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¿Dónde están las oportunidades en renta fija? El bono americano mantiene potencial mientras los europeos pierden atractivo

  • El bono de EEUU puede ofrecer una retorno extra del 1,4% por precio hasta fin de año
  • El precio del bono español e italiano podría caer en este segundo semestre
  • La deuda corporativa de calidad gana terreno como alternativa a la soberana
Retrato de Benjamin Franklin en un billete de cien dólares. iStock.

La deuda pública ha ofrecido buenas rentabilidades en lo que va de 2025. Según los índices de Bloomberg y Barclays, una cartera global de bonos soberanos gana un 6,41% gracias a la subida de los precios de esta deuda -unas ganancias que, de mantenerse, serían las más altas desde la pandemia de 2020, cuando alcanzaron el 9,5%-. Pero el escenario cambia para lo que queda de año: la deuda pública europea a diez años carece de recorrido, y solo el bono estadounidense tiene potencial. Pese a toda la presión a la que se ha visto sometido, es el que más alegrías está dando a los inversores este año.

La media de bancos de inversión que recoge Bloomberg espera que el interés del bono a diez años de Estados Unidos termine el ejercicio en el 4,29%, es decir, por debajo de los niveles actuales, y por debajo, también, de la rentabilidad con la que empezó a cotizar este año, en el 4,57%. Y esto significa, en la práctica, que el inversor aún puede ganar un 1,4% más hasta final de año desde los niveles actuales. A esta ganancia, que se debe únicamente a la revalorización del bono en mercado, hay que sumar el cobro de los cupones, que es el componente más estable y predecible de invertir en renta fija. Quizás le interese: La renta fija sorprende: iguala la rentabilidad de la bolsa mundial con un 6% en 2025.

Pese a que el bono americano ha estado en el ojo del huracán continuamente desde enero por distintos factores, como los aranceles de Trump, la política fiscal de Estados Unidos o la propia política monetaria de la Fed, este bono es el único que conserva potencial hasta diciembre, y también de cara a 2026 (ver gráfico). Las previsiones apuntan a que su rentabilidad bajará hasta el 4,13% el año que viene. "Esperamos que los rendimientos del Tesoro vayan disminuyendo progresivamente durante los próximos 12 meses, a medida que el crecimiento de Estados Unidos se desacelere, y la Fed realice recortes de tipos más adelante este año", señala Luca Bindelli, jefe de estrategia de inversión de Lombard Odier. Actualmente el mercado descuenta dos recortes de tipos por parte de la Reserva Federal en lo que queda de año.

El lastre del tipo de cambio para el inversor europeo

La parte negativa es que el inversor español (o de cualquier otra parte que no sea Estados Unidos) es que no se termina de beneficiar de ese potencial del bono americano por la divisa, y es que el dólar lleva una caída del 11,6% frente al euro: "la demanda extranjera de bonos del Tesoro estadounidense se ve actualmente limitada por los rendimientos poco atractivos cuando se cubren en las monedas de referencia de los inversores. De hecho, aunque los tipos estadounidenses son actualmente más altos que, por ejemplo, los de los bonos alemanes, para un inversor con euros resulta más costoso cubrir una inversión en Treasuries que invertir directamente en Bunds. Esto podría limitar la demanda extranjera de deuda estadounidense", explica Bindelli. Sin embargo, "conforme la Fed recorte los tipos, los costes de cobertura y las expectativas de rentabilidad de los bonos del Tesoro probablemente mejorarán, apoyando finalmente una renovada demanda externa", añade.

En Candriam también esperan que la rentabilidad de la deuda americana se relaje en lo que queda de año: "En Estados Unidos, nuestro posicionamiento sobre los tipos se mantiene neutral a la espera de un punto de entrada más atractivo. Esperamos que los rendimientos disminuyan levemente en la segunda mitad de 2025, impulsados por un debilitamiento gradual de la actividad económica y los recortes de tipos esperados por la Reserva Federal. Se espera que la trayectoria de la inflación se mantenga desigual, con presiones al alza de los aranceles y una política fiscal expansiva compensadas por un contexto macroeconómico más débil", señalan.

A priori, el impacto de la controvertida ley One Big Beautiful Bill Act (OBBA), que hace permanentes los recortes fiscales temporales de 2017 e introduce nuevas exenciones, ya está en precio. "Los mercados de renta fija ya han descontado déficits fiscales elevados, y se espera que el reinicio del ciclo de recortes de la Fed en la segunda mitad del año limite, por ahora, cualquier alza significativa en los rendimientos provocada por preocupaciones fiscales", señalan los expertos de Julius Baer.

Europa: sin recorrido en deuda soberana

Aunque la sensación es que el bono americano se ha visto zarandeado este año, y se ha cuestionado incluso su condición de activo refugio, lo cierto es que se ha comportado mejor hasta ahora que la deuda pública europea. En el balance anual, las rentabilidades en las principales referencias de bonos soberanos europeos se han incrementado y, aun así, carecen de recorrido hasta final de año. En el caso del bono español, la media de bancos de inversión espera que su rentabilidad se incremente hasta el 3,4% en diciembre, según refleja Bloomberg, mientras que ahora cotiza en torno al 3,29%. De cumplirse esta previsión, supondría una pérdida por precio del 0,97% en los próximos meses desde los niveles actual. Y en algunos bonos se prevén incluso pérdidas más abultadas, como en el de Italia, que actualmente ofrece un interés del 3,52% y podría elevarse hasta el 3,78% en este segundo semestre, lo que se traduce en una caída de su precio del 2%.

Pero, como decíamos, la evolución del precio no lo es todo. El cupón es otra de las fuentes de ingreso para el inversor, y el de los bonos soberanos europeos aún compensa. Eurizon considera que los bonos soberanos -especialmente en Europa- siguen siendo atractivos, "con cupones por encima de la inflación y ofreciendo protección ante una posible desaceleración económica inesperada". La firma mantiene una perspectiva positiva sobre la deuda de los países periféricos de la Eurozona.

La alternativa: deuda corporativa con grado de inversión

Sin embargo, un puñado significativo de gestoras y bancos de inversión encuentran aún más atractivo en la deuda corporativa de calidad, es decir, con grado de inversión. "Con unos fundamentales corporativos sólidos y unos rendimientos atractivos, los títulos de deuda de grado de inversión (calificación BBB/Baa y superior) pueden ayudar a los inversores a superar los posibles obstáculos al crecimiento", explican en Capital Group. "En la actualidad, en función de la calidad de la emisión, los mercados de renta fija ofrecen un rendimiento entre el 4% y el 8% en los diferentes sectores, y la posibilidad de asegurarse estos niveles de rendimiento ofrece oportunidades de valor a largo plazo", agregan.

"Creemos que una asignación a crédito con grado de inversión a corto plazo (IG) puede ofrecer liquidez y estabilidad de precios, al tiempo que mejora la rentabilidad", indican también en Joyce Bing, gestora de inversiones de Aberdeen Investments. "En comparación con los bonos de alto rendimiento y menor calificación, los emisores IG suelen ser más grandes, con posiciones de mercado más sólidas, menos deuda, flujos de caja estables y mejor acceso a la financiación. Esto los hace más resistentes ante las perturbaciones macroeconómicas", explican.

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