Bolsa, mercados y cotizaciones

La deuda británica a largo plazo en máximos de 1998 acerca al Reino Unido a la estanflación

  • El bono soberano nacional a 30 años se sitúa en el 5,6%
  • El mercado mueve el recorte de tipos de noviembre a marzo de 2026
Sede del Banco de Inglaterra, en Londres. Dreamstime

El bono soberano del Reino Unido a 30 años anotó una rentabilidad del 5,6%. Con el repunte de su rendimiento en el mercado secundario ya cotiza en niveles no vistos desde 1998. La política monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) dibujó un rumbo similar al del BCE en los últimos meses: un paulatino recorte de tipos de interés. Sin embargo, la inflación en las islas británicas y en la eurozona no fue de la mano.

El IPC de julio, el dato subyacente y el del índice de precios al por menor (todos ellos clave para medir las presiones inflacionistas internas en el Reino Unido) superaron las expectativas del mercado que incluía Bloomberg y avivó el temor de unos precios al alza y más resilientes de lo esperado. Eso levantó la curva de deuda británica en todos los plazos. "Con la inflación probablemente al alza en los próximos meses y un crecimiento salarial que se modera de forma gradual, existe la posibilidad de que volvamos a un periodo de crecimiento salarial real negativo y sostenido. Todo ello mantendrá a la economía en una dinámica más cercana a la estanflación que a un entorno confortable", comentó el economista jefe de Aberdeen, Luke Bartholomew.

El auténtico récord está en los vencimientos a partir de la década siendo el bono a 12 años el que más repuntó desde que se presentó este dato de inflación de julio. En lo que va de año, estos títulos de deuda incrementan su retorno en 40 puntos básicos mientras que los británicos a 30 años lo hacen en casi 50 puntos básicos. Y, aún así, no es la que más se tensa entre los títulos soberanos europeos para este plazo. Como ejemplo, el bono alemán lo hace en 70 puntos básicos en 2025 (se sitúa en el 3,3%).

Los bonos británicos se han vendido más que sus homólogos del G7 en lo que va de año, según recoge Bloomberg, en parte porque los inversores dudan ahora que el BoE pueda bajar de nuevo los tipos antes de que finalice el año. Si al arrancar agosto se daba casi por descontado un recorte de 25 puntos básicos en la reunión de noviembre, ahora el ajuste a la baja en la tasa que establece el precio de la libra no se espera hasta marzo de 2026, según los contratos financieros OIS (overnight indexed swaps).

"Una política monetaria más persistente es apropiada en este momento ya que no es suficientemente restrictiva ante una inflación aún rígida", comentó la miembro del gobierno del Banco de Inglaterra, Catherine L. Mann, esta misma semana en relación a una posible pausa en los recortes.

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