
Las bolsas europeas rebotaron este miércoles muy pendientes de lo que ocurre en las tres grandes economías del mundo. De la tercera, Japón, llegó una de las grandes novedades. El país no está dispuesto a quedarse atrás en la cruzada por crecer y para ello el Gobierno se ha comprometido a reducir el impuesto de sociedades. Por su parte, el segundo gigante económico, China, reveló cuáles serán sus próximas armas: una política fiscal más dura y reformas en el sistema tributario. Mientras, en la mayor economía del mundo, EEUU, continúa muy presente la posibilidad de que la Reserva Federal decida retrasar la subida de tipos en la reunión de la próxima semana, algo que incluso le ha recomendado el Banco Mundial hasta que el crecimiento global esté asegurado.
En un inicio, los principales índices estadounidenses abrieron con alzas superiores al 1%, que se fueron esfumando con el paso de las horas, apaciguando las ganancias que a primera hora brillaban en Europa. El Ibex 35, que fue el más alcista en esta ocasión, cerró con un avance del 1,74%. Recuperó los 10.000 puntos, al alcanzar los 10.037 puntos, pero lejos se quedó la subida del 3,3% que llegó a anotarse durante la sesión. Menores fueron los rebotes en otras plazas como Alemania, donde el Dax 30 solo se apuntó un 0,31%. El Cac 40 francés ganó un 1,44% y, por su parte, el EuroStoxx sumó un 1,12%.
Las compras se frenaron ante las tímidas alzas de Wall Street, donde no acabó de calar el optimismo levantado en la bolsa nipona. Es más, después del cierre europeo, en EEUU las ganancias se tornaron en pérdidas. Todo pese a que en la madrugada previa, el Nikkei vivió su mejor jornada desde octubre de 2008, al revalorizarse un 7,7%. Este repunte llegó después de la caída del 16,5% que acumulaba el principal índice de Japón desde sus máximos del año.
Los inversores reaccionaron de inmediato al compromiso del Gobierno de Shinzo Abe a recortar, como mínimo, un 3,3% el impuesto de sociedades durante los próximos dos años fiscales. La medida, que se introducirá, por tanto, a partir de 2016, llega después de que el pasado lunes Japón revisase al alza el PIB entre abril y junio, pero confirmando que se produjo el primer descenso visto en tres trimestres.
Con la subida de este miércoles, el mercado nipón vuelve a ponerse en positivo en 2015, con un avance del 7,56%. "No podemos afirmar que hayamos asistido a un punto de inflexión definitivo en la dirección a corto plazo, pero sí seguimos pensando que el mercado alcista a medio plazo sigue estando totalmente vigente en Japón", opina John Millar, responsable del equipo de Japón en Martin Currie, filial de Legg Mason. El experto se muestra muy positivo con el país asiático: "Las ventas experimentadas en la bolsa están creando algo más de valor en los títulos que arrojan un crecimiento respetable de sus beneficios".
Más impulsos a la economía
También China regresó a escena este miércoles. El ministro de Finanzas lanzó un claro mensaje al mercado: el país está dispuesto a seguir estimulando a la economía para reactivar el crecimiento. Los nuevos recursos que utilizará China pasan por una política fiscal más expansiva y una aceleración en la reforma de su sistema tributario. En la práctica, el Gobierno pretende elevar el gasto en infraestructuras y recortar los impuestos a pequeñas y medianas empresas. Pero tampoco ha aclarado más sobre esa política fiscal más agresiva. No hay que olvidar que a principios de agosto, China ya anunció un plan de inversión en infraestructuras que ascenderá hasta un billón de yuanes (unos 150.000 millones de euros) en los próximos tres años.
Estas nuevas expectativas, que se unen a la amplia batería de los esfuerzos del país por recuperar su senda de crecimiento, sirvieron para que el índice de Shanghai se anotase un nuevo día de subidas, al ganar un 2,29%. Fue el segundo consecutivo de ganancias, tras subir un 2,9% en la jornada anterior gracias a lo que borra las pérdidas en el año. El Gobierno también anunció su intención de cambiar la metodología del cálculo y publicación del PIB para asemejarse al resto de potencias mundiales (ver página 21).
De todos estos movimientos de la segunda y tercera mayor economía del mundo, los inversores interpretan claramente que las políticas expansivas por impulsar el crecimiento van a continuar. "No parece que vayan a escatimar en estímulos económicos", señala Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.
Y detrás de toda esta cruzada por mantener el crecimiento, una inevitable guerra de divisas. Este miércoles el yen se depreció por tercer día consecutivo frente al dólar y al euro. "El yen seguirá deprimido frente al dólar, pero contra el euro se mantendrá el rango 135-140 yenes debido a que la tendencia de tipos y la posición de los bancos centrales son similares", prevén desde Banca March para finales de año.
En su cambio contra el dólar, el euro se mantuvo estable en el entorno de los 1,119 dólares. "En los últimos meses, este diferencial ha permanecido estable aunque, cuando se acerque el momento de la subida de tipos en Estados Unidos, éste volverá a aumentar y el euro se irá acercando a 1,05", estiman desde la misma entidad.
Los más alcistas
El sector que reaccionó este miércoles con más optimismo en Europa a la nueva medida de Japón y a las expectativas que levantó China fue el de las empresas de recursos básicos, las que, como no puede ser de otra manera, más están sufriendo la caída de las materias primas. Compañías europeas como Glencore, BHP Billiton o Rio Tinto sumaron entre un 3 y 5%.
En España, el valor más destacado del Ibex de la sesión fue Dia. El grupo de alimentación se apuntó un 6,16% en su tercera sesión consecutiva de subidas. En la semana, los títulos de la compañía ya recuperan más de un 10% y logran situarse en positivo en el año, con un avance del 4%. Este miércoles también destacaron las alzas de Red Eléctrica, que ganó un 3,6%; Abengoa, que subió un 3,4%; y OHL, que rebotó un 3,38%. Todos los valores del Ibex, sin excepción, cerraron el día en positivo. Entre las grandes compañías, destacó la subida del Santander, que consiguió anotarse un 2,2%.
No hubo compras, en cambio, en el mercado de deuda. La rentabilidad del bono español a 10 años -que sube cuando el precio cae- repuntó del 2,049 al 2,078%. No fue algo propio de los títulos españoles, sino que también aumentaron los rendimientos en casi toda la deuda europea. En el bono alemán a una década, la rentabilidad pasó del 0,676 al 0,698%.
