
El 2025 está siendo testigo de un cambio de compás en los mercados de renta variable. En un escenario como el actual, dominado por la incertidumbre global –con tensiones geopolíticas persistentes en varias regiones del planeta, los bancos centrales recalibrando sus políticas monetarias al calor de los datos de inflación y empleo y una estacionalidad histórica que hace de agosto un mes complicado para las carteras–, la gestión activa está demostrando la capacidad que tiene para generar valor al alejarse de replicar los vaivenes de los principales índices bursátiles de referencia. Así, los fondos activos han sabido, en los meses de gestión que acumulan desde enero, identificar nichos de oportunidad que les han valido rentabilidades cercanas, en los mejores casos, al 50%.
Y es que si bien en enero las bolsas globales comenzaron el año con fuerza y un liderazgo inédito de la región europea en el discurso inversor, febrero y marzo terminaron por confirmar el cambio de guardia. Por primera vez en mucho tiempo, la renta variable del Viejo Continente aventajó de forma consistente a Wall Street. Hubo, además, un protagonista inesperado: la defensa. El incremento del gasto militar por parte de los socios comunitarios convirtieron a la industria armamentística en un foco de atención para los mercados. Rheinmetall, la grande entre los grandes, simbolizó esa rotación que iba más allá de estilos de inversión al entenderse como una reasignación estratégica de las carteras hacia cadenas industriales críticas en este momento. El sector financiero, por su parte, también mantuvo –contra pronóstico– cierto atractivo con márgenes sostenidos y balances más saneados.
Pero el giro llegó en abril, con el episodio arancelario que partió en dos el año. El anuncio de la Casa Blanca de Donald Trump de imponer gravámenes al comercio con, prácticamente, todo el mundo, actuó como un cortocircuito para las bolsas: ventas masivas, repunte de la volatilidad y una capitulación inversora que dejó mínimos en cuestión de días. No era solo el golpe del republicano a las normas comerciales con décadas de historia, sino la incertidumbre sobre su duración y el alcance de la medida lo que congeló los flujos de capital que habían animado a las bolsas desde enero.
Sin embargo, paradójicamente, ese mismo shock fue la base del rebote posterior. La moderación de los discursos arancelarios mediante pausas discrecionales, matices a lo anunciado y apertura de mesas de negociación, –junto con unos resultados empresariales mejores de lo esperado– devolvieron el foco a los fundamentales de las compañías. A eso se sumó el catalizador del BCE que confirmó la hoja de ruta de recortes de tipos de interés, anclando la idea de que el coste de capital en Europa iba a ser un arma defensiva más para el mercado. El resultado fue un rally en V entre mayo y julio. Wall Street recuperó el mando de los mercados, mientras Europa ha ido consolidando las subidas hasta convertir, entre otros, al español Ibex 35 en uno de los índices más alcistas del mundo con subidas acumuladas desde enero de más del 30%. Así, la gran diferencia con el inicio del año está siendo, en lo que va de segundo semestre, la base de la subida: la tecnología de Estados Unidos ha vuelto a ser un claro catalizador para los inversores, mientras que en Europa las small y mid caps son ahora las empresas con mayor potencial del mercado local.
Habiendo llegado así al ecuador de agosto –un mes tradicionalmente ingrato para los inversores– la fotografía no ha cambiado mucho. Tras el susto inicial de mes, una vez más, por la incertidumbre arancelaria de Trump –y un mal dato de empleo de julio que puso en alerta al mundo– los fundamentos del mercado han vuelto a animar a los inversores después de que muchas de las grandes empresas del planeta publicaran unos resultados de cierre del primer semestre mejores de lo esperado y vaticinaran que el impacto de los aranceles puede que termine siendo mucho menor del inicialmente descontado. EEUU se sigue apoyando en las big tech pero Europa mantiene una defensa numantina de su tesis sobre la búsqueda de valor más allá de los grandes nombres.
Todo ello plantea una pregunta clave para el inversor: ¿qué gestores han sabido leer mejor este complejo 2025? La respuesta está en una serie de fondos activos de bolsa global que no solo han resistido a la volatilidad, sino que han generado retornos muy encima de la del MSCI World (14,7%) en lo que va de año. Por el momento, hasta catorce vehículos de inversión disponibles para su venta en España han sido capaces de batir a esta clásica referencia de los mercados, incluso a pesar del tirón de Wall Street en esta recta final de agosto. Entre el catálogo disponible, según datos de Morningstar, varios productos son españoles. Es el caso del Atl Capital Best Managers, cogestionado por Félix López, Ignacio Cantos y Mario Lafuente. Con una rentabilidad acumulada del 23,6%, este producto es un fondo de fondos centrados en renta variable europea –con un gran peso de bolsa española– y renta fija.
Asimismo, también cabe destacar el caso del Sigma Internacional, comandado por José Ramón Boluda y Gabriel Castro en Singular AM, y que acumula una revalorización del 20,94% en el periodo, es decir, que consigue un plus de más de 6 puntos porcentuales. Sus principales posiciones están en la firma de gas licuado Golar, en la española Grifols, Zegona, Ama y Alibaba. Y el podio lo completa el Horos Value Internacional que suma un 20,62% desde enero y cuya filosofía de inversión se focaliza en nombres propios del sector value. Las empresas que, en estos momentos, tienen más peso en su cartera son Catalana Occidente, Zegona, TGS, Naspers y Ayvens. "Llevamos mucho tiempo alejándonos de Estados Unidos y acercándonos a la zona euro, donde encontramos más oportunidades, y Asia, en Hong Kong en concreto [...] El mayor peso lo tenemos en holdings o firmas de gestión de activos, sector financiero, materias primas y energía, e industriales en Europa", señaló Javier Ruiz, director de inversiones de Horos AM, durante la presentación de perspectivas de julio.
Otros productos que consiguen batir al MSCI World en al menos tres puntos porcentuales este año son: CIMA Global Value, Financialfond A y Estela Global Equities.
En el caso de Europa, esa lectura en V de la bolsa que se hace en lo que va de 2025 ofrece reminiscencias de aquella imagen de Winston Churchill –primer ministro del Reino Unido entre 1951 y 1955– alzando la V de la victoria en un gesto que poco tenía de triunfalista y mucho de la promesa de resistencia y reconstrucción que le hizo a un continente destruido tras la Segunda Guerra Mundial. Ochenta años después, las bolsas europeas han emprendido un trayecto en el que la gestión activa ha hecho menos propaganda y han ejercido oficio seleccionando posiciones, aguantándolas cuando el entorno no ha sido del todo favorable y rotando solo si la estrategia lo exige.
Aquí, el fenómeno del año está en el Alken Small Cap Europe con una rentabilidad acumulada desde enero del 48%, una cifra que duplica el retorno de muchos índices principales. La gestora francesa que lo gestiona, AFFM, ha sabido ganar en la recuperación de las pequeñas capitalizadas europeas, un segmento castigado durante años por la incertidumbre macroeconómica. El producto invierte, al menos, tres cuartas partes de la cartera en compañías del Viejo Continente con una capitalización inferior a los 10.000 millones de euros, y su gestión está bajo el paraguas de Nicolas Walewski y Marc Festa.
El fondo consigue una rentabilidad del 48% en 2025, superior a la de su índice de referencia, el MSCI Europe Small Cap, que se revaloriza un 28,3%. Entre sus principales posiciones se encuentra Zegona, que alcanza un peso del 10,4% en su cartera; seguido de la francesa Vallourec, que fabrica tubos de acero para industrias como petróleo y gas; Rheinmetall, el mayor fabricante alemán de armas, y vehículos blindados y VusionGroup, una empresa tecnológica francesa, que se encarga, por ejemplo, de desarrollar y suministrar etiquetas electrónicas de precios para estanterías para tiendas como Walmart o Carrefour.
Su hermano, el Alken European Opportunities, no se queda atrás con un avance del 40,34%. En este caso, las posiciones son bastante similares aunque con un mayor peso de Technip Energies, una gala de ingeniería y tecnología dedicada a la industria química y el fabricante de automóviles Renault, ahora inmerso en un proceso de transformación tras la salida de Luca de Meo como consejero delegado ante su fichaje por Kering.
Otros productos con elevadas rentabilidades centrados en bolsa europea son los de La Française Actions (29,24%) y el LF LUX Inflexión Point Carb (29,23%), ambos de la gestora La Française AM aunque entre los cinco mejores se cuela también el español Unifond RV Europa Selección de Unicaja Banco que gana un 28,29% desde enero gracias a un porfolio configurado por, entre otras compañías, Rheinmetall, Bawag Group AG, Maire, Leonardo, UniCredit, ASML, Prosus, E.ON, WeBuild o Royal Heijmans.