Bolsa, mercados y cotizaciones

La retribución se eleva gracias a las mayores ganancias

Aquel que emprende un viaje en bolsa sabe a ciencia cierta que lo hará acompañado de un componente impredecible, como es el devenir del mercado, y quizás de un acompañante algo más preciso, si hablamos de la rentabilidad por dividendo. Después de años de crisis financiera, durante los que las compañías se ajustaron el cinturón para tratar de mantener la retribución al accionista en tiempos en los que las ganancias escaseaban, hoy parece que la situación está empezando a invertirse. "En Europa, encontramos, al menos, un centenar de compañías con más de un 4 por ciento de rentabilidad por dividendo", versa un informe de Bank of America Merrill Lynch (BofAML), que subraya la idea de que se trata de pagos "cubiertos" o "ya asegurados" por las cuentas de las propias cotizadas.

Si extrapolamos esta idea a nuestro país, España será -sólo por detrás de Grecia- aquel que reportará un pago más elevado en 2016, hasta de un 4,7 por ciento, según estimaciones realizadas por Citi. "Es el momento de apostar por un mercado que ofrece altas rentabilidades por dividendo", aseguran los expertos, y no es de extrañar ante un mercado volátil, con mayores expectativas de beneficios y con unos tipos de interés en mínimos históricos en la eurozona. "Las empresas que premian a sus accionistas les proveen de cierta protección en este contexto de incertidumbre", asegura Josh Peters, director de estrategia de Morningstar. Por sectores, Citi considera que el sector financiero será el que más incrementará su rentabilidad por dividendo el próximo año (hasta un 17,9 por ciento de subida con respecto a 2015), por delante de las compañías de viaje y de las cadenas de tiendas (con sendos repuntes en sus rentabilidades por encima del 12 por ciento).

De vuelta a la precrisis

Queda camino, pero la tendencia para los índices se dirige a recuperar la rentabilidad por dividendo que ofrecían antes de que estallara la crisis financiera en 2008. El selectivo Stoxx 600 ofrecerá este ejercicio un 3,69 por ciento, de media, en sus pagos al accionista, aún lejos de la rentabilidad del 5,42 por ciento que reportaba durante el escándalo de Lehman Brothers. La bolsa americana, donde el dividendo se encuentra en un segundo plano aún, ofrecerá un 2,23 por ciento de rentabilidad, un punto y medio por debajo del ofrecido hace siete años por parte del S&P 500. Hay quien se pregunta, en este punto, si compensa asumir el riesgo de la renta variable cuando el bono americano paga alrededor de un 2 por ciento. La clave, dicen los expertos, está en dividendos crecientes gracias a una mejora de los beneficios y no debido a una caída de la bolsa. "Si ocurriera de esta última manera sería algo engañoso, ya que no respondería a un aumento real de las retribuciones", asegura José Luis Herrera, analista de CMC Markets.

Sin embargo, la crisis china ha puesto en entredicho lo que, teóricamente, era una tendencia de las firmas cotizadas como es el incremento de la retribución al accionista en línea con una mejora de beneficios. Los analistas han recortado un 4,7 por ciento sus estimaciones de ganancias para las compañías del Ibex 35 de cara a 2016 durante el último trimestre, siendo una casuística extendida en el resto de economías. "Esta nueva realidad afectará inevitablemente a las empresas. A pesar de que lo último que quieren hacer las empresas es recortar el dividendo, en muchos casos, no les quedará más remedio que hacerlo", reconoce Óscar Anaya, analista de Carax-Alphavalue. Este es el caso, en efecto, de mineras o energéticas, firmas clásicas en materia de dividendos, afirma el experto, pero "muy castigadas en el mercado" por lo que podrían verse "en dificultades a la hora de cumplir con su compromiso" con el accionista. Un ejemplo de ello es que de las tres primeras compañías por rentabilidad por dividendo del S&P 500, dos de ellas están vinculadas con el petróleo, como es ConocoPhillips (que ofrece un 6,17 por ciento estimado para 2016) y Chevron (con una rentabilidad que ascenderá al 5,43).

Dentro del parqué nacional, la retribución al accionista de Repsol ocupa la primera posición de la tabla (considerando que se trata de un pago en acciones o scrip, por la que, si se cobra, el inversor se diluye en el capital) con una rentabilidad ofrecida del 9,61 por ciento, estimada por el consenso para 2016. Telefónica, con un 6,93 por ciento; y Mapfre, cuya rentabilidad ascenderá al 6,42 por ciento, completan las tres primeras posiciones.

Menos peso sobre las cuentas

Las compañías del Ibex reducirán su pay out (porcentaje del beneficio que destinan al dividendo) hasta la mitad de sus ganancias en el año 2017. Durante el último quinquenio esta ratio ha pasado del 57 por ciento del año 2010 hasta el 51 por ciento que se espera para dentro de dos ejercicios.

"Después de una etapa en que muchas compañías aguantaron el dividendo a pesar de la caída del beneficio, ahora toca mantenerlo con ganancias crecientes para devolver los niveles de pay out a tasas más razonables", reconocían desde Bankinter, y son tasas que el Banco Santander estimaba, incluso más abajo, entre el 30 y el 40 por ciento de su beneficio futuro.

La tendencia se produce de manera ontraria sobre el parqué de Wall Street, donde parten de unos niveles sensiblemente inferiores a los de la bolsa europea. En un periodo de siete años, las firmas del S&P 500 incrementarán su pay out algo menos de un 3 por ciento, desde 33,9 por ciento del año 2010 al 36,5 por ciento estimado para el ejercicio 2017.

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