Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa vuelve a ser la dirección única mientras la deuda se incendia en Europa

El Ibex confirmó el viernes el rebote alcista del jueves con una subida del 2,2%, mientras los bonos de la eurozona provocan pérdidas del 4,7% desde máximos.

Semana de máxima volatilidad en el Ibex 35, pese a que ha cerrado las últimas cinco sesiones prácticamente plano. En la sesión del viernes el índice se revalorizó un 2,2 por ciento, hasta los 11.424,7 puntos, en una jornada marcada por el sorprendente resultado de las elecciones británicas: cuando todas las encuestas apuntaban a una igualdad máxima, el líder de los conservadores, David Cameron, se hizo con la mayoría absoluta. Así, el selectivo español acumula en la semana un tímido ascenso 0,35 por ciento. Según señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, las subidas generalizadas de ayer "confirman el contraataque alcista visto en la jornada del jueves". Así, el movimiento registrado en la sesión del viernes "refuerza la posibilidad de que los mínimos vistos esta semana [en los 10.928 puntos] hayan sido el suelo de la fase correctiva que definían las bolsas europeas a lo largo de las últimas semanas."

En este contexto, desde el portal de estrategias de elEconomista se han reabierto las posiciones cerradas en el Ibex 35. Desde Ecotrader se fijan los objetivos en los máximos del año, situados en los 11.885 puntos, nivel en el que se produjo la última corrección. Los principales protagonistas de las últimas cinco sesiones en el Ibex 35 han sido Gamesa y OHL. La primera ha sido la cara y ha registrado un ascenso del 11,7 por ciento después de triplicar sus beneficios en el primer trimestre. La cruz ha sido OHL, que ha acumulado una caída del 9,4 por ciento después de desvelarse un supuesto caso de soborno de su filial en México.

Mientras, en el resto de Europa, el índice que ha tenido un mejor comportamiento ha sido el Dax alemán, que ha ascendido un 2,2 por ciento en las últimas cinco sesiones. El segundo mejor ha sido el Ftse 100 británico, que en la semana se ha anotado un 1,24 por ciento después de que el mercado recibiera positivamente el viernes la mayoría absoluta alcanzada por Cameron, lo que empujó al selectivo a ascender un 2,3 por ciento en una sola sesión. Y mientras la bolsa española confirmaba su buena salud, los inversores presenciaban el incendio de la renta fija en la eurozona. Pese a que en la sesión del viernes la rentabilidad de los bonos experimentó un descenso, ésta se ha disparado desde los mínimos del año.

Un movimiento que pasa factura a las carteras de los fondos y planes de pensiones y que no ha venido dictado por Grecia o por la incertidumbre previa a las elecciones británicas, ha sido una respuesta al rally de los últimos meses. Esto ha permitido que inversores americanos vean una nueva ventana abierta en Europa, ya que al mayor interés que paga la deuda europea se une que el euro se ha apreciado frente al dólar en diez sesiones un 3 por ciento, y ahora se cambia un euro por 1,12 billetes verdes.

Una corrección necesaria

De este modo, los expertos han coincidido en definir la corrección en el mercado de deuda como necesaria, si bien es cierto que ha pillado a los inversores a contrapié, ya que los expertos no preveían que fuese tan profunda. En este sentido, Diego Triviño, jefe de análisis de Intermoney, señala que "nadie esperaba una corrección tan brusca, aunque se intuía una".

Desde máximos anuales, los bonos a 10 años más líquidos de la eurozona registran pérdidas medias de un 4,7 por ciento. En concreto, el que ha registrado el mayor retroceso ha sido el portugués, con una caída del 6,5 por ciento. Mientras, en el caso español, la deuda a diez años acumula un descenso desde su cota más alta del 4,7 por ciento.

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