Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa sólo ha caído un 1,4% tras otros atentados en Europa

  • Los mayores 'crash' fueron en EEUU por el 11-S: el Dow Jones cayó un 7%
  • Las grandes caídas tras el 11-M se produjeron con el vuelco electoral
  • Los mercados europeos cerraron con alzas tras el atentado del Charlie Hebdó

El terror que asoló la noche del viernes París se trasladó a otras muchas partes del mundo. El pánico volvió a estremecer a la población. Pero ante los últimos actos de terrorismo en Europa, los mercados han reaccionado con relativa calma, con caídas que de media se han quedado en el 1,4% en el principal índice bursátil de la zona euro, el Eurostoxx 50.

Únicamente el atentado contra las Torres Gemelas el 11-S tambaleó los parqués de todo el mundo. Aunque según un informe de Moody's, los atentados de Madrid, Londres y Nueva York sí tuvieron un impacto "significativo" en el crecimiento económico.

Este último ataque terrorista en Europa ha puesto en alerta de nuevo a Occidente y de lo que ocurra a partir de ahora, de las decisiones que tomen las grandes economías tras la reunión de ayer del G-20, dependerá la huella que deje en los mercados. Y es que, a diferencia de los últimos atentados, los inversores han tenido un fin de semana antes de volver hoy a la actividad.

11 de septiembre de 2001 (NY)

Era la primera vez que un atentado contra la población civil en un país de Occidente sobrecogía al mundo. Un acto de terrorismo sin precedentes en Estados Unidos traspasaba todas las fronteras el 11 de septiembre de 2001. Los dos aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas hacían temblar también al corazón financiero estadounidense.

Wall Street cerró sus puertas ese martes y no volvió a abrirlas hasta el lunes siguiente, permaneciendo cerrado durante cuatro sesiones bursátiles consecutivas, algo que no ocurría en décadas.

El pánico estaba muy presente en el intento de regreso a la normalidad, tanto que en ningún otro atentado posterior se produjo una reacción en los mercados de tal magnitud. Lo que sucedió en aquel momento en los parqués no ha vuelto a repetirse ni en el atentado en Madrid en 2004, ni en Londres en 2005 ni en París el pasado mes de enero. Los principales índices estadounidenses sufrieron fuertes caídas cuando volvieron a cotizar el 17 de septiembre.

Ese día, el Dow Jones se desplomó un 7,13% y el S&P 500 retrocedió un 4,92%. Las ventas no salpicaron a todas las empresas por igual. Las compañías que más resintieron el ataque terrorista fueron claramente las aerolíneas y las hoteleras. Estos sectores perdieron entre un 27% y un 32% de su capitalización bursátil en una sola jornada.

Pero no fue una reacción puntual, la huida de los inversores se prolongó los días posteriores, con un balance de caída del 11,6% para el S&P 500 en la semana. Es más, estos desplomes llegaron justo cuando la burbuja de las tecnológicas hacía mella y llevaron a la bolsa de Nueva York a mínimos de 1998. Un año más tarde, los índices tocaron niveles que no volvieron a ver hasta 2009 tras el estallido de la crisis de Lehman Broters.

Pero el atentado del 11-S también estremeció a Europa. Mientras Wall Street mantenía sus puertas cerradas, en las bolsas europeas se mantuvo la actividad, aunque no la tranquilidad. El principal índice de la zona euro, el EuroStoxx 50, perdió en una sola jornada un 6,4% y esa semana se saldó con un descenso del 10,57%.

Las ventas se sucedieron una semana más aunque a la siguiente el índice ya logró recuperar cerca de un 15%. Algo mejor acabó la fatídica jornada del 11-S en la bolsa española, aunque el Ibex 35 también finalizó la sesión con una caída del 4,56% y la semana con pérdidas similares a las de Europa, del 10,55%.

Los efectos del atentado a la Torres Gemelas no quedaron ahí. El ataque obligó a que la Reserva Federal estadounidense (Fed) también actuase ante las consecuencias económicas que podían devenir en la primera economía del mundo. El mismo día en el que la actividad retornó a los mercados en Nueva York, el banco central de Estados Unidos recortó de forma inminente los tipos de interés en medio punto, hasta situarlos en el 3%.

11 marzo de 2004 (Madrid)

Faltaba apenas hora y media para que los mercados europeos abrieran sus sesiones y Madrid vivía el atentado que marcó un antes y un después en la larga trayectoria que ya acumulaba el terrorismo en España. A las 7:37 explosionó la primera de las 10 detonaciones casi simultáneas que se produjeron en varios trenes madrileños y que dejaron a su paso 192 personas muertas. Una catástrofe que también se dejó sentir en los mercados de valores.

El Ibex abrió sesión con caídas del 1,76%. A medida que avanzaba la sesión fueron ampliándose hasta el 2,77% registrando ahí su mínimo intradía; y finalmente perdió un 2,18% hasta quedarse por debajo de los 8.112 puntos, y con todos los valores cerrando en negativo.

Además, estos números rojos que también se mantuvieron el día siguiente, el viernes 12 de marzo, cuando empezaron a surgir más voces que apuntaban a la autoría del terrorismo islámico y menos a la del terrorismo independentista de ETA, con un Ibex perdiendo otro 0,98%; y sobre todo el lunes siguiente, 15 de marzo, tras el vuelco electoral que se produjo el domingo anterior y que dejó a José Luis Rodríguez Zapatero como nuevo presidente del Gobierno. Ese día, el Ibex 35 cerró con una nada desdeñable caída del 4,15% (fue el mayor retroceso experimentado por el mercado español durante los tres años siguientes).

En todo caso, tras un primer impacto inicial a la baja, lo cierto es que los atentados de Madrid no acabaron con las ganas de comprar de los alcistas y el Ibex 35 tardó menos de un mes en recuperar su valor anterior al del 11M: los 8.292 puntos.

Otra cosa es el efecto que puedan tener ahora los atentados de París en el principal índice español. Sobre todo teniendo en cuenta que su situación desde el punto de vista técnico se ha deteriorado sobremanera en la última semana. De hecho, la semana pasada ya perdió su primer soporte de los 10.250 puntos y si Europa reacciona con caídas a este nuevo atentado islámico, no es descartable que se despida de los 10.000. Aunque para hablar de "reanudación de la tendencia bajista" y no de "corrección" sería necesario que el principal índice español perdiera los 9.700/9.800 puntos, según apunta Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader. Y no es éste el escanario base.

Menos impacto tuvo el atentado del 11M en el mercado de bonos . El día anterior a que se produjera la masacre de Madrid había cerrado con una rentabilidad del 3,99% (en ese momento los tipos de interés de la eurozona estaban en niveles del 2% y aún debían de pasar otros seis años antes de que en Europa se empezara a hablar de crisis de deuda gubernamental) y la prima de riesgo con respecto al bono alemán era de tan solo 9 puntos básicos. Tras conocerse los atentados los inversores optaron por comprar bonos españoles lo que hizo caer su rentabilidad hasta el 3,98%. La descorrelación aún funcionaba.

7 de julio de 2005 (Londres)

Este verano Londres recordaba a las víctimas de un atentado que también cambió la vida de un país. El 7 de julio de 2005, cuando la ciudad comenzaba su jornada, varias bombas hicieron estallar varios trenes y un autobús acabando con la vida de 52 personas. Un ataque con el que, en un primer momento, el terror se instauraba en la City londinense. En el parqué, el Ftse 100 llegó a perder casi un 4% durante esa sesión, pero finalmente se instauró la calma y la caída se quedó en el 1,36%.

Tampoco el pánico dominó al resto de mercados ese día. En Europa, el EuroStoxx 50 cerró la sesión con un descenso del 1,68%, mientras en la bolsa española, donde aún continuaba muy presente el atentado del 11-M sucedido solo 16 meses antes, el Ibex 35 cayó un 1,91%.

A diferencia de lo que sucedió en Wall Street en 2001, los inversores no se contagiaron del miedo, pese a que ya era la segunda vez que Europa sufría un ataque. Y es que los posibles efectos sobre la economía británica no preocuparon al mercado, que se encontraba, además, en un momento muy distinto al que vivió a principios de los 2000. Las bolsas ya habían retomado una tendencia alcista tras el estallido de la burbuja tecnológica, un periodo de alegría que no acabaría hasta el comienzo de la última crisis financiera.

Esa relativa tranquilidad se notó en las jornadas posteriores al acto. Justo al día siguiente, la mayoría de índices europos ya recuperó los niveles que había perdido el día del ataque terrorista en Londres. Incluso el propio Ftse 100.

7 de enero de 2015 (París)

El atentado contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdó había sido, hasta el viernes pasado, el último en Europa. En él perecieron 12 personas, entre ellos cuatro dibujantes de la publicación que habían sufrido amenazas terroristas por sus sátiras sobre Mahoma.

El impacto en la sociedad se notó en la repercusión que tuvo en las redes sociales donde no solo se rechazaba el terrorismo islamista en sí sino el atentado que supuso contra la libertad de expresión al ser el objetivo un medio de comunicación. Pero su impacto en mercado fue de todos los analizados el menor magnitud.

De hecho, todos los mercados europeos, incluido el francés, acabaron la sesión con alzas que en el caso del selectivo galo Cac 40 ascendieron al 0,72%, por encima incluso del 0,63% que se anotó el Eurostoxx. Sí pudo tener quizá algún impacto en el mercado de bonos ya que los inversores optaron por deshacer posiciones tanto en deuda periférica -la rentabilidad del bono español subió un 2,70% hasta el 1,68%- como en deuda más core. Así, los bonos alemán y francés sufrieron un repunte en su rentabilidad del 7% en el caso del bono galo hasta el 0,78% y del 8,66 por ciento en lo que respecta al bund, cuyo rendimiento escaló al 0,48%.

El de Charlie Hebdó es el ejemplo más cercano que se tiene del impacto que supone un acto terrorista en los mercados occidentales por lo que no puede descartarse que hoy tampoco haya ningún tipo de efecto en los mismos, o al menos no achacado solo al acto terrorista per se. Otra cosa es el impacto que pudieran tener en las conclusiones que arrojó la reunión de ayer de los líderes del G20, las decisiones que tomen en torno a la lucha conjunta contra el terrorismo yihadista, o si cambian o no su política de acogida de refugiados.

Además, hay que recordar que éste ha sido el único de los cuatro que no se ha producido en un día laboral por lo que el pánico intradía que sí se ha visto con anteriores actos terroristas no hará acto de presencia.

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