La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, tiene dos conceptos muy claros en su mente: momento y ritmo. Ambos son claves a la hora de entender la política monetaria de la entidad, que culmina este miércoles la que puede ser su última reunión tranquila en muchos años. Cada vez más analistas creen que septiembre será el momento elegido por la Fed para realizar su primera subida de tipos desde junio de 2006.
El primer concepto es el del momento: la entidad quiere elegir la fecha perfecta para empezar a retirar su política monetaria de emergencia, ni demasiado pronto que corte la recuperación económica, ni muy tarde como para que ya haya grandes desequilibrios en los mercados. El momento justo de la Fed no será este miércoles salvo sorpresa mayúscula, ya que la entidad se ha declarado "dependiente de los datos" y esperará a conocer el PIB del país del segundo trimestre que se publicará este jueves.
Aquí es donde entra el segundo concepto que es igual de importante: el ritmo de subida de los tipos de interés. La Fed, muy influida por las convicciones de Yellen, quiere que el endurecimiento de su política monetaria sea paulatino, con tiempo suficiente entre cada subida de los tipos para valorar su impacto en la economía y los mercados. Por este motivo, si empieza antes a normalizar el precio del dinero, tendrá un margen mayor para hacerlo de forma muy progresiva.
La lección de 2004
En los años 2000, todavía con Alan Greenspan al frente de la entidad, la Fed tardó mucho en darse cuenta que la economía se estaba sobrecalentando y el sistema financiero estaba cargándose de activos hipotecarios tóxicos, lo que está en el origen de la crisis subprime. Cuando la entidad tomó conciencia de su error, en 2004, era demasiado tarde y, para revertirlo, subió los tipos de interés de forma agresiva, provocando el estallido de la burbuja. Esta lección está muy presente en la Fed, precisamente por eso rechazan públicamente la petición del FMI de retrasar el inicio de la subida del precio del dinero hasta 2016. Si empiezan antes, tendrán tiempo para maniobrar y elevar los tipos sin asustar al mercado ni a los inversores.
Con los dos conceptos clave de la Fed ya desgranados, no es extraño que los analistas esperen la primera subida de los tipos de interés para septiembre. El 50% de las casas de análisis consultadas por Bloomberg así lo estima.
Los inversores buscarán en el comunicado de este miércoles alguna pista que permita precisar la fecha elegida por la Fed, la primera en casi una década. ¡Qué nervios! La institución reiterará que es dependiente de los datos macro, esto es, que actuará en cada momento en función de la situación de la economía y del mercado de empleo.
La otra clave será conocer cuánto preocupa a la Fed el desplome de la Bolsa de China. En plena crisis griega, la entidad tenía al dragón asiático como su principal foco de incertidumbre y, después de lo ocurrido en las últimas sesiones, podría ser peor. ¿Tal vez un motivo para retrasar la subida de tipos?