 2015, entre un 10 y un 15 por ciento", concluye Fernando García, de Banco Caminos.