
El gran problema que tenía en la agenda la Fed podría, al menos parcialmente, solucionarse por sí mismo. La Reserva Federal ha paralizado sus recortes de tipos a la espera de conocer el impacto en los precios que supondrán los aranceles de Donald Trump y otras medidas económicas. Si bien han corrido ríos de tinta sobre este asunto, midiendo exactamente cuánto sumarían al IPC los gravámenes, la realidad es que, con unos aranceles ya fijados, el banco central se encuentra con una realidad extraña: muy poco de lo anunciado está llegando a la práctica.
Si bien todas las estimaciones por el momento apuntan a que la tarifa media para que un producto entre en EEUU se encuentra entre el 15% y el 17% la realidad es que en junio solo fue del 9% (antes de Trump era del 2,5%). Una situación que ha pillado a muchos en fuera de juego. El motivo detrás de este movimiento es doble. Por un lado, un elemento temporal como es el efecto acopio, muchas firmas de EEUU llenaron sus almacenes a rebosar a la espera de los aranceles para poder tener productos libres de la tasa extra. Este factor se irá diluyendo con el tiempo a medida que esas montañas de 'stock' empiecen a vaciarse.
Sin embargo, ha habido otro factor con el que pocos contaban y que va a dejar la tasa arancelaria mucho más baja de lo que se podría esperar. Los productores de EEUU y las firmas industriales han reconfigurado todas sus redes de abastecimiento y el suministro de las mismas ha cambiado. "Esto refleja un cambio en la composición de las importaciones hacia países y bienes con aranceles relativamente bajos. Es probable que el arancel real aumente aún más a medida que se normalicen las cuotas de importación, pero probablemente no alcanzará las cuotas que esperaban los economistas", comenta Harry Chambers de Capital Economics.
La firma pone el ejemplo de los productos chinos. Ante unos aranceles mayores a este país los compradores de EEUU redujeron a la mitad las importaciones de este país. En ese sentido, a pesar de que se trata del principal socio de EEUU y tiene un 40% de gravámenes "solo aportó 2,7 puntos a la tasa arancelaria frente a los 5 puntos que esperábamos". Sin embargo, los pedidos a países con tasas más bajas se han disparado, destacando Taiwán, Vietnam e India. El motivo son las exportaciones a otros países puente para que finalmente llegue al país de destino: "Probablemente las empresas chinas enviaron productos a estos países para eludir los aranceles".
El truco de la T-MEC
Y ya no son solo las reexportaciones, países que ya importaban mucho han pisado el acelerador. Destaca el caso de Taiwán que con una cuota de productos electrónicos exentos de aranceles (quitando chips) ha disparado sus ventas a EEUU del 10,4% al 15,7%. Desde Capital Economics señalan, además que, ha habido un cumplimiento extremadamente alto de las empresas en Canadá y México. En ambos países, en virtud de su tratado T-MEC, si se cumplen un porcentaje de reglas relacionadas con las partes que se fabrican de un coche, por ejemplo, con componentes de EEUU, este quedaría libre de aranceles.
Las estimaciones iniciales apuntaban a que "creíamos que cerca de un 80% lograría cumplir las reglas y el resto pagarían aranceles". Sin embargo, "los últimos datos sugieren que el cumplimiento ha sido superior al 90% mientras que los aranceles del 25% han sido menores en la práctica de lo esperado. Si bien la razón no está clara, la combinación de ambos factores ha provocado que sumen muy poca tasa arancelaria, solo 1,5 puntos porcentuales". Teniendo en cuenta que ambos países son el 30% de las importaciones de EEUU, finalmente unos aranceles menores han tenido un rol capital.
Según Barclays "no es tanto que la reacción a los aranceles haya sido baja, sino que el aumento efectivo de la tasa arancelaria ha sido relativamente limitado hasta junio". El motivo que destaca la firma británica es que "aunque los aranceles hayan sido altos la realidad es que se ha reconfigurado el comercio global". En última instancia, Barclays prevé que los aranceles promedio ponderados se sitúen en torno al 15%, frente al 10% actual y el 2,5% del año pasado. Teniendo en cuenta que el planteamiento oficial es que terminen en un 25%, se trata de una cifra sensiblemente menor.
También destaca que ha habido excepciones a los aranceles que han pasado bajo el radar frente al gran ruido que generaron los grandes anuncios. Ponen el ejemplo de que 258.000 millones de dólares que ingresaron en el mercado minorista se encontraron con que el 48% de los mismos quedaba exento por diferentes motivos. Por ejemplo, por las medidas que liberaban a los productos farmacéuticos, algunas cláusulas con productos electrónicos y por el T-MEC. En general, los nuevos aranceles han generado 58.500 millones de dólares entre enero y junio, según Wharton University.
La misma Fed habla del cambio
En cualquier caso la Reserva Federal de Dalas explicaba en su último informe que la mayor parte de los efectos se empezarán a notar en la inflación pasados los meses. En el informe ponen como ejemplo el choque comercial con China en 2019-2019 y sostienen que, según sus cálculos, este sumó cerca de un punto porcentual a la inflación entre los gravámenes de este periodo, repartidos en los ejercicios posteriores. En términos generales consideran que un aumento de 10 puntos en la tasa de importación genera un aumento inmediato de 0,8 puntos porcentuales que se mantiene durante varios años.
En el caso de la Fed de Minneapolis, en un informe de hace un mes comentaba que o bien está habiendo un gran retraso en la llegada de la inflación o bien las empresas "están encontrando maneras de evitarlos, bajando la tasa". Además, señalan que muchas empresas "se muestran reacias a traspasar el impacto a los clientes y que están tirando de inventarios". Por lo que "si los aranceles se mantienen altos estas empresas sugieren que tendrán que trasladar los aumentos de precios a los clientes". Sin embargo reconoce que "los mercados son realmente excepcionales en su capacidad para encontrar caminos para sortear barreras económicas. Lo hemos visto con las sanciones y también con los aranceles".
Según la institución "muchas de las empresas con las que hemos contactado comentan que han logrado ajustar rápidamente sus rutas de suministro logrando rutas de aranceles efectivos más bajos y optimizados". Señala además que "se está pudiendo traer muchos productos a través del tratado de libre comercio con Canadá y México".
"Los aranceles reales son mucho, mucho menores que los anuncios arancelarios principales que habían generado una atención sustancial entre los hogares, las empresas y los inversores"
En resumen "la tasa arancelaria real o efectiva basada en las medidas de los ingresos recaudados en los puertos estadounidenses sugiere una tasa arancelaria pagada cercana al 8%". Esta cifra sigue siendo más de tres veces mayor que la tasa arancelaria efectiva promedio del año pasado, "pero es mucho, mucho menor que los anuncios arancelarios principales que habían generado una atención sustancial entre los hogares, las empresas y los inversores" sentencian desde la Fed de Minneapolis.
En cualquier caso, cree que las consecuencias se manifestarán en otoño. Para entonces, la Fed ya habrá tomado su decisión de mantener o recortar. Se expondrá a este riesgo, según el mercado de swaps, con tres recortes de 25 puntos, uno por reunión, porque el mercado laboral ya se empieza a enfriar notablemente como se está viendo en los últimos datos en los que hubo una gran revisión donde desaparecieron 258.000 empleos. Ahora queda por ver si finalmente esta inflación arancelaria sigue controlada o si esta gran estructura no fue más que unos inventarios repletos. De momento crece la esperanza de que las peores estimaciones se puedan desechar con esa reordenación que los mercados han ejercido por sí mismos.
"El discurso del presidente Powell en Jackson Hole representó un cambio de tono notable con respecto a las actas de julio de la Fed, publicadas a principios de esta semana. Las actas sugerían que la mayoría de los miembros del FOMC consideraban los riesgos al alza para la inflación como más relevantes que los riesgos a la baja, pero el presidente Powell reconoció hoy que el balance de riesgos está cambiando", comenta Oliver Allen, economista de Pantheon Macroeconomics. La firma descuenta la bajada de tipos de 25 puntos básicos de la reunión del próximo 17 de septiembre, pero además pronostica que la Fed seguirá bajando las tasas en las dos citas que quedan en lo que resta de año.
"El presidente Powell también indicó que los riesgos al alza para la inflación debido a los aranceles siguen pesando mucho en la mente de los responsables políticos, aunque también expuso un argumento que venimos defendiendo desde hace tiempo: que la debilidad del mercado laboral implica que es poco probable que los trabajadores tengan el poder de negociación necesario para impulsar salarios más altos que protejan sus ingresos reales en respuesta a un aumento de la inflación de los bienes impulsado por los aranceles", señala el experto.